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William corre en seguida hacia Anastasia al oírla gritar de tal forma.

La cara del padre Rashford, en ese preciso momento, no fue normal. Este, en lugar de acercarse a ver lo que sucedía o si podía ayudar, sólo se dió la vuelta para huir de inmediato.

-¡Alto! -Lo detiene Samuel-, ¿Eso es un cadáver, padre Rashford? ¿En su iglesia sagrada?

-No sé de qué me está hablando, no he entrado a estos pasillos desde hace muchos años. -Dice el padre, algo nervioso.

-¿Estás bien? No te preocupes, llamaremos a la policía ya mismo. -Le dice William a Anastasia, ayudándola a subir.

Horas más tarde, en la mañana, Samuel, Pedro y Anastasia se habían ido, pero estaban presentes junto a los oficiales el detective Pennington y el padre Rashford, quién constantemente limpiaba el sudor de su frente con un pañuelo, sí, estaba bastante nervioso.

-¿Encontraron este cadáver aquí? -Le pregunta el oficial al detective-, Tiene cierto tiempo ya, al parecer.

-Es cierto, está incrustado en la tierra, casi enterrado. -Comenta William.

-En realidad. El cadáver fue enterado. -Dice un médico, quién recién había llegado-, Miren el cuerpo, según su apariencia física había estado no sobre tierra, sino bajo tierra durante un buen tiempo. La razón por la que está sobre la tierra es porque hay enormes goteras en el techo, justo encima, debió aflojar tanto la tierra que, debido a la poca profundidad del entierro, comenzó a ascender.

-Concuerdo. -Dice William-, Tengo una pequeña hipótesis de quién puede ser este cadáver, necesitaré sólo tiempo para buscar a alguien que confirme mis sospechas.

-¿Y a quién buscará usted? -Le pregunta el padre Rashford con tono soberbio.

-A un dentista, por supuesto. -William sonríe y lo mira directamente.

Más tarde, cuando el detective conversaba algunos datos de lo sucedido junto a Pedro y a Samuel en el salón principal de su mansión, inmediatamente entra Lilia y pregunta:

-¡¿Es cierto lo sucedido en la iglesia?!

-¿Cómo lo sabes? -Le pregunta Samuel.

-¡Está en todas las noticias! Hay fotografías, imágenes y vídeos al respecto. ¡Nadie puede creer que se haya encontrado un cadáver dentro de una iglesia! -Exclama Rosanna Pennington, entrando también al salón, se encontraba algo alterada, su estado más común era así.

-¡Qué rápido ruedan las noticias! Ya ha salido en televisión y en el periódico también. -Agrega Claudia, quien estaba sentada al otro extremo del salón-, ¡La gente está asombrada!

-Y asustada. -Añade Lilia.

-¿Asustada por qué? -Pregunta Samuel.

-Es una iglesia, no debería de encontrarse un cadáver justo allí, en un pasillo oculto. La base de la entrada era lo suficientemente gruesa como para no permitir que se despidiera ningún olor característico de la escena. -Dice William-, Debido a esto es que ninguna persona ajena al asunto lo había descubierto antes. Es una entrada bastante ingeniosa.

-¿Qué hay del padre Rashford? -Pregunta la señora Pennington-, ¿Él está detrás de ese asunto? ¿Iraá a prisión por lo sucedido?

En eso, Claudia enciende la televisión, y entre todos ven una entrevista directo al padre y sacerdote Antoine Rashford.

-No, por supuesto que yo no he tenido nada que ver con este asunto. -Niega el religioso, frente a cámaras y gente, estaba justo frente a Santa Rita-, He de admitir que mi estado de sorpresa y susto fue tan extremo, que cuando descubrí el atroz hecho sólo quise irme corriendo de allí. Pero, yo no tuve nada que ver, no sé de quién es ese cadáver y cómo ha llegado allí, lo juro.

William toma el control y apaga la televisión de inmediato, luego dice, con tono de enojo:

-¡Por supuesto que el padre Rashford tiene que ver con eso! Estoy seguro.

-Naturalmente, al ser un padre religioso nadie podrá cuestionar su palabra, y será creído en su totalidad como veraz. -Dice Lilia.

-No lo dudo. Pero, yo me encargaré de descubrir de quién es ese cadáver. -Dice William.

Poco más tarde, Samuel y Pedro oyen a William hablar por teléfono, al parecer, con el mismísimo Chester Phillips Black, y parecían estar de acuerdo en sus objetivos.

Y aunque había tomado toda la tarde, con el simple requerimiento de algunas llamadas, consultas y asistencias, Chester Black y William habían logrado ya su cometido, con cierto éxito habían llegado a un resultado.

En la televisión de la mansión de verano de Chester, narraba un FBI lo siguiente:

—Gracias a la maravillosa ayuda del detective William Pennington y el prestigioso Chester Phillips Black, se ha descubierto que el cadáver femenino encontrado en la iglesia de Santa Rita pertenece a una mujer llamada Harper Collins, quién tenía tres años desaparecida y había sido vista por última vez precisamente en esta iglesia, la identificación forense se llevó a cabo, por supuesto, con un exámen odontológico a la víctima, así sin más, la gente aún se pregunta, qué hacía ese cadáver allí.

Chester se levanta de inmediato de su asiento, y le dice a William:
—Gracias por comunicarse conmigo para la identificación del cadáver de Harper.

—Bueno, nadie más que usted sabía de su dentista, y eso era lo único que podía dar una respuesta veraz y precisa al respecto. —Dice el detective—, Mis sospechas fueron correctas.

Entonces, Bernard se acerca a él y le pregunta:
—¿Usted cree, detective, que el homicidio de Christina Blair y de Harper están relacionados?

—Ciertamente, no lo creo. Creo que sólo coincidieron en el lugar. —Dice William.

—Disculpe que le diga esto, Detective Pennington. —Habla ahora Chester—, Pero, creo yo que el caso Blair es muy complicado, y que imaginar una pronta resolución sería mucho pedir. Me parece que usted no podrá hallar al culpable.

—Hable de sus limitaciones, señor Black; no de las mías. —Le pide el detective.

El Caso Blair Место, где живут истории. Откройте их для себя