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Al salir de la oficina del Brahms Windom, ambos hombres se introducen en el auto para irse de allí.

—¿Sabes qué? —Habla Pedro—, Creo que Jackson Corner podría ser el asesino de Christina Blair. Pues, efectivamente, era quien más tenía razones para arrebatarle la vida, ¿O no?

—Pedro, hay que prestar atención a los detalles pequeños. —Dice William, encendiendo el auto—, Pues, un religioso no pudo haber sido capaz de asesinar a Christina.

—¿Estás insinuando que un creyente religioso no puede efectuar un asesinato? —Pedro frunce el ceño.

—No, por supuesto que sí puede. Pero, de algo estoy seguro, y es que en una iglesia, la casa de Dios, jamás un religioso mataría a un ser humano.

—Bueno, creo que es cierto. Yo en lo personal no escogería una iglesia para asesinar a alguien a sangre fría. —Comenta Pedro.

—Y eso es lo que yo me pregunto; si el asesino escogió ese lugar previamente, o si sólo se le dió por casualidad. —Expresa William—, He de admitir que parece más un asesinato premeditado, pero aún no estoy en derecho de afirmar nada.

—¿Premeditado? En cualquier caso, —Responde Pedro—, ¿Qué razones pudo haber tenido Christina Blair para salir de su casa en la madrugada o excesivamente temprano, y luego adentrarse a la iglesia en un horario inadecuado? Es como si alguien la hubiese llamado para ir allá.

William abre los ojos como platos, y dice:

—Tienes mucha razón, amigo. Alguien tuvo que haber llamado a Christina y atraerla a la iglesia. Pero, ella no aceptaría seguir a un desconocido, ¡Nadie podría seguir a un desconocido que te llama a pesadas horas del día!

—¿Qué insinuas?

—Que el asesino de Christina debió ser, naturalmente, una persona a la que ella conocía muy bien. Y, no sólo eso, —Explica William Pennington—, Sino que también una persona a la que ella debía tener mucha confianza.

—¿A dónde vamos ahora? —Pregunta el jóven.

—A la casa Blair. —Responde William Pennington—, Quisiera hablar con Anastasia y con Charlie.

~~~

Charlie recién había llegado a casa, y le había caído por sorpresa el hecho de que Jackson y Brahms habían venido temprano a llevarse las posesiones de los niños.

—He de ser sincero, en realidad me alegra enormemente que Jackson vaya a hacerse cargo de sus tres hijos. —Confiesa Charlie.

—Bueno, a mí me parece que él es una mala persona. —Comenta Emily  fríamente.

—Probablemente sea cierto. —Contesta Charlie—, Pero, es el papá de esos niños, ellos lo adoran a él, y él a ellos. Amor mutuo, ¿Qué hay mejor que eso?

A los minutos, el detective Pennington y Pedro Smith habían llegado.

Al pasar, el detective se disculpa de inmediato por no haber avisado antes que vendría.

—¿Y dónde se encuentra Anastasia Blair? —Es lo primero que pregunta William luego de un saludo cordial.

—Ha salido con Henry a dar un paseo. —Le contesta Emily.

Todos se encontraban en la sala de estar.

—No, en realidad salió con Joanna, o eso me dijo a mí. —Dice Charlie.

—¿Puedo preguntar quién es Joanna? —Habla el detective.

—Joanna Simnet, es la mejor amiga de Anastasia. —Aclara Emily.

—Entiendo, ¿Y conocía ésta mujer a Christina Blair? —Pregunta nuevamente el detective Pennington.

—Es una larga historia. —Responde Charlie.

—Créame que tengo tiempo suficiente para oírla. —Dice William.

Pedro permanece callado oyendo la conversación.

—Joanna Simnet era pareja de Jackson Corner, de hecho creo que iban a casarse. Pero, al conocer a Christina, —Explica Charlie—, Jackson quedó fascinado con ella, y abandonó a su novia. A Joanna le costó superarlo, y debido a eso nunca volvió a entablar relación amistosa con mi hermana.

—Un momento, ¿Joanna y Christina eran amigas antes de que llegara el señor Corner a sus vidas? —Pregunta William interesado.

—Así es. —Charlie asiente.

—Entonces significa que la traición fue aún mayor, si se me permite opinar. —Comenta Pedro.

—De acuerdo, quizás después pueda yo tener el placer de conocer a Joanna Simnet, pero ahora estoy interesado en alguien más, su nombre es Albert; pero por desgracia desconozco su apellido. —Manifiesta William—, ¿Podrían decirme si conoces a un Albert, que, tuviera relación con la señora Christina?

—¿Qué tipo de relación? —Pregunta la criada Emily precipitadamente, trataba aún de mantener la calma ante los intensos nervios que desataban para ella la simple presencia de William Pennington.

—Yo sí lo conozco. —Afirma Charlie—, Su nombre es Albert Robson, y creo que le proporcionaba algunas drogas a mi hermana, y quizás le vendía botellas de alcohol o algo parecido, desconozco con exactitud esa parte de la historia.

—Muy bien, ¿Sabe usted, señor Blair, cómo puedo contactarme con este hombre que capta nuestras atenciones ahora? —Le pregunta el detective.

—Creo que debo tener su número en mi lista de contactos, o quizás en la lista de Christina. ¿Me permite un momento ir a buscarla? —Pide Charlie.

—Por supuesto, se lo agradecería. —Luego de que William dijera esto, Charlie sale del pequeño y pintoresco salón.

—Voy a tomar algo de aire afuera, si me permiten. —Al decir esto, Pedro también se retira.

Y ahora quedaba el detective junto a la criada a solas, ella estaba sentada frente a él.

—Es usted muy apuesto. —Le dice Emily nerviosamente, sin haber pensado detenidamente en sus palabras antes de expulsarlas. Unos segundos después notó, debido a la falta de respuesta de su interlocutor, que había sido un comentario algo fuera de lugar.

Pero, un momento después, William se da cuenta que los modales acompañan a un hombre antes que todo, así que responde:

—Gracias, señorita Rutt.

—¿Podría yo atreverme a hacerle a usted una pregunta un tanto personal? —Dice ésta, sin mirarlo mucho a la cara.

William asiente con frialdad.

—¿Tiene usted esposa? —Esta pregunta sí que resultaba incómoda para el detective.

—Estuve casado hace varios años, pero no funcionó del todo. —Contesta este mirándola fijamente.

—¿Eso significa que ahora está usted sin compromiso? —Pregunta Emily con un tono de esperanza en sus palabras.

—Precisamente. —Asiente William.

Al instante, llega Charlie Blair al salón. William se siente ahora fuera de tensión.

El Caso Blair Où les histoires vivent. Découvrez maintenant