58- ¿a quién debo temer?

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Disfruten!!!

—¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren? ¡Y aquí no hay tortillas duras! —recrimino Stephanie a los recién llegados

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—¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren? ¡Y aquí no hay tortillas duras! —recrimino Stephanie a los recién llegados

—¡buenas noches!, soy el capitán Brus Lee de la policía de Sooga, estoy investigando el incidente donde la señorita Pucca resultó herida de bala, me gustaría saber ¿Cuál es su condición en estos momentos y si puede declarar?

—la señora Yong está estable, pero sigue inconsciente—informo

—entonces, ¿podría hablar con Tobe? ¿Digo el CEO Yong?

Steph, se cruzó de brazos, con aparente molestia, aunque se veía tierna en su traje de mucama —el amo Tobe está muy ocupado alimentando a los pequeños herederos—repelo con un puchero.

—¿puedo pasar a verlo?

Ella quería negarse rotundamente, sabía que su adorado jefe estaba enojado, molesto y con un sentimiento de impotencia con el que no podría lidiar tan fácilmente en estos momentos, pero la portentosa voz de Tobe la detuvo.

—¡pase capitán Lee!— ordeno el magnate desde la entrada principal —Steph, prepara un poco de té y llévalo al estudio. En un momento estaré con usted—volteo a ver al policía.

—¡si amo bonito!— mostró sus respetos y también al oficial —por aquí por favor—le indico que la siguiera. Mostrando todo un protocolo completo de etiqueta.

Tobe se hizo a un lado para que pasaran, después salió dirigiéndose hasta donde estaban el otro par de camionetas. De las cuales no había salido nadie. Fue entonces cuando él se paró en medio del lugar que un gran grupo de hombres, perfectamente trajeados, bajaron y le mostraron respeto.

—El jefe nos ha mandado a cuidar de ustedes, señor, nos encargaremos de que lo de esta noche, no vuelva a suceder, esperamos que su estadía en la isla, sea más amena a partir de ahora.

—bien—se mostró complacido—dispérsense por los límites de la propiedad, pueden descansar en la parte trasera de la warida, ahí hay una casa de huéspedes, por favor cualquier cosa informarme de inmediato.

—así será Sr.

—dile a Hibary que la ayuda es bien recibida y envíale mis saludos.

—no es necesario— el nombrado salió de la otra camioneta y camino en dirección a Tobe —¡apesta a perro!— arrugo la nariz y una sonrisa burlona se dibujó en sus labios.

—a veces no entiendo tu modo de actuar— suspiro —¿estas consiente del problema en el que nos meterás si el oficial que está dentro de mi casa te reconoce?

—sí, pero yo no seré el del problema, ese será usted amó Tobe... en fin solo quería saber la condición de la señorita y si mis demás recursos son necesarios.

Tobe negó con la cabeza, pucca se había ganado a todos sus empleados, incluyendo al más peligroso de todos los que se encontraban bajo su mando. —si lo requiero te informaré, ahora retírate— ordeno.

¿¡Mi Decisión!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora