¿¡Mi Decisión!?

36- la resolucion de pucca 1ra parte

disfruten!!!!!

—¡No puedo, no puedo!—se dijo Pucca así misma al pensar en la pregunta de tobe hecha la noche y solo recordar toda lo de información que había recibido el día anterior, aún le causaba un escalofrío de terror, pues la duda seguía acrecentando de forma palpitante y lenta en su mente. Ahora no solo su corazón dudaba, sino que su mente también.

La presión, porque el día domingo se acercaba, no podía ser comparada con nada de lo que antes había sentido. Y aún peor que después de la pregunta echa por el magnate, ella no se ha dignado a verlo y tampoco se ha esmerado en evitarlo, pues simplemente después de esa noche, él no ha regresado a dormir a la casa y con tantas lecciones por aprender, tampoco ha podido ver a Ching y pasar un momento a solas con ella.

Suspiro y se recostó en la cama, sacando la libreta forrada de color rosa y unicornios que había sacado para hacer sus notas y repaso absolutamente cada detalle de los 3 días anteriores, para ser mas precisos, rememoro el primer día en el que conoció al joven Yan long...

—buenos días, señora Yong—un joven de cabellera plata, delgado, alto, piel acanelada y ojos castaños. Se dirigió a la azabache con el debido respeto.

—¡buenos días! — respondió ella cortésmente.

—soy Yan long, el contador privado de su esposo—

—mucho gusto Sr. Long, soy pucca—

—el Sr. Yong me contó lo sucedido —esbozo una sonrisa —si la señora Yu la asusto con todo lo que tiene que saber, no se preocupe... yo me encargaré de ello. Usted solo debe estar tranquila para cuando el balance le sea entregado, lo vea y trate de identificar los puntos que le señalaré. Después yo lo revisaré para evitar fallas—pucca suspiro aliviada, tras las palabras del chico.

—ok.

—lo que yo le mostraré, es lo que nosotros aprendimos junto con el jefe—hablo serio —y para eso nos tendremos que apresurar el resto de día. Por desgracia tenemos que apresurarnos, ya que perdimos el día de ayer, se supone que tenía que empezar desde el lunes, pero me resulto un problema, por ello es que paso todo el día practicando postura con la señora Yu. — Le explicó mientras pucca solo asentía —por favor— el chico le indico que lo siguiera, conduciéndola hasta el estudio de tobe. Viendo todo el interior lugar que la sorprendió, este era más pequeño que las habitaciones donde ella había entrado.

La señora Yu, los estaba esperando y en cuanto los vio entrar, le dedico una sonrisa a ambos y movió una gran cortina roja que se encontraba del lado derecho de la habitación, dejando ver la extensión del sitio en su totalidad, pues detrás de esta cortina se hallaban más libros y un segundo escritorio. Dividido por una gran alfombra de colores negros y blancos.

—¡este será su escritorio! —señalo el segundo escritorio —era de la madre del joven amo, aquí trabajaban sus padres mientras el amo tobe jugueteaba con sus juguetes, en esta misma alfombra— la señora Yu puso un semblante triste, por los recuerdos que surcaron su mente.

Pucca camino hasta el escritorio y se sentó, seguida del chico que le puso una carpeta en frente.

—esto será lo que usted y yo, empezaremos a ver en el tiempo de su tutoría—jalo una silla y se sentó frente a ella.

Pucca tomo la carpeta y la abrió para comenzar a leer el contenido.

Puntos básicos de la economía empresarial:

Contabilidad Financiera.

Contabilidad Aplicada.

Economía coreana y Mundial.

Sistema Tributario.

Matemática Financiera.

Aplicada a la Gestión de la Empresa

Estadística Aplicada a la Empresa.

Organización y gestión general.

Pucca abrió los ojos de par en par, esto era aún peor de lo que la señora Yu, le había informado por la mañana ¿Cómo aprendería un curso extenso de una carrera de 5 años, en tan solo cuatro días? La preocupación se acrecentó de nuevo en su sistema, haciéndola sentir incómoda, de nuevo la duda se elevaba y la hacían dudar de sus capacidades y de sus posibilidades por no fallarle al magnate.

—estoy consciente que es mucho por el momento, pero trataré de introducir los puntos mas importantes en cada uno de los temas. ¡Cómo lo ha notado! Todo esto gira alrededor de la empresa, si todo marcha bien en estos cuatro días que nos faltan, usted podrá entrar a trabajar con el jefe la próxima semana y entonces toda la teoría la empezará a aplicar directamente—la cara de pucca reflejo, angustia mientras más hablaba el chico. Para él sonaba fácil, para ella no tanto.

Ella cerro el folder con la información, en ese momento deseaba salir corriendo y esconderse donde pudiera, en verdad quería que la tierra se la tragara.

—permíteme un momento—hablo con nerviosismo, camino fuera del estudio y una vez al otro lado de la puerta, corrió temerosa hasta su habitación, encontrándose con la criada y Ching cuidando de ambos mellizos.

—¡pero qué cara querida! ¡Parece que viste un fantasma!—pucca negó con la cabeza —¿nos permites estar a solas? - Pregunto Ching a la sirvienta. Quien asintió dejando al bebe en los brazos de su madre.

Una vez solas, Ching le indicó a la azabache con la mano que se sentara a un lado de ella en la cama, siendo obedecida por su amiga.

—por tu cara, puedo decir que la tutoría es más de lo que pensabas y que ahora no sabes que hacer, ¿estoy en lo correcto?

La azabache lanzó un gran suspiro, meciendo a Ren para que se durmiera de nuevo.

—es... demasiado amiga—exclamo con pesadez

—¿y por qué no le dices a tobe que no puedes, que necesitas más tiempo? —ella tenía razón.

—no puedo... yo... Yo se lo debo— abrió la boca de mas.

—¡espera! ¿Cómo que se lo debes? ¿No se suponen que son marido y mujer? – Ching estaba confundida. Algo en aquellas palabras no le gustaban nada.

—yo...— pucca sabía que debía remediar lo antes posible, lo que acaba de decir por error —por... por eso mismo es que yo se lo debo y a nuestra familia también, no puede seguir teniendo el peso de manejar todo él solo. Como señora de la familia Yong, yo... debo compartir las dificultades con mi esposo—exclamo clara y sin una pisca de temor en su voz. Solo esperaba que Ching creyera eso.

—¡entonces chica...!, si ya tienes tu resolución, ¿por qué dudas? — esa era una buena pregunta. ¿Por qué demonios dudaba?, ¿qué la llevaba a dudar de sus propias capacidades?

Lo sabía, lo sabía, ella ya lo tenía más que claro, después de rememorar lo de hace tres semanas anteriores, ahora ya lo sabía, no podía darle una negativa a tobe, eso le haría quedar mal, no solo con tobe, sino también a su orgullo como mujer. Lo de ella no eran miedos, ni dudas, solo una faceta de incertidumbre y de cambios repentinos a los que no estaba acostumbrada.

—¡buenas noches, mi señora!—la interrumpió una chica.

—adelante pasa—le indico de forma apacible.

—el joven maestro, nos pidió que no faltara mañana al desayuno en la empresa, es de suma importancia su participación, así que a las ocho en punto, el chofer la llevara.

—¡gracias!—respondió con una cálida sonrisa, serrando la libreta y dejándola a un lado en la cama.

—también me dijo y sito— saco una pequeña nota de entre sus ropas - «te he dado bastante tiempo... espero con ansia tu respuesta mañana»

Y con esas palabras, pucca sonrió de nuevo mientras la chica salía de la habitación, dejándolas completamente solas...