81- solo estoy así por ti

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Una disculpa por dejar de actualizar, prometo no volver a hacerlo, me adelantaré a dejar capítulos programados, para no dejarlas sin su ración semanal. que disfruten la lectura 

Había olvidado cuántas veces en esos meses, Tobe se le había insinuado, era muy difícil para ella, rechazar tan constante acoso, aunque le gustaba, había ocasiones en las que el cansancio, la hacía aborrecer aquellas acciones

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Había olvidado cuántas veces en esos meses, Tobe se le había insinuado, era muy difícil para ella, rechazar tan constante acoso, aunque le gustaba, había ocasiones en las que el cansancio, la hacía aborrecer aquellas acciones.

Suspiro, destilando su cansancio, viendo a sus hijos dormir plácidamente en sus cunas, aún no podía creer cuánto habían crecido en tan poco tiempo. Por el trabajo, el tiempo se le había ido volando, depósito un suave beso en sus frentes y los tapo correctamente.

—¡son un par de angelitos!— la voz de Tobe la hizo voltear. Él atravesó la puerta y se acercó a ella.

—sí, lo son— susurro, mostrando una sonrisa llena de satisfacción, sus hijos eran su amuleto de la suerte en el amor; pues cada día, se sentía más agradecida y enamorada del magnate. Había ocasiones en las que sonreía, al recordar su sonrisa, sus ojos, o alguna tontería que él le dijera con anterioridad. Su vida se le iba entre suspiros, pero ahora como los de una chica, completamente enamorada.

—¡buenas noches, mi dulce Ren!— la beso en la frente —descansa bien Ryu— repitió la misma acción. —hay que ir a cenar y a dormir— añadió con un bostezo que acompaño su frase.

—no— negó ella —me ducharé primero, hoy camine mucho por el set de filmación y me siento pegajosa.

—¡muy bien!, entonces haré lo mismo— puso ambos brazos en los hombros de la azabache y la condujo fuera de la habitación de ambos pequeños.

Tobe se separó de ella, caminado a una habitación diferente a la que solía compartir con Pucca. Con todo el trabajo, hasta para él, era muy cansado tener que seguir haciéndose pasar por una pareja de casados, aún era notoria esa brecha entre ambos, pues tan solo eran simples novios, cosa que él lamentaba en lo más profundo de su corazón. Termino de hacer lo que debía y bajo al comedor a esperar a su amada, tomo la tableta y comenzó a revisar la noticias del día, algunos archivos de balance y las notificaciones bancarias; con las últimas actualizaciones del sistema de seguridad, que una de sus recién adquiridas empresas había desarrollado. Se perdió tanto en los que estaba haciendo que para cuando noto la hora, se dio cuenta de que había pasado una hora completa, y Pucca nunca bajo, suspiro dejando el dispositivo de lado.

—¡amo!, ¿desea que se le sirva la cena?— él alzó la mano, mostrando su palma y negando con ella. —¡me retiro entonces!— mostró una reverencia —¡buenas noches, señor!— la azabache había tardado más de lo que se planteó. Las ideas de seguir fingiendo ser un matrimonio, seguían pesando en su cabeza, debía acabar con esa situación lo antes posible, su familia debía ser una familia, completamente real. Y si para calmar aquella ansiedad en su mente debía proponerle matrimonio, definitivamente la haría y celebraría una ceremonia en una isla donde nadie los conociera.

¿¡Mi Decisión!?Where stories live. Discover now