59-¿por que odias Sooga?

96 10 2
                                    

—¿tanto odias este lugar?— el oficial, lanzón una pregunta muy peliaguda para el joven

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿tanto odias este lugar?— el oficial, lanzón una pregunta muy peliaguda para el joven.

Tobe suspiro, hablar con el oficial era tan cercano como hablar con su padre, cuando eran jóvenes, el padre de tobe y el oficial eran muy buenos amigos, junto con el maestro Chang. Confía demasiado en él y no podía evitar decir todo lo que pensaba. Se levantó de la silla y le dio la espalda, dirigiendo su vista a la gran ventana que mostraba el patio trasero, donde la ambientación de un jardín muy zen, con una fuente en el centro, se mostraba equilibrada.

—partes de mi alma se perdieron en este sitio—apretó los ojos, recordando la cálida sonrisa de sus padres, minutos antes de entrar en el carro en el que fallecieron —otra parte de mi corazón, murió y está enterrada en el panteón de este lugar junto a sus padres— se volteó y lo encaro. —pero... no todo fue tan malo, sabes, aquí también me enamoré de nueva cuenta. Solo tenía 15 y ese sentimiento estaba muy mal... pero ella compartía el mismo dolor que yo, perdió a sus padres, los dos éramos un par de huérfanos— agacho la mirada —sabía que eso estaba mal, ¡por dios!— levanto el tono de su voz —¡ella era solo una niña y yo un maldito adolescente incapaz de controlar sus hormonas y sus emociones!

—¿por eso te fuiste?— entendía un poco sus razones, meterte con ese lado de la ley era un asunto muy delicado.

—¡claro!, no necesitaba más motivos... No quería dañarla de ningún modo y teniendo en cuenta que en ese tiempo era un maldito patán, no quiero ni imaginarme el daño que podría haberle causado en aquel tiempo. Fue una buena decisión alejarme —volvió a sentarse.

—¿Qué paso después?

—nada, traté de olvidarla, quitar su sonrisa de mi mente, pero fue en vano y me daba miedo seguir sintiendo algo, entonces después adquirí el cargo de la compañía en su totalidad. Con la cabeza ocupada en un sin fin de cosas, fue más fácil.

—lo recuerdo bien, tenías 17 años, cuando apareciste en todos los periódicos como él Ceo del grupo Kwon... Causaste un gran revuelo.

—sin mencionar que no todos tenían una buena expectativa de que un chico sin experiencia se hiciera cargo del legado de mis padres. Pero ese hecho paso sin pena ni gloria, para la mayoría de la gente de la isla.

El oficial tomo un sorbo de té —regresaste después a la isla, ¿Por qué?

—habían pasado 5 años desde que me fui de aquí definitivamente, quería ver a mis hermanos dejados atrás y necesitaba saludar a mi Nun, contarle todo lo que había hecho y que, aunque el trabajo me absorbiera mentalmente... No lograba olvidar aquella sonrisa que me cautivo. Esa tarde subí al auto y la vi ahí, jugueteando entre la yerba con un gran papalote, acompañada de sus amigos. Su vestido rojo me hizo imposible quitar mi vista de ella, así que pedí al chofer se detuviera... Tenía tantas ganas de bajar y hablar con ella, pero todo aquello estaba mal, si ya antes lo era, ahora era peor, porque yo tenía 20. Ante la ley, aquello estaba más que jodido, era una adolescente arrasadoramente atractiva— el recuerdo llego a su mente, como pequeños flashbacks —sabes, el destino muchas veces es un grandísimo hijo de puta, porque se rio en mi cara literalmente... Para mi buena suerte y mala fortuna de ella, su papalote se estrelló en mi auto y se rompió en mil pedazos. Se acercó preocupada por el carro, yo actué como un tonto, tartamudeando frente a ella al principio, no podía dejar de tener el sentimiento en mi pecho de querer protegerla, hacerla entender que conmigo nada la preocuparía, que necesitaba estuviera día con día en mi vida, regalándome su bella sonrisa cada mañana.

—eso es muy acosador de tu parte— expreso el oficial divertido por su explicación, jamás pensó que Tobe fuera tan expresivo —¿Qué paso después?

—me dolió que no me reconociera... digo, ¡era su maldita afición golpearme cada vez que yo hacía llorar a Garu! El punto es que me ofrecí a comprar una cometa nueva, después de todo había sido mi culpa que su cometa se rompiera sobre mi carro. No entendía en qué sentido fue mi culpa, pero me sentía culpable por su cometa y esa mirada triste que me dedico en cuanto volteo a ver aquella cosa desecha. Definitivamente, avivó lo que sentía.

—¿y saliste corriendo de la isla de nuevo, al verla besando a Garu?

—si, ¿quién demonios era yo para merecer aquella risa, que me diera su amor a mí?—agacho la vista—opte por dejar que ese sentimiento se consumiera con el pasar de los años. Para ser preciso 5 largos años más y entonces el destino se rio a carcajadas de mí, porque literal me la puso enfrente, justo el día en el que cumplí 25... Había tomado demasiado. Ese día en especial me sentía rendido, derrotado, sin un propósito aparente para continuar, sin valor alguno, más que los ceros acumulados al final de la cuenta del banco, ese día solo quería perderme en el alcohol y entre los brazos de cualquier mujer que se ofreciera. Aunque el tacto de ellas me asqueaba en lo más profundo de mi ser, aquel sentimiento no podía ser opacado por nada, por nadie. A mi vista todas eran horrendas, e interesadas en el estatus que andar con alguien como yo, les ofrecía ... Entonces la vi, su sonrisa estaba opacada por la tristeza, pero eso no me importo en ese momento, solo quería estar con ella, hacer la mía con urgencia desenfrenada. Lo demás solo son detalles. Aunque e de admitir que en un principio no la reconocí.

—8 meses después, ya eres un padre prematuro—enfatizo en esa última palabra, mientras sostenía una sonrisa con orgullo. A su mejor amigo le habría dado el mismo gusto saber que ya era abuelo

—son hermosos— la alegría centelleo en su mirada, sus hijos eran su todo en su corazón —y una bendición inesperada— sonrió, para después borrar su semblante —por desgracia Pucca perdió a uno de ellos, por suerte, sobrevivieron ellos.

—¿eran 3?, serias, ¿padre de 3?— el hombre estaba sorprendido por el tino del joven.

—¡sí!, aunque su existencia de dos de ellos, paso desapercibida para nosotros— suspiro —siempre se escondían detrás de su hermano mayor en los ultrasonidos, por eso no sabíamos de ellos.

—es bueno saber que no todo es tan malo aunque, por esa última explicación, no veo por qué odiar tanto sooga.

Tobe apretó el puño, mucha gente que amaba estaba enterrada en ese lugar y también estaba Garu, que había herido a su amada, en lo más profundo de su alma.

—¡fui secuestrado y marcado de por vida en el rostro!— la rabia brillo en su mirada, ante aquel perturbador recuerdo —¿Qué más podría decirte? Que no sepas ya...

—¡fui secuestrado y marcado de por vida en el rostro!— la rabia brillo en su mirada, ante aquel perturbador recuerdo —¿Qué más podría decirte? Que no sepas ya

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¿¡Mi Decisión!?Where stories live. Discover now