Tobe sale de la aldea de sooga y años después se encuentra a Pucca, sola y triste, en ese momento le tiende la mano cuando ella mas lo necesita.
Algo comienza a crecer entré ambos, pero la sombra de Garu, le atormentando emocionalmente.
Ahora ella s...
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—¡Probando, probando!— se escuchó a través de los parlantes del gran salón. Este aún se encontraba vacío, pues algunos detalles se estaban retocando.
Lucy, como la secretaria de Tobe, se encontraba observando que cada cosa, estuviese en su lugar, junto con sus demás compañeras, incluyendo a Stephanie, que fue traída desde Sooga, como jefa de meseros. Entre todos los empleados de Tobe, también se encontraba Tao, el jefe de sistemas, quien se encargaría de transmitir todo, a las televisora locales, así como las de cable. Jack, el jefe de cocina, y a Hibary como jefe de seguridad; quien observaba todo desde una habitación, en la que nadie podría ver su participación y vincular a un líder de la mafia, con su jefe...
Mansión Yong, dos horas antes del evento:
Pucca y Tobe se encontraban alistándose para la gran celebración, se encontraba al borde del colapso, sus nervios no le permitían dejar que las chicas seleccionadas para arreglar su maquillaje y vestimenta, pudieran trabajar en ella.
—¡señora, por favor no se mueva!— expreso la estilista, que batallaba con mantener el cabello en su sitio, optando mejor por rizar todo el cabello y poner un tocado delicado en la parte trasera, en forma de un dragón.
—disculpen, si soy una molestia— añadió afligida. Era la segunda vez que saldría ante las cámaras y aquello la aterraba, jamás se acostumbraría a ello y más teniendo una secuela, de lo que había pasado el día que se presentó ante la sociedad, como la señora Yong. La cicatriz en su hombro, era un fuerte recordatorio. Era una suerte que esa cicatriz apenas y fuese visible, gracias a los cuidados de Tobe, él ofreció contratar al mejor cirujano estético del país, pero ella declinó aquella idea, necesitaba recordar que muchas ocasiones, los corazones se siegan ante la verdad absoluta.
—respire con calma— la señora Yu entro con una taza de té, de yerbas relajantes. —esto la ayudará a calmarse— ofreció el líquido.
—¡gracias!— la chica lo tomo con calma, «a menudo siento no ser lo suficiente mente buena para la familia, este peso en mi corazón es aún enorme» pensó para sus adentros. Un estigma con el que tenía que lidiar día a día, las altas expectativas que la gente a su alrededor tenía para con ella, como la digan y magnánima nuera de la familia más prestigiosa de Corea y con un legado tan grande en la historia, eran aún demasiadas. «Solo soy una simple chica de pueblo» sus pensamientos se estaban tornando en puro autodesprecio.
Se mostró apacible después de la entrada de la jefa de mozos de la mansión, tenía que dar la mejor imagen de sí, era momento de transformarse en una bella mariposa, ágil y grácil en sus movimientos, sin intenciones de titubear o dar a demostrar lo contrario. Dejo de moverse como su estuviera en medio de una tundra fría y permitió al personal, terminar de trabajar en su apariencia...
