10.- incertidumbre

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—buenos días, chefs— hablo Ching alegremente entrando por las puestas de la cocina.

—¡oh!, buenos días, Ching— contesto linguini el saludo, sin despegar su mirada de lo que estaba preparando con gran pación e intensidad. Siempre se notaba su amor por la cocina

—y sus hermanos, ¿Dónde están?

—fueron al mercado por las especias que se nos acabaron, pero ya no han de tardar en volver.

—bueno, iré a ayudar a Dada, a limpiar y acomodar las cosas en el restaurante— una expresión de tristeza disimulada con alegría se dibujó en su rostro.

—muy bien, no tarden mucho— el chef la entendía, él se sentía del mismo modo que ella.

—¡¡claro!!— Ching alargo una sonrisa y salió de nuevo, por donde entro.

Ayudar a los chefs fue el trabajo que Ching decidió hacer desde que su querida amiga Pucca desapareció sin dejar rastro alguno de su paradero. Todas y cada uno de los habitantes del restaurante se encontraban sumidos en una tristeza constante que les impedía en cierto grado continuar con sus actividades diarias...

En la estación de policía, el capitán Brus de la Policía, sigue investigando la desaparición de la azabache y solo pudo indagar que Pucca, vacío la cuenta que sus padres dejaron a su nombre. Con ese dinero compro un boleto de avión con destino a Seúl, abrió una carpeta de investigación, pero actualmente, lo que tienen, no los conduce absolutamente a ningún lado aparente.

El capitán se ha puesto, en contacto con las demás comisarías y estaciones de Policía, pero tampoco han tenido ninguna respuesta de estas. Mientras, siguen guardando la esperanza de que la chica que todos en la aldea quieren y estiman, reaparezca sana y salva a llenar sus días de alegrías.

Ching por su parte, había estado conversando con su novio Abyo, sobre las posibilidades, de buscarla fuera de la aldea, así fue como una tardé, su novio llego con un volante impreso, sobre un concurso de modas, llevada a cabo por los estudios de Dragón Entertainment y se inscribió. Concurso donde avanzó con mucho esfuerzo y quedo como una de las finalistas, después de una ardua selección, al cabo de meses, de coser y bordar, hacer bocetos como loca para nueva ropa, esta oportunidad le dio lo que buscaba con todo su corazón, la oportunidad de viajar a Seúl dentro de unas cuantas semanas.

Para ella, esta oportunidad fue como un boleto de oro, ya que todo será auspiciado, por los representantes del reality show, dejando así sus ahorros intactos, para poner afiches en la gran ciudad y comenzar su propia investigación. Con esa gran ayuda, no dudaba en dar con el paradero de su amiga, esta emoción en su pecho la ayudaba a seguir dando lo mejor de sí en aquel show, mientras sus esperanzas aumentan, conforme los días para su partida se acercan...

Los chefs, que podemos decir, de los chefs, ellos se deprimieron tanto buscando a su pequeña y adorada sobrina, que el Gho-rong se mantuvo cerrado alrededor de tres meses, que fue hasta entonces cuando el dinero se les terminó y no pudieron seguir investigando. La falta de fondos, seguido, de las insistencias de la chica de trenzas, los hicieron levantarse de su miseria y comenzaron a trabajar de nuevo. La gente de la isla de sooga extrañaba sus platillos, así que sin más regresaron al restaurante a comprar muy alegremente, aunque la ausencia de la azabache, se sentía y respiraba a cada momento, los platillos eran los mismos, pero el amargo sabor a tristeza podía saborearse en cada uno de ellos...

¿¡Mi Decisión!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora