Tobe sale de la aldea de sooga y años después se encuentra a Pucca, sola y triste, en ese momento le tiende la mano cuando ella mas lo necesita.
Algo comienza a crecer entré ambos, pero la sombra de Garu, le atormentando emocionalmente.
Ahora ella s...
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La última semana que les quedaba juntas la disfrutaron al máximo y aunque pucca aún no podía hacer muchas cosas, por las tres semanas que llevaba de dar a luz; pues su vientre aún dolía y teniendo en cuenta que no podían salir de la villa por la seguridad de pucca y sus bebes. Organizaron un enorme pícnic, con el que solo soñaban recostadas en el claro del bosque de bambú. Esta vez el Pícnic fue en el campo de golf de la villa, cerca del gran lago artificial con el que contaba.
—— ¿no te molesta ser la esposa misteriosa? — Ching en verdad deseaba saber cómo es que su amiga se sentía al respecto. Sabía que debía tener paciencia, pero esta vez no tenía mucho tiempo para esperar.
—¡no!—su sonrisa alegre, acompaño sus palabras —sé que Tobe lo hace por mantenernos a salvo—eso no era una mentira, más bien una verdad a medias.
— pero... Aunque la gente sepa que eres su esposa, él te mantendrá a salvo, ¿no? —en eso tenía razón.
— si lo hará... Pero—su voz baja de tono —yo aún no estoy preparada para que mis tíos sepan dónde estoy, es por eso que Tobe respeta mis decisiones y mantiene mi identidad en secreto— otra verdad a medias.
— bueno... si el respeta tu decisión, yo haré lo mismo—Ching esbozó una leve sonrisa, y la abrazo —también tengo otra cosa que decirte—dejo de abrasarla. Entendió que no obtendría más respuestas.
— ¿Qué sucede? – pucca tomo una de las rebanadas de pastel que se encontraban frente a ella.
— no sé si Tobe te lo contó, pero... participaré en el concurso, así que, me tendré que ir de la mansión— expresó triste.
— ¡hoo amiga! Eso es genial, no tienes por qué entristecerte— pucca observo a su amiga y después giro su cabeza hacia el lago —al menos fue hermoso volver a reencontrarnos—las risas y hacer enojar a Tobe, fue lo mejor que pudieron hacer en esas semanas.
— sí... si lo fue y por eso daré lo mejor de mí y así mi padre no tendrá que preocuparse nunca más—Ching destilaba convicción por cada poro de su piel y eso era un hecho bastante fuerte para no perder las esperanzas en el concurso.
La azabache continuó degustando la rebanada de pastel, no tenía más palabras para su amiga, también el pequeño momento de silencio era bien recibido por la chica, pues aun así sabían que a pesar de los meses separadas aún estaban en completa sintonía, entendiéndose mutuamente.
Ching comenzó a empacar sus cosas. Pucca estaba triste porque de nuevo se separarían, ella entendía que era lo mejor para ayudar a al señor Chang, aunque estaba tentada en decirle a Tobe todo lo que está pasando y que le diera el dinero a su amiga para no separarse. Pero prefirió no decir nada, la conocía y al igual que ella las sumas exorbitantes de dinero no las atraían como al resto de chicas...
