30- te necesito.

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Actualización 9/10...que lo disfruten mucho

—¡ya tengo la solución! —hablo feliz, Tobe saliendo del estudio y levantando ambos brazos al aire

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—¡ya tengo la solución! —hablo feliz, Tobe saliendo del estudio y levantando ambos brazos al aire.

—¿de qué hablas amor? —pucca apareció con su hijo en brazos, seguida de Ching que cargaba a la pequeña.

Tobe se acercó a ella, con la más alegre sonrisa, tras solucionar el dilema que tenía-Ching no te dejara sola hasta que la eliminen de la competencia!-su sonrisa radiante, se mantuvo en su rostro, estaba tan feliz por haber logrado lo imposible.

—¿te sientes bien? —dijo Ching de manera divertida, por las aparentes ojeras del magnate.

Eran las 8:00 am del domingo y por su estado podía notarse que no había pegado el ojo en toda la noche. —sí... de hecho, me siento de maravilla—desbordaba alegría en cada palabra — hablé con Tsuna y cambiaremos la casa en la que las participantes vivirán. Desde mañana estarás a unas cuantas millas de la mansión principal, lo que te dará la oportunidad, de tomar uno de los autos de mi personal y venir a la casa a apoyar a pucca— dio su gran explicación, dejando a Pucca desconcertada.

—¡mm! ... Sigo sin entenderte—exclamo Ching de forma imposta.

—en pocas palabras, tú vendrás a ayudar a pucca con los niños, tal y como lo habíamos pactado en el contrato— olvido no mencionar aquello.

—¿contrato? ¿Cuál contrato querido? – pregunto pucca acercándose a él.

Tobe estaba tan contento con los planes que tenía en mente, que olvido ese pequeño detalle del contrato, ahora tenía un nuevo asunto que discutir con pucca. Su mirada viajó rápidamente a la de Ching, quien lo quedo viendo de igual forma, dándole a entender que a ella no le interesaba lo que sucediera, ella no le dio un escape a aquello, así que suspiro y su alegre sonrisa se desvaneció para tornar su rostro a uno más serio.

—no quiero ocultarte nada, pero Ching había firmado un contrato por ayudarme a cuidar de ustedes— no tenía más opciones, que hablar con sinceridad.

—pero... ella es mi mejor amiga ¿Por qué hacerla firmar un contrato?... eso no tiene sentido, ella me ayudaría con gusto si yo se lo pidiera-hablo pucca un poco exaltada

—por qué así no me tendré que preocupar por mis gastos—explico Ching, salvando al tonto de Tobe, ella tampoco quería que Pucca supiera lo del contrato-pero... sucedió lo de mi padre y ahora me es imposible cumplir con ello—Ching se cruzó de brazos, respondiendo lo más sincera posible. Aunque la situación la mortifica en el fondo, sabía bien que con dos bebes, su amiga necesitaba el doble de ayuda y aunque noto desde el momento en el que conoció a los bebes, como tobe no escatimaba en esfuerzos por mantenerlos a salvo, reconocía que no pasaría nada malo si su confianza recaía de nuevo en el magnate. —pero creo que tobe ya lo planeó todo, eso quiere decir que...

—Ching tendrá un tiempo para venir a ayudarte a ti—termino de hablar el magnate, estrechándola entre su cuerpo. Paso la noche en vela y extraño el calor de su cuerpo junto al él.

—¿sigo sin comprender como esperas que haga eso, si en el contrato del concurso está especificado que seré encerrada con el resto de las demás participantes?

—pues para eso, todas las participantes estarán designadas a una de las casas secundarias de la villa Yong— explico.

—estás tomando en cuenta que todo se grabara y también que yo no puedo salir.

—ya hablé con la productora y... ¿Por qué crees que soy el accionista mayoritario?— Pucca sonrió.

A pesar de las diferencias entre su novio y su amiga, le era grato ver que podían tener una conversación tranquila, sin exaltaciones llenas de dimes y diretes, de quien tenía la razón y quien no, sin ninguna discusión, aunque sus caras mostraban todo lo contrario, a ella le era más que suficiente esa clase de convivencia entre los dos. —el punto es que podrás venir a la casa principal en ciertos momentos, el asistente Yang te dirá cuando.

—solo explícame ¿por qué tantas molestias, cuando es tan obvio que la ayuda a pucca no le falta, esta casa está llena de mayordomos y sirvientas?

—porque eso no está en sus labores, además— pauso sus palabras, lo que diría a continuación le dolería tanto, quemaría sus labios con el simple hecho de pronunciar las palabras. Suspiro de nuevo y con una voz molesta y avergonzada al mismo tiempo pronuncio —te necesito Ching— ya no había marcha atrás de arrepentirse por lo que acababa de decir y se recordó mentalmente su juramento para con su amada. Haría, cualquier cosa por ella, incluso si eso lo llevara a tragarse su enorme orgullo —con tu apoyo Pucca no se sentirá tan presionada— termino de hablar. Mientras luchaba por mantener la serenidad en su rostro y no mostrarse arrepentido de lo que había dicho.

—¡presionada por los niños!... no querido, no te preocupes, por eso—pucca esbozó una hermosa sonrisa llena de seguridad.

—no me refiero a ellos... es porque tendrás una semana muy ajetreada y Ching puede ayudarte a prepararte mentalmente para este fin de semana que viene— ambas lo quedaron viendo, como si le hubiera salido una cabeza extra.

—¡espera! Acaso... ¿Olvide algo? —su preocupación de inmediato salió a flote.

—¡oh princesa! A partir de mañana empieza tu tutoría.

—¿Qué?... como que tutoría, Tobe estás loco, si no tiene mucho que ella dio a luz-Ching si se preocupó por aquellas palabras.

—tranquila Ching, déjalo que termine—trato de sonar más razonable en ese momento.

—a partir de mañana la señora Yu y una institutriz, te darán unas exhaustivas clases de etiqueta. Aprenderás a como usar correctamente cada utensilio sobre la mesa, un poco de moda a utilizar para cada ocasión, baile clásico como el vals y Yang Long te enseñara lo básico en administración empresarial y mercadotecnia—el sueño y el colar de su amada lo estaban comenzando a hacer sentir mal.

La señora Yu entro en escena haciendo sonar su bastón al ritmo de sus pasos.

—¡mi señora!, espero poder servirle y enseñarle lo mejor posible, el tiempo es muy corto y hay demasiadas cosas que aprender— le hablo a la azabache mostrándole una reverencia.

—un momento... ahora yo soy la que está confundida—añadió Ching

—no eres la única, yo también lo estoy, ¿para qué la tutoría y porque si es algo extenso me estás dando poco tiempo? – su mirada se posó expectante sobre su amado, aún no sabía nada y su cuerpo sentía mortificarse sin siquiera saber bien de que estaba hablando él.

—usted es la señora de la Familia Yong,-explico la señora Yu-por lo tanto, debe comportarse con el decoro que es debido, lo que usted haga o diga frente a los demás señores de familias ricas, repercutirá en la imagen de la nuestra, así como en la del joven amo— la señora Yu tenía toda la razón.

La preocupación por lo dicho, comenzó a instalarse en el corazón de pucca, así como comenzar a crecer en su interior, al fin entendía por qué toda su atención debía ser consumida por la tutoría sin necesidad de preocuparse por sus hijos, pues Ching estaría a su lado...




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¿¡Mi Decisión!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora