Capítulo 24 - Complicada

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Sebas fue despertado por un soldado, quien a la vez despertaba a José y Marcell.

—Solo cinco minutos más, es la primera vez que duermo tan bien en tanto tiempo —decía Alex en lo que era despertado por el cadete.

Eran las seis de la mañana, y todos en la habitación sabían que lo que venía ahora era el entrenamiento, pues debían estar mejor preparados para lo que estaban prontos a enfrentar, ya que esta vez no solo se trataría de salvar sus vidas, sino también la de otras personas. A Sebas y a José les costó levantarse, así como a Alex, mientras que por su lado, el único que se levantó a la primera llamada fue Marcell que luego se encargaría de levantar por completo a sus compañeros, yendo en Sebas diciéndole:

—No seas tan dormilón, ya levántate que hay cosas que hacer.

—Tú ya habías dormido antes en una cama sin el temor de que un infectado te asesine —dijo Sebas entre bostezos.

—Bueno, tal vez tengas razón.

—¿Tal vez?

—Bueno, solo un poco de razón y ya.

Una vez los cuatro estuvieron despiertos fueron al comedor para desayunar, fue ahí donde se encontraron a Milagros y Cecilia. Ellas llamaron a todos para que vengan a comer en su misma mesa. Al llegar Sebas dijo a Milagros:

—Buenos días. ¿Qué tal durmieron?

—Muy bien, fue muy relajante poder dormir sin escuchar los ruidos de los infectados que venían de las calles. ¿Y ustedes?

—Por mi parte dormí muy bien, las camas son muy cómodas.

—Si de mi dependiera dormiría hasta que sea mediodía —dijo Cecilia tratando de mantener los ojos abiertos.

—Estoy contigo Cecilia, fue difícil levantarse, pero bueno, teníamos que comer, ya hacía mucho tiempo que no comíamos hasta el punto de estar llenos —dijo José aún bostezando.

—Pues me alegra que todos durmieron bien. Coman hasta estar satisfechos, que lo necesitarán para el entrenamiento —dijo Marcell a los demás sentados en la mesa.

—Supongo que no queda de otra. Pues si tendremos que salvar a personas lo haremos y seremos los mejores en ello —dijo Sebas optimista.

—Sí, claro, pero, ¿podrían iniciar con el entrenamiento un poco más tarde al menos? —dijo Alex quejándose.

Todos en la mesa rieron. Una vez terminaron de comer, se fueron al patio, siendo guiados hasta el lugar por Marcell para poder comenzar con su entrenamiento. Al llegar los demás soldados no entendían que hacían Milagros y Cecilia en el patio tan temprano, ya que como lo dictaban los protocolos solo los hombres mayores de edad estaban obligados a ayudar en las misiones de rescate, por lo que ambas no deberían estar aquí, pero llegó el general y llevó a todos a una parte alejada del resto con otras personas que también iniciarían con su entrenamiento hoy, y quien sería el encargado de monitorear todo en general sería Marcell. Sebas, José, Milagros, Cecilia y Alex, además de los otros varones que estaban con ellos, comenzaron a oír a Marcell que daba unas palabras de bienvenida:

—Ya que todos están aquí, se ve propicio iniciar con el entrenamiento para que todos puedan estar preparados al momento de ir a cumplir con sus misiones respectivas de rescate. Esto como ya lo saben, es una forma de salvar más vidas humanas, y así poco a poco vencer a los infectados y acabar con el apocalipsis de una vez por todas.

Todos fueron separados en grupos, en donde todos los supervivientes estaban en el mismo, pero antes de que todos puedan empezar llegó alguien y dijo:

Death in Deep: Muerte en lo ProfundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora