Capítulo 46 - Distracción

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Mila volteó, pensó unos segundos más en silencio.

—¿Pasa algo? — preguntó Sebas.

—No pasa nada, es solo que, estaba pensando bien en el plan antes de decírselos.

—¿No estás segura de tu plan? —preguntó José.

—No del todo, es que, es muy...

—¿Arriesgado?

—Sí, podría decirse.

—Mila, hoy en día, solamente salir a las calles es arriesgado, y lo estamos superando, créeme que si tú plan es arriesgado, también lo superaremos, los tres juntos —dijo Sebas.

Milagros aún se quedó en silencio unos segundos más, pero luego decidió decirles su plan a los demás.

—Bien, este es mi plan: ¿Ven ese camión allá? —dijo señalando.

—Sí, lo veo —dijo José.

—Yo igual, ¿qué harás con él?

—Tiene las llaves dentro, y al final de la calle, está el banco, al frente del centro comercial, y lo que haré será encender el camión, le quitaré el freno y haré que baje toda la calle hasta chocar con el banco, activando la alarma, atrayendo todos los zombis hasta ahí, nosotros aprovecharemos eso como distracción y nos iremos rápido.

—Espera, sé que dijimos que cualquier cosa que fuera arriesgada la superaríamos juntos, pero esto es demasiado —dijo José.

—¿Por?

—Si no llegamos a escapar pronto, los infectados nos rodearán y nos matarán.

—Tú lo has dicho, si no escapamos pronto, habrá que ser muy rápidos está vez si queremos que el plan funcione a la perfección.

—¿Y si mejor usamos el camión para atravesar el centro en él?

—No sería buena idea, hace mucho ruido, atraería demasiados infectados hacia nosotros, quedaríamos en medio de una marea de zombis, solo para que finalmente tumben el camión y nos maten —contestó Milagros.

—Mila tiene razón José, y aunque el plan que ella propone puede ser demasiado arriesgado, si lo hacemos bien habrá sido la mejor elección, yo si estoy de acuerdo con tu plan Mila.

—Bien, José esperamos tu respuesta.

José se detuvo unos segundos para pensar, pero Milagros lo interrumpió.

—Apresúrate, no tenemos tiempo.

—Calma, déjalo pensar un momento.

—Sabes que no tenemos tiempo.

—Aún así, para que esto salga de acuerdo al plan tenemos que estar todos...

—Está bien, acepto el plan— dijo José.

—Al fin.

—Pero solo una cosa, recuerden que no quisiera forzar mucho mi pierna.

—Te preguntamos antes de salir si ya estabas bien, nos dijiste que sí, así que no vengas con que ahora no puedes ir a nuestro ritmo, si te quedas atrás nadie te esperará.

—¡¿Oye qué te sucede?! ¡¿Te das cuenta de lo que dices?!

Milagros solo ignoró las palabras de José y dijo:

—Prepárense, yo iré a ver el área otra vez.

Sebas notó entonces el fastidio y enojo en el rostro de José a causa de las actitudes de Milagros, así que fue con su compañero.

Death in Deep: Muerte en lo ProfundoWhere stories live. Discover now