Capítulo 28 - Decisiones

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Los supervivientes avanzaban hasta las escaleras, cuando Alex les habló a todos por el intercomunicador muy agitado:

—¡Chicos tienen que subir rápido, no tienen mucho tiempo!

Los supervivientes se quedaron sorprendidos por las palabras de su compañero. Marcell le preguntó:

—¿Qué es lo que sucede?

—¡Un camión de combustible se chocará contra el edificio!

—¿Un cam...

Antes de que pudiera terminar la frase, una fuerte explosión de pisos inferiores se escuchó, que a la vez causó que la universidad de sacuda de manera muy brusca, haciendo que los supervivientes y los estudiantes caigan al suelo, todos se pusieron de pie y rápidamente fueron corriendo a las escaleras para llegar a la azotea, pues la explosión se oyó lo suficientemente fuerte como para saber que en solo unos minutos más el lugar quedaría hecho escombros. Pronto pedazos del techo comenzaron a caer. Los supervivientes llevaban a los estudiantes, esquivando todos los objetos que caían. Al llegar al quinto piso Marcell se adelantó un poco y llevo a los estudiantes, mientras por su lado, Sebas, José, Milagros y Cecilia se quedaron un poco atrás. Marcell y los estudiantes llegaron a subir hasta el sexto piso, y cuando Sebas y el resto estaban en las escaleras, varios escombros cayeron del techo, aplastando a José, Milagros y a Cecilia, Sebas volteó a ver lo que ocurría, pero no se percató que otros escombros caerían sobre él; Marcell al darse cuenta de lo que ocurría bajó rápido para ayudar a su amigo; por su parte, Sebas no quedó tan atrapado, podía salir de los escombros fácilmente para seguir subiendo, pero él sabía que el resto de sus amigos también tenían escombros encima, y ellos sí estaban atrapados en serio. Marcell al llegar hasta su amigo le dijo:

—Tranquilo bro, yo te saco de aquí.

—¡Espera!

—¿Qué ocurre?

—No puedo irme sin el resto de mi equipo.

—Pero es muy arriesgado, ahora puedes escapar fácilmente, te saco y nos vamos en el helicóptero.

—No puedo dejarlos, somos un equipo... no... somos una familia.

—¡Pero podrías morir!

—En la vida hay que tomar decisiones difíciles, no solo por nosotros, sino también por las personas que queremos.

—¿Qué es lo que harás?

—Voy salvar a mi familia.

Entonces Sebas en vez de salir por adelante, por donde escaparía rumbo al helicóptero, salió por atrás, para salvar al resto del equipo. Una vez llegó levantó los escombros para que los demás pudieran escapar.

—¿Por qué no escapaste? —preguntó José al salir.

—No iba a dejarlos morir aquí, hicimos la promesa de sobrevivir juntos como equipo.

En ese momento Marcell le habló a Sebas por el intercomunicador y le dijo:

—¡¿Bro estás bien?!

—Tranquilo, estamos bien todos.

—¿Pero ahora cómo subirán?

Todos observaron a su alrededor, luego de unos segundos Sebas dijo:

—Usaremos el ascensor, llegaremos en un dos por tres.

—Bien, aquí los esperamos.

Sebas llamó al ascensor, pero las cuerdas que posiblemente no estaban del todo bien causaron un chirrido muy fuerte; el silencio se apoderó del lugar, pero se esfumó segundos después, ya que una gran horda de infectados iba rápido hacia los supervivientes; ellos sacaron rápido sus armas y empezaron a defenderse hasta que el ascensor llegará hasta su nivel; los infectados eran muchos, pero finalmente ellos lograron acabar con todos. Parecía que se había terminado, pero luego vieron como del profundo pasillo, un mutado se dirigía a ellos; no iba rápido, ya que tenía un fierro grande incrustado en un pierna, se acercaba cojeando; los supervivientes dispararon contra la criatura, pero él era muy resistente, el ascensor estaba a solo un piso de ellos, luego se abrieron las puertas, ingresaron rápido pero vieron como el mutado se sacó el fierro de la pierna y empezó a avanzar más rápido hacia ellos, fue ahí cuando Cecilia lanzó una granada al pasillo, abriendo el suelo haciendo que el mutado caiga; se cerraron las puertas y finalmente subieron. En la azotea, Marcell y Alex estaban pendientes de cualquier movimiento, ambos sabían que por la explosión, el edificio no se mantendría en pie por mucho más tiempo, por lo que si los demás no llegaban pronto se tendrían que ir, fue ahí que del ascensor salieron los supervivientes, todos subieron al helicóptero, y el piloto al ver que estaban todos elevó el vehículo y llevó a todos a la zona segura. Finalmente habían cumplido su primera misión.
Al llegar a la base, los estudiantes fueron a ser revisados, luego los supervivientes, al terminar con la revisión, los soldados del ejército y agentes del CAB los felicitaron por su trabajo, el general del ejército salió al frente y dijo:

—Felicitaciones a todos, cumplieron la misión, rescataron a los estudiantes y todos salieron vivos.

—No por mucho —dijo murmurando José.

—¿No por mucho?

—Solo se refiere a un pequeño contratiempo —contestó Cecilia.

—Ah bueno. Ahora pueden ir a descansar, los llamaremos para la hora de comer.

—Gracias señor, ahora con permiso, nos retiramos —dijo Sebas exhausto.

Todo el equipo se fue a dormir un poco.
A la mañana siguiente, los soldados pensaban en cuál podría ser la siguiente misión del equipo, pensaban en una que no fuera tan difícil, ya que a pesar de que sobrevivieron a la anterior misión, se dieron cuenta que no fue tan fácil como ellos pensaron en un principio, pero de todos modos pensaron en otra misión que fuera de dificultad media si es que se le podría llamar así, y examinando entre las locaciones de las llamadas de rescate y de entre todas notaron una, la cual pensaron que era la indicada para ellos. Una vez todos estuvieron despiertos les dijeron:

—Ya tenemos la siguiente misión para ustedes, la anterior ciudad que visitaron fue de una población de más de ciento ochenta mil habitantes, y esta vez, será una de más de un millón seiscientos mil habitantes.

—Hubiera sido mejor que nos dé los detalles de la población luego, con solo escuchar ese número ya me desanimó por completo —dijo Sebas aun con un poco de sueño.

—¿A qué ciudad iremos hoy? —preguntó José.

—Ustedes irán a la ciudad de Filadelfia, en el estado de Pensilvania.

—¡Yo quería ir ahí! Bueno, antes que todo se saliera de control, y haya zombis por todos lados y la ciudad esté destruida —dijo Cecilia.

—Recibimos la llamada de una pareja de esposos que se encuentran encerrados en su casa. Vayan en un helicóptero y rescaten a los necesitados.

El equipo se preparó rápidamente para ir a cumplir con su misión asignada, una vez todos estuvieron listos, fueron al helicóptero, y partieron rumbo a la ciudad para cumplir con su segunda misión.

Death in Deep: Muerte en lo ProfundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora