Capítulo 27 - Misión Uno

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Esa noche se apagó con la salida del sol, siendo nuevamente de mañana, tocaba continuar con el entrenamiento, un nuevo día iniciaba, y transcurrió rápidamente, pues sin que se dieran cuenta ya eran las seis. Terminada la hora de comer todos fueron a dormir, pero lo que fueron horas de sueño profundo, pareció solo un pestañeo, los despertaron tan rápido como se quedaron dormidos. Se levantaron muy rápido, bostezando, con ojos que pedían más descanso, nuevamente luego de desayunar ya se encontraban en el patio, peleando contra muñecos que simulaban ser infectados, mejorando así su combate cuerpo a cuerpo, y sin notarlo, ya habían acabado por hoy; ya eran las seis de la tarde, el sol se había ocultado, todos fueron a la cafetería, pero no hubo una discusión a la mitad de la cena esta vez, luego todos se habían ido a descansar, el día siguiente llegó, poco a poco los supervivientes se iban acostumbrando a su nueva rutina, para el sexto día el horario para despertarse ya no era un problema, y para el décimo ya habían aprendido todo lo que necesitaban para las misiones, fue así que cuando menos se lo esperaron, que las dos semanas de entrenamiento habían acabado. Tendrían un día de descanso, para que la mañana siguiente, recibieran su primera misión.

A las ocho de la mañana los supervivientes ya estaban despiertos, fueron a tomar desayuno, al terminar les dieron su primera misión de rescate. Un soldado del ejército fue con ellos y les dijo:

—Les daremos para comenzar tres misiones de prueba, la primera en una ciudad no tan poblada, la segunda en una más o menos poblada, y la última en una de las ciudades más pobladas y por ende de las más infectadas.

—Hoy tocará la ciudad fácil, ¿verdad? —preguntó Sebas.

—No lo llamaría fácil, pero es bueno que no lo vean como un problema.

—Bueno, ¿a quiénes salvaremos y a qué ciudad iremos?

—Ahora les daremos los detalles. El punto de evacuación al que fueron asignados para su primera misión es en la ciudad de Columbus en el estado de Georgia, con una cantidad de más de ciento ochenta mil habitantes. Recibimos un llamado de un grupo de tres estudiantes atrapados en una universidad. Ellos están encerrados en uno de sus salones, y el lugar ha sido completamente tomado por los infectados. Su misión será llegar en un helicóptero a la azotea de la universidad, ir por los estudiantes hasta su salón y traerlos a la zona segura.

—Iremos en el helicóptero hasta allá y los traemos, todo entendido. ¿El resto sí entendió? —preguntó Sebas a los demás.

—No será muy difícil —dijo José.

—Ya peleamos con infectados antes. Esto no será diferente —comentó Milagros optimista.

—¡Hay que acabar con ellos! —Dijo Cecilia y luego agregó—: Me refiero a los zombis que quede claro.

—Si todos ya están listos pues yo también —mencionó Alex.

—¿Entonces qué estamos esperando?

El soldado del ejército se quedó sorprendido al escuchar al equipo, ya que, para él, la mayoría de personas que eran enviadas a realizar rescates normalmente no estaban tan tranquilas y sobre todo animadas a que los lleven a esas zonas de guerras o al menos la primera vez, pero dejó de pensar mucho, pues era mejor que el equipo se sintiera optimista, así sería más fácil para ellos cumplir su misión. Detuvo sus pensamientos y dijo al equipo:

—Bien, ya que tienen toda la información necesaria para cumplir su misión, solo queda que se preparen. Marcell los guiará a una habitación donde se pondrán uniformes, luego a la sala de armas, para que puedan abordar el helicóptero y vayan directo a Columbus, tienen diez minutos.

—Tiempo suficiente —dijo Sebas.

Marcell los llevó a que se cambien, luego todos tomaron un arma, y fueron a tomar el helicóptero. Cuando todos estaban subiendo al vehículo, llegó Kendall y los detuvo antes que suban.

Death in Deep: Muerte en lo ProfundoWhere stories live. Discover now