Capítulo 33 - Pérdidas

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Los supervivientes al escuchar las palabras del piloto, abrieron las puertas del helicóptero y se asomaron a ver si los dos jóvenes ya habían llegado a la azotea, pero al parecer aún no había nadie, Sebas aún se encontraba algo nervioso, pero luego trato de relajarse diciéndose a sí mismo:

—Tranquilo amigo, termina la misión y listo, todo habrá salido bien, todo habrá salido bien...

No pudo seguir pensando ya que escuchó como José decía mientras señalaba a la azotea del punto de encuentro:

—¡Unas bengalas! ¡Ellos ya están ahí!

El piloto al oír eso acercó el vehículo al edificio, vieron como uno de los jóvenes lanzaba las bengalas mientras que el otro forzaba la puerta a la azotea para que ningún infectado pasé, del helicóptero bajaron Sebas, José y Alex mientras que Milagros y Cecilia cubrían a sus compañeros desde el helicóptero. Sebas vio al chico que forzaba la puerta y lo reconoció.

—¡Adrián! —le gritó al verlo.

El chico volteó a verlo, él también lo reconoció y le respondió:

—¡Sebas eres tú!

—¡Suéltala y corre, yo te cubro!

Adrián al oír eso dejó la puerta y corrió al helicóptero, los infectados lograron entrar a la azotea, pero rápidamente Sebas, José y Alex les disparaban, cuando escucharon que Milagros les gritó:

—¡Ya están dentro del helicóptero, vengan para irnos!

Ellos al oír eso regresaron al vehículo mientras sus compañeras disparaban a los infectados, y una vez todos estuvieron dentro, avisaron al piloto y se fueron de ese lugar. Al terminar el rescate, Sebas sintió dentro suyo mucha paz, ya que la misión había salido de lo mejor y por fin podía sentir que todo iba a salir bien, luego miró a su viejo amigo y le dijo:

—Vaya sorpresa encontrarte bro, me alegra saber que estás bien.

—Sí, apenas, parece que tú estuviste más ocupado que yo.

—Podría decirse que sí, aunque no tanto. ¿Y tu amigo quién es?

—Yo soy Farit. Ambos nos encontramos en un parque cuando inició todo, y decidimos trabajar juntos para sobrevivir, ¿y ustedes de donde se conocen?

—De la universidad, éramos buenos amigos nosotros dos y un amigo más.

José al oír eso preguntó:

—Supongo que ese amigo más era Marcell, ¿cierto?

—Pues sí, le atinaste José.

—Ah te refieres a Marcell —dijo Adrián y preguntó—: ¿Sabes algo de él?

—Sí, está en la ciudad ahora mismo rescatando gente, ahora mismo vamos a encontrarnos con él para ver cómo salió todo.

—¿Y tienes alguna forma de comunicarte con él?

—Con un radio, creo que mejor le hablaré para decirle que vamos.

Sebas tomó la radio y marcó a Marcell, pero no le respondió, solo se escuchaba interferencia, Sebas se puso algo extrañado de eso, pues ellos ya deberían haber completado su misión al ser el mejor equipo de rescate del ejército; Adrián al ver la expresión en el rostro de Sebas le preguntó:

—¿Todo anda bien?

—Sí, es solo que no se escucha nada, quizás sea la señal que está...

De repente alguien en la radio respondió, con un audio apenas entendible, se oyó al que al parecer era Marcell, que solo dijo una palabra:

—Ayuda...

Death in Deep: Muerte en lo ProfundoWhere stories live. Discover now