Capítulo 43 - Promesa

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Los supervivientes subieron a la parte alta del tren para librarse de los infectados. Así fueron avanzando saltando entre trenes queriendo llegar hasta la salida. Mientras los zombis trataban de alcanzarlos desde el suelo, los supervivientes estaban por terminar de pasar los dos últimos vagones del tren, pero justo antes apareció el enmascarado que desde una zona más alta aún les gritó:

—Ustedes no se han librado aún, ¿ya se olvidaron de mí?

Sebas al verlo dijo:

—Tú sí que eres la piedra más fastidiosa de mi zapato.

—Una lástima enorme que nunca podrás librarte de ese fastidio.

Sebas y José estaban por sacar sus armas, cuando el sujeto levantó su lanzagranadas y los apuntó diciendo:

—Al primer movimiento, los vuelo en mil pedazos.

—¡Baja esa arma y déjanos ir! —le gritó Cecilia.

—Es que no puedo dejarlos ir. Yo los necesito.

—¿Pero para qué? —preguntó Sebas extrañado.

—Ustedes no están listos para saberlo.

Mientras ellos eran amenazados por el enmascarado, los infectados trataban de llegar hasta ellos, intentando subir como pudieran para devorar a sus víctimas, pero justo antes de que el sujeto pudiera disparar José levantó su arma y disparó al brazo del enmascarado, este cayó y a la vez dejó caer su lanzagranadas a los pies de Milagros, ella levantó el arma, y luego de apuntar contra los infectados, disparó, así acabando con todos ellos, Sebas entonces dijo:

—Buen trabajo Mila, ahora vámonos, ya no hay nada que hacer aquí.

Los supervivientes entonces decidieron irse del lugar, bajaron de los techos de los trenes y se dirigieron a la salida, Sebas, José y Milagros salieron de la estación, pero justo antes de que salga Cecilia, alguien la tomó del brazo. Los supervivientes voltearon a ver qué pasó con Cecilia, y vieron que el enmascarado la tenía atrapada aún con su brazo herido, Sebas entonces dijo:

—Ahora ya no sé cómo puedes aguantar eso.

—No preguntes si no quieres saber la respuesta.

—Suéltala ya, no sé qué quieres o qué es lo que buscas, pero no le hagas daño —dijo José.

Milagros entonces se desesperó y le gritó al sujeto:

—¡Suelta a mi hermana por favor, no le hagas nada!

El enmascarado entonces los vio, levanto su arma y dijo:

—No la quería a ella exactamente, pero creo que igual funcionará.

El enmascarado entonces disparó a la pierna de José, dejándolo en el suelo, luego soltó una carcajada y dijo:

—Eso fue por lo del brazo, me la debías.

Al lado de la estación, había una zona en la que se encontraba combustible para transportar, y al ver eso el enmascarado dijo:

—Esperó que ayuden a su amigo a correr, claro si es que quieren salvarlo.

Entonces luego de decir eso, apuntó su arma contra el combustible, y disparó, causando una gran explosión la cual dejó una onda expansiva que tumbó a los supervivientes, y también dejó una gran pared de humo haciendo que el enmascarado desaparezca con Cecilia entre la niebla. Luego de eso, los supervivientes se levantaron, Milagros vio a su alrededor, y notó que ni el enmascarado ni Cecilia estaban por ningún lado. Supo enseguida que había perdido a su hermana. Segundos después se deshizo entre lágrimas.

—¿A dónde se llevó a mi hermana? ¿Por qué se la llevó?

Entonces Sebas fue a consolarla, luego Milagros volvió a decir:

—¿Y ahora a dónde iremos? Ni siquiera tenemos refugio.

—Ahora solo pensemos en cómo irnos de aquí, la explosión atraerá infectados.

—No pude proteger a mi hermana.

—Tranquila, esto no se ha terminado, por ahora solo pensemos en cómo salir de aquí.

Sebas fue a levantar a José para ayudarlo a caminar, luego de unos segundos en puro silencio, un ruido comenzó a hacerse sonar, todos los supervivientes no entendían de dónde venía, pero luego de que el humo se dispersara un poco, Milagros vio la camioneta en la que había llegado el enmascarado, y vio como este estaba huyendo en esta misma con su hermana en el interior. Milagros intentó seguir el vehículo, pero Sebas la detuvo diciendo:

—Sé que estás desesperada por lo que le pueda pasar a tu hermana, pero ahora pensemos con la cabeza fría.

—¡Pero ese enfermo le puede hacer algo horrible! ¡La puede matar!

—Es muy difícil para ti, pero trata pensar con la cabeza fría, créeme será lo mejor para todos.

Milagros se tranquilizó un poco, y se memorizó el color, la forma y todos los detalles posibles de la camioneta en la que había huido el secuestrador de su hermana, ya que sabía que eso le sería muy útil en el futuro. Ahora había que pensar en un lugar donde poder refugiarse, y por el estado de José, debía ser un lugar cercano, pues no podría avanzar mucho en su estado. Sebas decidió poner en pie a su amigo, y junto a Milagros comenzaron a avanzar sin un rumbo fijo hasta encontrar un lugar por lo menos para pasar la noche. Había pasado ya un un tiempo buscando por las calles cuando encontraron una casa abandonada en una zona tranquila y alejada de la ciudad en la que podrían estar un tiempo seguros. Al llegar y establecerse en su nuevo hogar, Sebas ayudó a José con su herida en la pierna, luego de eso, ambos notaron que Milagros miraba nostálgica por la ventana, así que fueron a preguntarle:

—Puede ser muy tonto preguntar esto ahora, pero, ¿cómo te sientes?

—Muy preocupada por Cecilia, no puedo sacarme de la cabeza que ya no está aquí.

—Ya no te tortures más con eso, no fue tu culpa que haya sido capturada por ese imbécil —dijo José.

—Pero aún así yo debía protegerla, soy su hermana mayor.

—Oye, antes nuestro plan principal era salir de esta ciudad, pero ahora ha cambiado, escapar de aquí tendrá que esperar, ahora solo nos enfocaremos en encontrar a Cecilia. Yo dije que saldríamos de aquí los cuatro juntos y eso haremos, te prometo que no nos iremos de aquí sin ella, te prometo que encontraremos a Cecilia, pase lo que pase.

El sol se ponía y desaparecía lentamente entre los edificios de una ciudad fantasma. La oscuridad se hacía presente. Hoy los supervivientes habían perdido más que cualquier otro día, pero aún cuando parece que habían sido derrotados, ellos buscarán la forma de volver a estar todos juntos de nuevo, y así poder escapar del apocalipsis zombi.

Death in Deep: Muerte en lo ProfundoWhere stories live. Discover now