Death in Deep: Muerte en lo Profundo

Capítulo 69 - Tiempo

Marcell se tomó unos segundos para tratar de entender bien lo que acababa de decir el general.

—¿Con el tiempo que tenemos ahora? —preguntó confuso.

El general soltó otro suspiro antes de contestar.

—Sí, soldado.

—¿Pero qué quiere decir con eso?

—Quiero decir que con la información que me ha llegado ahora, creo que tenemos una situación casi imposible de superar.

El general tomó un vaso de agua que tenía en su escritorio, y fue en el momento de levantar el vaso para beber que Marcell notó que el general estaba temblando. Varios escalofríos se apoderaron de él casi al instante, pidiendo una rápida explicación de lo que estaba sucediendo.

—Señor, es fácil darse cuenta que esto es muy serio, así que no lo alargue más por favor y dígame ya lo qué está pasando.

El general se terminó su vaso de agua en menos de tres segundos y procedió a darle la información a Marcell.

—Hace ya unos cuantos minutos me llegó la información de que los escuadrones de defensa que enviamos cayeron más pronto de lo que pensamos ante la horda de infectados. Teníamos estimado que ellos durarían al menos dos días para que se llevara a cabo la evacuación, pero por lo visto no pudieron contra la gran horda que tuvieron en frente, por lo que ellos llegarán aquí mucho más pronto de lo que pensábamos.

Luego de escuchar eso, Marcell solo tenía una última pregunta que hacer, la misma de la que temía su respuesta.

—Y... ¿a cuánto se redujo nuestro tiempo, señor?

El general se limpió el sudor del rostro con un pañuelo, y al terminar ni siquiera vio a Marcell cuando contestó.

—A partir de ahora, unas cuatro horas, aproximadamente.

Marcell no tenía algo en lo que se reflejara su rostro para ver su expresión, pero estaba seguro que era igual o peor a la que tenía el general cuando lo vio al entrar hace rato.

—¡¿Cuatro horas?! —gritó.

—Baje un poco la voz —contestó el general.

—Pero, señor, esto es... ni siquiera puedo imaginar... cómo es que...

—Ya lo sé, soldado, yo quedé igual al enterarme.

—¿Y está muy seguro?

—Obviamente, soldado —contestó el general de mala gana y luego de suspirar y calmarse un poco volvió a hablar—: Cuatro horas o siendo optimistas cinco. Es todo lo que tenemos ahora para salvar a la gente de esta zona que ya no es segura.

—Pero no entiendo cómo el tiempo se pudo reducir tanto...

—Ni yo, soldado, pero esa es la situación actual. Los puestos de vigilancia han reportado el rápido avance de los no muertos, y nuestros escuadrones de defensa en vez de debilitar a la horda de infectados, la fortificaron.

—Todos se infectaron entonces...

—Soldado —dijo seriamente interrumpiéndolo—, ahora mismo vaya e informe de esto a todos. Traten de salvar a la mayor cantidad de gente de aquí y luego realizaremos la retirada y abandonaremos la ciudad por completo.

—Pero no podremos salvar a todos. ¿Qué pasará con la gente que se quede?

—Quisiera ayudarlos, pero en esta situación ya no se puede hacer nada más.

—¿Entonces solo los dejaremos para morir?

—No hay más que podamos hacer, soldado.

—Pero no podemos...