VI

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El profesor dictaba y dictaba sin detenerse. ¿Acaso pensaba que todos tenían superpoderes y podían escribir tan rápido como decía cada oración? Parecía que estaba rapeando. Dios.

--- Kim TaeHyung, te buscan en la dirección--- interrumpió alguien de tercer grado. El profesor miró mal al intruso, pero este ni se inmutó.

--- ¿Ahora qué hiciste?--- reclamó su amigo mientras lo veía pararse y recoger sus cosas rápidamente. Le hacía feliz irse y dejar al viejo atrás.

--- Nada, deja ver qué sucede--- murmuró, pero se notaba meramente nervioso. ¿Y si lo expulsaban por haberse atrasado una vez más en los pagos? Tenía mucho miedo. Realmente estaba haciendo lo posible por graduarse. Incluso había comenzado a reducir ciertos gastos que veía "innecesarios".

Ya no compraba chuches. Esos que le hacían subir de peso fácilmente. No compraba nada de golosinas. Ninguna clase de aperitivo o postre.

El castaño caminó a paso lento detrás de aquel chico. Ahora lograba reconocerlo. Era el sobrino del director y lo envidiaba únicamente por poder saltarse las clases sin recibir ninguna clase de regaños o castigos.

Entraron a la enorme habitación y el otro les dió privacidad, dejándolo así mucho más nervioso que antes. Oh, por dios. Iba a vomitar el sándwich de pollo que le había comprado JiMin en la mañana.

--- Buenos días, señor Kim--- decidió saludar el director al ver que el otro no decía ni pío. Lo conocía. Era el chico problemático con miles de deudas, que también era un buen estudiante, por supuesto. Simplemente tratar con él era imposible. Casi siempre le molestaba algo y explotaba como dinamita.

--- No me diga señor. Aún soy ilegal, así que sigo siendo joven.

--- ¿En serio eres ilegal?--- preguntó sorprendido alguien que salió de la mini biblioteca. Mierda, casi le saca el corazón del susto.

Oh, esa voz tan linda.

--- ¿Don perfecto?--- se giró a verlo de frente, observándolo más formal que nunca. Llevaba un traje oscuro y una camisa blanca. La corbata no estaba en su lugar, pero aún así no parecía necesitarla. Lucía muy bien.

El director frunció el ceño. El mocoso estaba hablando muy informal. Sentía que lo dejaba mal.

--- Bueno, veo que ya se conocen. Así que, señor Jeon, proceda a firmar los papeles para el ilegal. Que vea que esto es un proceso transparente.

El de piel canela frunció el ceño. Don perfecto tampoco era un señor... Se veía muy joven.

--- Esperen, ¿Proceso de qué?

--- El de tu beca, ¿Lo olvidaste? Trabajaste para la cafetería durante un año y medio, así que has sido seleccionado por el programa DalLux Co.  para ayudarte a cumplir tus sueños. Felicidades--- pronunció el alto azabache con una sonrisa genuina.

Algo había escuchado de ello en las noticias, sobre el programa raro ese. Y también, ahora recordaba esos jugosos cinco mil dólares. Wow. Los ricos sí que le entraban duro a las caridades. Claro, en algo tenían que gastar la millonada que ganaban.

--- Cinco mil es poco--- tosió falsamente, viendo de reojo al director levantarse casi que para golpearlo por ser tan "grosero".

--- ¿Cuánto necesitas entonces? Lamentamos profundamente no haber tomado en cuenta los gastos de transporte o comida. Tienes un excelente promedio, así que te daré lo que gustes--- JungKook se acercó, interesado en saber lo que TaeHyung deseaba.

Vaya, qué ofertón.

--- Señor Jeon, no debería de tomarse tantas molestias--- habló rápidamente el director.

--- Descuide. Él lo merece.

Ah, casi le tocó el corazón con eso.

--- Quiero el doble o nada--- era un "casi", ¿No?.

Sugar, but not your baby (KookTae)Onde histórias criam vida. Descubra agora