XXII (1)

255 24 0
                                    

Con salir, el presidente no pensó que se refería a que lo obligaría a llevarlo al cine, donde TaeHyung decidió comprar de todo a sabiendas de que él pagaría. Y no, no le molestaba. Tenía mucho dinero como para eso y más.

--- En este cine hace falta una de tus cafeterías, ¿No crees?--- cuestionó el menor con un puchero, después de pensarlo mucho rato. Quizás y eso le serviría para meter cosas gratis a la sala.

La película era sumamente aburrida, por cierto. Casi que el castaño solo había ido con la idea de comer o de coquetearle al otro.

--- Esa es una excelente idea--- mencionó acariciando el mentón de su menor cariñosamente--- hablaré con la asistente luego.

El de piel canela sintió las comisuras de sus labios elevarse sin permiso alguno. Aún si su mayor parecía interesado en la película, no dudaba en atenderlo, en escucharlo a pesar de las interrupciones.

--- Yo... Uh--- afortunadamente su sonrojo no se vería debido a la casi nula luz en el lugar. Pero sí que no se había salvado de titubear como un idiota. Pero no podía hacer nada al respecto si aquel guapo hombre lo miraba así, estando tan cerca. Se sentía atacado--- JungKook. Quiero llamarte JungKook también--- sí, era consciente de la diferencia de edad, pero desde un inicio le importó una mierda y lo trató irrespetuosamente.

--- Si es lo que deseas, está bien--- dijo de acuerdo. Podía ser algo tonto, pero el amor a primera vista pareció nublar sus sentidos desde entonces. Jamás aceptaría faltas de respeto. Siempre exigía ser tratado por lo que era, por quién era. Pero con TaeHyung eso nunca sucedió. Su lado cretino y egocéntrico se esfumaba.

Sí, se había esforzado para llegar hasta donde estaba. Era esa clase de persona que se sentía bien estando por encima de los demás. Sin embargo, ahora tenía una enorme excepción, una debilidad.

Unas delgadas y preciosas manos, viajaron hasta su nuca mientras estaba distraído, masajeando con delicadeza el lugar.

--- Si te gusto, entonces... Supongo que está bien admitir que me gustas un poco también--- susurró, dejando cortos besos en el rostro ajeno antes de llegar hasta sus labios y aprovechar la soledad de aquella sala de cine, sin darse cuenta de que estaba enamorando cada vez más a aquel azabache amargado, que se estaban perdiendo el uno en el otro con cada segundo que pasaban juntos.

 Supongo que está bien admitir que me gustas un poco también--- susurró, dejando cortos besos en el rostro ajeno antes de llegar hasta sus labios y aprovechar la soledad de aquella sala de cine, sin darse cuenta de que estaba enamorando cada vez m...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

JungKook no podía dejar de ver a su menor. Se veía tan adorable. Parecía que ese día se había puesto algo de maquillaje a pesar de no necesitarlo. Era lindo. Le gustaba su apariencia y su actitud. Era noble. Se sentía perdido por él. Quería decírselo, pero no se sentía tan valiente como para hacerlo.

--- ¡Es increíble! Me gusta mucho. Gracias--- TaeHyung tomó aquella laptop de última generación con mucho cuidado. Ciertamente sabía lo que costaba, así que haría buen uso de ella.

Oh, no. Aquella sonrisa cuadrada terminaría matando al de cabellos carbón.

--- Tú... Me gusta cómo te ves hoy--- soltó, meramente perdido en aquel gesto geométrico.

El castaño se sonrojó. Ya se le estaba haciendo costumbre, al parecer.

--- Gracias. Pensé que no te darías cuenta, pero decidí seguir un consejo de JiMin por primera vez y me maquillé--- confesó tímido. Ah, ¿Dónde había quedado aquel universitario intenso? El chico gruñón había desaparecido por JungKook--- no soy alguien que le guste hacer esas cosas, pero solo quise hacerlo y ya--- se cruzó de brazos--- ¡Así que no te acostumbres!

--- Bien--- sonrió y se acercó a él para acomodar su cabello desordenado--- tengo que ir al gym. ¿Por qué no desempacas mientras? Llegaré a ayudarte.

Okay, imaginarse al azabache era una cosa, pero era otra muy diferente el verlo.

--- Trae algunas de esas máquinas aquí. Yo quiero verte cuando te ejercitas--- frunció el ceño. ¡Necesitaba ver esos deliciosos músculos flexionarse, estirarse, tensarse, todo lo que fuera sinónimo u antónimo!

--- No. Mi instructor tendría que venir también--- una línea se formó en su entrecejó también. No es que fuera inseguro. De hecho, sabía que era mucho mejor que la mayoría, pero, ¿Quién le aseguraba que su coach no se terminaría convirtiendo en su enemigo? Si alguien se fijaba en TaeHyung le daría un puñetazo en la cara. Quizás no podría controlar ese lado tan impulsivo.

Le agradaba la idea de entrenar en el departamento, pero significaba que tendría que crear por lo menos su propia rutina.

--- Pensaré en una manera de cumplirlo, bonito.

Sugar, but not your baby (KookTae)Where stories live. Discover now