Sugar, but not your baby (KookTae)

II.V

TaeHyung se recargó contra el escritorio y cerró los ojos, mentalmente agotado.

--- Jeon JungKook es un jodido loco... ¿¡Soltarme tanto dinero como si nada!?--- chilló, asustado del comportamiento ajeno. Se acomodó los lentes blancos que llevaba puestos y negó varias veces--- encima de que me pidió que hiciera atuendos nuevos para sus empleados en las cafeterías...--- se ruborizó tras recordar su pequeña conversación, donde se incluyeron algunos cuantos besos y caricias inesperadas--- Testa di cazzo.

BoGum bostezó y se rascó la panza mientras observaba a su desquiciado jefe, quien no dejaba de hacer caras extrañas desde que llegó de quién sabe dónde.

--- Boss, deje de insultar a la gente así. Le va a sacar canas--- comentó antes de colocarse detrás del menor para masajear sus hombros de manera desinteresada. Después de todo, estaba aburrido.

TaeHyung sacudió su larga falda negra, la cual era parte de su elegante traje, y se levantó de un brinco. Desde hacía tiempo solo usaba ropa que él mismo diseñaba. De hecho, hasta se quedaba con los modelos incompletos o los que no le habían llegado a gustar. También, entre esas prendas se incluían las de sus nuevas colecciones, las cuales amaba ponerse.

--- Iré a casa de mis padres. Si viene el arquitecto, dile que busque a mi patrocinador--- se burló mientras se dedicaba a guardar velozmente sus cosas en un hermoso bolso blanco que había sacado hace poco junto a una marca que se había unido a la suya. De hecho, tenía tantos planes en mente, que si ese mismo año no compraba una marca grande, se volvería loco.

BoGum se encogió de hombros y lo dejó escaparse de sus responsabilidades. Ahí iba de nuevo, a perderse en otro lado donde no tenía nada que hacer.

Aunque no le gustaba en absoluto el conducir al peliazul, había sacado recientemente una licencia y se consiguió un auto también. Pero, ahora que lo pensaba seriamente, sería innecesario si su ex sugar daddy estuviera con él. De solo pensarlo le daba rabia. ¡Le gustaría también tener un chofer personal! Pero odiaba muchas cosas en los demás. No le gustaría que un desconocido trajera su carro de un lado para otro o que lo usara regularmente.

Chasqueó la lengua e ignoró sus pensamientos ridículos. Como si no hubiera más hombres multimillonarios y homosexuales que quisieran salir con él...
Oh. Quizás y no los había.

--- ¡No hubiera terminado contigo si me hubieras seguido! Eres tan tonto--- chilló, peleando con el azabache aún si el mismo no se encontraba en el lugar.

Mientras peleaba solo dentro del auto, alguien llamó a su celular, cosa que lo asustó muchísimo.

--- ¿¡Quién se atreve!?--- se quejó con una mano en el pecho, antes de mirar quién estaba hablando--- Oh, es Don Perfecto--- señaló antes de responder a la llamada. En realidad no tenía ni idea de cómo es que se tenían agregados en contactos, pero no le desagrada en absoluto.

Inhaló y exhaló un par de veces antes de tener el valor suficiente para responder a su llamada, callando así su canción favorita de BaTz invaSion.

--- Señor Jeon, ¿Ya es hora de mis clases privadas?--- cuestionó con una sonrisa boba. Ah, le encantaría poder ver su cara en esos momentos--- No estoy listo. Tendrías que ayudarme con tus dedos~--- molestarlo siempre sería lo mejor del mundo.

Fue algo inesperado, pero logró escucharlo reír. ¡Definitivamente quería estar en frente suya!

--- ¿Qué te pasa, bastardo?, ¿Te estás burlando de mí?--- inquirió ofendido, a pesar de que estaba muy soft debido a la felicidad naciente de su mayor.