II.XIII (2)

48 8 1
                                    

No podía ser posible.

Después de que JungKook ingresara a la habitación, se percató de las razones por las cuales su ex novio no estaba haciendo lo que debería. Aquel joven estaba ebrio hasta las bolas, además de que se estaba masturbando sin vergüenza alguna sobre un sofá. Aunque parecía que estaba intentando ser silencioso, alguien podría darse cuenta de la situación si tan solo se acercara lo suficiente hasta la puerta y permaneciera ahí durante un breve momento.

Incluso la habitación apestaba a sexo y alcohol. Seguramente ya llevaba un buen rato en ese estado.

--- Oye, bonito. ¿Esto no es algo irresponsable de tu parte?--- inquirió el azabache, aunque fue claramente ignorado--- hay lugares y maneras, Kim--- lo regañó, aunque no duramente. De hecho, en el fondo se estaba derritiendo por la dulzura que destilaba el peliazul incluso en ese estado.

--- Jeon--- logró reconocerlo, quizás por su voz, dado que su mirada estaba perdida--- ven--- lo invitó entre sus piernas, dejandolo que viera cómo bombeaba su propia erección mientras dos de sus dedos penetraban su cerrada cavidad. Jadeó muy bajo y se estremeció ligeramente ante la corriente fría que sintió--- no puedo...

JungKook suspiró, apenado por el chico. Lo entendió todo cuando observó el cómo luchaba para brindarse placer a sí mismo en ese lugar tan pequeño. De verdad le parecía imposible, y más por su ebriedad.

--- Tae... Eres tan...--- dejó su frase al aire antes de acercarse hasta él y observar su cuerpo, aquella lisa piel canela cubierta con una ligera capa de sudor, su vientre plano manchado de líquido pre-seminal y sus bonitas manos atendiendo sus propios problemas--- en verdad, siempre eres un desastre.

--- Idiot--- le soltó el otro con algo de enojo al sentirse atacado, provocando que el único sobrio soltara una risa que lo hizo detenerse. Quizás porque le gustaba escucharlo ser risueño cuando normalmente era todo lo contrario.

JungKook se acercó a su menor y se sentó en el sofá, provocando que su menor le subiera las piernas encima debido al reducido espacio entre ambos. Oh, no.

--- Tengo ganas de hacerlo--- balbuceó TaeHyung, cerrando sus brillantes ojos poco después. Se sentía muy mareado, pero no quería detenerse. Su pene necesitaba atención.

Ambos se miraron a los ojos, aunque el presidente lo único que deseaba era fuerzas. Aquel joven estaba ebrio. No podía hacer nada y tampoco tenía intenciones de hacerlo, pues sería como aprovecharse de él.

Se sentía ligeramente abrumado. Después de todo, el de piel acaramelada no podía quedarse solo y en ese estado. También, se suponía que pronto debía de presentarse en el podio.

Lo mejor sería ayudarle con ambas cosas, ¿No? Sería muy bueno dejarlo tranquilo y terminar con sus pendientes.

--- Si querías hacerlo, no deberías de haber bebido--- le hizo saber, acariciando los muslos ajenos--- ni siquiera te gusta el alcohol. ¿Entonces qué haces, mi amor?--- inquirió dulcemente, encorvándose un poco para dejar un casto beso sobre sus labios.

El diseñador cerró los ojos durante varios segundos. Quería más besos.

--- Te quiero--- susurró, aunque al sentir que no querían besarlo, pestañeó perezosamente, observando atento al otro--- Hm.

--- ¿Olvidaste acaso que estás en el M.O.D.A Fest?--- cuestionó Don Perfecto con el ceño fruncido, intentando hacerlo reaccionar. No podía creer su nivel de irresponsabilidad. Es decir, ese chico siempre había sido así, pero lograba reparar sus errores. En este caso, ¿Cómo podría siquiera ser capaz de hacerlo si no siquiera podía hablar correctamente?--- TaeHyung, responde.

Sugar, but not your baby (KookTae)Onde histórias criam vida. Descubra agora