Sugar, but not your baby (KookTae)

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TaeHyung estaba tímido. Algo ciertamente extraño, pero que tenía una respuesta muy lógica. Estaba pensando en qué diría la gente de él ahora. Los tontos de su universidad.

--- Ellos creerán que soy genial. Wow.

--- ¿De qué hablas?--- JungKook le extendió un jugo de uva a su menor, pero este lo rechazó con un ademán--- creí que te gustaban las uvas verdes.

--- Uno: los estudiantes de mi universidad. Dos: no sé cómo lo recuerdas, pero es... Mmm... ¡Solo estoy lleno! Siento que acabo de almorzar--- explicó brevemente mientras jugaba con las mangas de su suéter amarillo pastel.

El azabache lo observó durante varios segundos. ¿Esa era una reacción de felicidad? No estaba seguro. Solo lo veía entre shockeado y ahora exaltado.

--- Lamento haber ido personalmente a buscarte, pero como te lo dije, tengo una reunión después.

--- Las personas normales se llaman--- rodó los ojos, aunque se dió un golpecito en la boca poco después--- No te pasaré mi número, persona no normal.

Jeon asintió en respuesta mientras comía una gominola de fresa. Le gustaban los dulces.

--- ¿De verdad estamos yendo a Gangnam?--- preguntó sorprendido--- Yo... No sé cómo decirle a mis padres. Ellos me matarán--- murmuró por lo bajo, algo asustado de su propia madre. Capaz iba hasta Seúl para tirarle de sus pobres orejas--- encima de todo, tú haciendo todo esto gratis por mí.

Y como siempre, el inteligente JungKook lo tenía todo resuelto. TaeHyung debió esperarlo de "Don perfecto".

--- Hablé con ellos. No te dieron permiso de vivir solo, pero sí conmigo.

--- Basta, estoy asustado--- el menor puchereó mientras se movía hasta el otro extremo de la limosina de manera exagerada--- ¿Cómo obtuviste sus números?, ¿Cómo aceptaron?, ¿Qué les hiciste?, ¿¡Y por qué contigo!?--- cuestionó mientras se abrazaba a sí mismo, muy, pero muy nervioso. Okay, aceptar su dinero era una cosa, pero vivir con él sin conocerlo en absoluto era otra. Vivir juntos era algo muy íntimo. Sentía que era algo Creepy.

El más alto tomó la iPad que descansaba en una repisa junto a él y la encendió, colocando un video que comenzó a reproducirse en la TV del lujoso auto largo. TaeHyung de inmediato reconoció las voces de los que aparecieron en la pantalla. Maldición.

--- ¡Hola, hijo!, ¿Cómo estás?--- preguntó su madre extrañamente feliz y obvio, sin esperar respuesta al ser contenido ya grabado--- ¿¡Adivina qué!? Este apuesto y alto joven vino a pedirnos permiso... Pero, cielos, ¡No debió molestarse!. ¡Claro que pueden vivir juntos!

--- Mamá, gracias por regalar a tu hijo--- susurró con el ceño fruncido. Totalmente incrédulo.

Un tintineo se escuchó de fondo, por lo que los ojos del hombre en la TV se abrieron como platos.

--- Vaya... Yo... TaeHyung, lo siento. ¡Felicidades!--- exclamó--- Que vivas bien. Saca buenas calificaciones y obedece a Jeon--- ¿Por qué parecían bendiciones para un compromiso?

--- ¡Nuestro futuro yer...!

--- ¡Tenemos auto y casa nueva!--- interrumpió su papá--- Hasta la próxima. ¡No regreses hasta que te gradúes!

El video terminó allí, dejando boquiabierto al castaño, quien descubrió que el azabache estaba mirando hacia otro lado, sabiendo lo que había hecho.

--- ¡Compraste a mis padres!--- chilló, casi que queriendo llorar.

--- Tú aceptaste venir, nadie te obligó, bonito--- le recordó tranquilo--- Pero si no quieres está bien. Puedo conseguirte algo pequeño cerca de tu facultad y...

Toda su vida era tan injusta. No podía escuchar lo que el otro decía. Todo había sido tan bueno como para ser verdad. Sabía que tarde o temprano algo saldría mal. Ahora estaba en manos de un jodido, atractivo, joven hombre multimillonario que seguro... Esperen. ¿Lo llamó bonito?, ¿Acaso le parecía lindo a Jeon JungKook?

Sus mejillas se ruborizaron ante tales pensamientos, por lo que desvió la mirada, llamando la atención ajena. Siempre pensó que era adorable, pero el que alguien así se fijara en él parecía un jodido cuento de hadas con final feliz. Era imposible, ¿No? No podía ilusionarse a sí mismo, no, no, no.

--- ¿Tae...?

Pero, quizás era algo del destino. ¡Un camino que debía de seguir y aceptar!

--- ¿Tienes abs?