XXXVII

128 14 8
                                    

TaeHyung miró una y otra vez los pedazos de tela que acababa de cortar antes de arrojarlos por ahí, sin importarle sus paraderos.

--- Con una mierda. ¡Ahora no me gusta como luce! Es un asco. No puedo hacer nada bien--- refunfuñó muy enojado antes de tirar todo lo de su mesa de trabajo, dejando así que cayera todo regado en el suelo de su habitación.

Sus ojos se humedecieron por la frustración, pero se rehusaba a llorar. ¡Era su culpa no poder hacer las cosas bien!

--- ¿Amor?--- escuchó una voz ronca al otro lado de la puerta--- ¿Estás bien?, ¿Por qué estás despierto a esta hora?--- inquirió, severamente preocupado de que haya ocurrido algún accidente o algo por el estilo. Y es que, con todo ese ruido, el presidente se había terminado despertando y al no ver a su prometido en la cama, corrió a buscarlo, deseando únicamente que no se hubiera hecho daño.

El castaño miró la hora y notó que apenas eran las cuatro de la madrugada. Había pasado toda la noche intentando crear una prenda para su novio, más precisamente, su regalo de cumpleaños.

Hacía una semana atrás que había terminado el sketch de su diseño, y los días posteriores a ese, se dedicó a buscar la tela y los accesorios que tanto deseaba utilizar. Sin embargo, ahora ya no le gustaba lo que estaba haciendo. ¡Sentía que no combinaba!, ¡Qué no era lo suficientemente bueno para poder terminarlo!

Era entendible. Después de todo, apenas estaba en su primer año de carrera y todavía no tenía esa clase de trabajos tan avanzados.

Aún así, con su experiencia creyó que sería suficiente. ¡Suficiente una mierda! Nada le estaba saliendo bien. No tenía la suficiente confianza en sí mismo como para poder acabar con su proyecto. Aquel proyecto que se suponía era el regalo de cumpleaños para su novio.

Agosto estaba por finalizar y él aún no tenía nada para darle. Nada que valiera la pena. ¡Jeon JungKook merecía un buen regalo! Por eso es que quería esforzarse en hacer algo con sus propias manos. Puesto que no tenía sentido si compraba algo con el mismo dinero del otro, ¿Cierto?

--- Lamento haberte despertado, amor--- suspiró profundamente y abrió finalmente la puerta, observando a su novio recién despierto, quién estaba únicamente en bóxers y con el cabello desordenado--- Creo que...--- y bueno, se distrajo con aquel cuerpazo que se cargaba ese hombre.

El azabache aún no despertaba del todo, pero logró identificar el desastre que había en la habitación y toda la preocupación que se había ganado antes, desapareció como un rayo tocando tierra.

--- Kim TaeHyung--- frunció el ceño, comenzando a sentirse algo exasperado--- te dije que te castigaría. ¿Por qué tu habitación parece un hábitat para sus acrofa domesticus?--- cuestionó, asomándose para ver qué tanto había sucedido mientras él dormía.

Con un puchero en el rostro, se acercó hasta su adorado sugar daddy y extendió los brazos, como el mimado que era. Quería que lo cargara e hiciera cariños.

JungKook hizo lo que se le pedía y se llevó a su prometido hasta la habitación que siempre compartían, donde recostó al menor y lo cubrió con las mantas.

--- Está bien, mañana te ayudaré a limpiar--- murmuró--- pero ten por seguro que no te lo dejaré pasar. Estás castigado--- anunció mientras se acomodaba a su lado, dispuesto a seguir durmiendo, aunque unos delgados brazos y un cálido cuerpo rogaron su atención.

¿Por qué el intenso estaba tan callado? Eso asustó mucho al más alto, por lo que se giró a verlo y notó su rostro lloroso. ¿Se había perdido de algo? Ahora se sentía mal por regañarlo.

Sugar, but not your baby (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora