XXXI (2)

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Sin prisas, acercó sus labios hasta las atractivas clavículas que se marcaban debajo de esa piel tersa y acanelada. El más joven era tan magnífico y etéreo que agradecía a los creadores de semejante ser irreal. Agradecía su existencia una vez más.

Bajó un poco y mordisqueó de aquella suave piel, bajando con muchos más besos húmedos hasta los llamativos pezones de su novio. Su piel era tan cálida, que le incitaba a ser tocada y besada, pero tendría que esperar. Antes debía degustar aquellos botoncitos que lo estaban tentando nuevamente.

Sin más preámbulos, tomó uno entre su boca y comenzó a chupar, deslizando luego su lengua alrededor de la areola, sorprendiéndose en demasía al escuchar a TaeHyung gemir debido a sus acciones. Eso era como música para sus oídos. Aquella varonil voz en esos momentos se había transformado en algo meramente diferente. Y no le disgustaba en absoluto. Amaba oírlo disfrutar genuinamente esa clase de momentos tan íntimos.

--- Esto te gusta más--- confirmó bajo el presidente sin recibir respuesta, lamiendo una y otra vez antes de volver a chupar la zona. Su prometido se estremeció y empuñó sus manos, así que detuvo toda clase de movimientos con el fin de que este no pudiera llegar al orgasmo.

Se quejó en respuesta, pero supo que la cosa no terminaba ahí. Sus pantalones habían desaparecido junto a la ropa interior, dejándolo desnudo por completo frente al amor de su vida. Pero extrañamente no sentía pena. Aún si su rostro sonrojado aparentaba justamente eso, no se sentía avergonzado. Solo podía sentir la calor golpearlo sin piedad, sacándolo de sus casillas.

Su doloroso pene elevado, aterrizó suavemente contra su propio abdomen antes de erguirse un poco. Era lo máximo que podía estirarse. Jamás se había visto a sí mismo de ese modo antes. Estaba algo anodadado también. ¡Jeon JungKook era el único culpable! Incluso salía líquido preseminal de la hendidura. Un poco más y todo su semen explotaba entre sus pantalones.

--- Solo esta vez realmente esperaría a que tuvieras algo de lubricante contigo--- confesó el hombre atlético.

Ese chico siempre usaba, y parecía que ni siquiera en casa ajena sería la excepción, puesto que rápidamente señaló los pantalones que antes llevaba puestos.

--- Traje una bolsita--- respondió mientras se tocaba a sí mismo, suspirando un poco al sentir cómo el dolor disminuía en su hinchado falo.

Con una velocidad inhumana, el presidente se alejó para levantar la prenda y hurgar entre los bolsillos, negando varias veces al comprobar que no le había mentido. Un pequeño paquete negro con 5ml de lubricante había sido encontrado en aquellos pantalones oscuros.

--- En un futuro no te voy a permitir esto. Recuérdalo--- se acomodó entre sus piernas y lo miró serio--- te dije que solo podías lubricarte conmigo. No lo entendiste antes, ¿Cierto?

Oh, genial. Ese hombre sí que podía ser dominante también. El de cabellos chocolates podía fallecer ahí mismo, pero se abstendría de hacerlo. O al menos, haría el intento.

--- Eso es muy sexy, sigue--- animó mientras se sentaba en la cama y le bajaba el short, junto a los delgados boxers debajo de todo--- continúa--- tomó la virilidad de su novio y comenzó a bombearla suavemente, notando aquellas venas marcarse aún más, si es que era posible. Ese miembro lo dejaría sin palabras. Literalmente.

Estaban en la orilla de la cama, así que se les facilitaba el acceso entre sus cuerpos. Muy conveniente aquella cama King Size Presidential.

--- Chupa--- JungKook realmente no planeaba ser duro. Era la primera vez de ambos, así que quería que todo fuera rosas y colores, mas con un hormonal de ese tipo, era casi imposible.

Sugar, but not your baby (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora