XXXI (1)

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Había sido un día muy pesado. De hecho, TaeHyung acababa de terminar una llamada con sus padres, pues estos vieron el vídeo viral de la señora Jeon. Alguien de su familia subió la noticia a sus redes y todo explotó. Es más, el primero en aparecer fue JiMin, luego la secretaria de su novio llamó para preguntar si su jefe ya estaba lo suficientemente bien como para ir a trabajar.

Los progenitores del piel canela le pidieron en reiteradas ocasiones que fuera a visitarlos junto a JungKook para tener una pequeña conversación respecto a sus futuros planes como pareja. Mierda, tan solo el menor esperaba que su padre no comenzara a portarse raro con él, pues su reacción había sido algo apagada. Y sinceramente lo entendía a la perfección. Después de todo, era hijo único. Y bueno, sus padres eran de otra generación. Sabía que tenía que darle tiempo al hombre para que asimilara lo que estaba sucediendo.

--- ¿En qué piensas, osito?--- inquirió su futuro esposo semidesnudo. Venía secándose el cuerpo con una toalla, pues anteriormente había estado nadando en la piscina. Parecía que realmente amaba ese lugar. No entendía por qué había decidido dejar todo eso para irse con él a un departamento que no tenía seguramente ni el tamaño de la sala de la mansión--- ¿Aún quieres irte?

TaeHyung observó aquellos húmedos abs brillar debido a los últimos rayos de sol, antes de bajar la mirada hasta notar cómo se remarcaba la entrepierna ajena en aquel short oscuro; soltó un suspiro. ¿Podía pensar en algo más teniendo aquellas vistas y algo de alcohol corriendo por sus venas?

--- No, tú te ves muy cómodo aquí, así que mejor regresemos mañana. Te hace bien el relajarte, recuerda--- y sí. Debía de procurar que se sintiera bien en todo momento. Ya que la doctora Park le advirtió que si el azabache no se cuidaba, en cualquier momento terminaría nuevamente en el hospital--- vamos a tu habitación. Va a oscurecer dentro de poco y no quiero que te resfríes.

Dejó su bebida de lado y se levantó lentamente. Había estado tomando algo de alcohol bajo la supervisión de su mayor, así que se sentía algo ebrio. Debía de detenerse.

Su suegra, Ananya y algunos trabajadores del lugar habían decidido celebrar moderadamente la propuesta horas antes, pero todo se calmó cuando los señores Jeon tuvieron que irse hasta la empresa para cumplir con su deber. Además, había descubierto algo. Todos eran tan amables, a excepción del señor de la casa, quién, además de estar en desacuerdo con aquel matrimonio, solamente era un ogro gruñón para todos. El universitario encontró la situación graciosa. Era como cuando JungKook estaba celoso y le hacía berrinches. Se parecían mucho en ese tipo de cosas.

--- Vamos para que descanses. Después te sentirás mal--- tomó las manos de su menor y lo atrajo hasta él, notando la ligera falta de equilibrio que comenzaba a presentar el mismo ante el alcohol en su sistema--- debí de enseñarte a nadar en lugar de permitirte esto. Mira, no te detienes a tiempo.

--- Recuerda que soy un gran nadador. Solo que lo olvidé--- se defendió de inmediato, aunque ya no dijo nada más. Definitivamente el beber no era lo suyo.

Don perfecto cargó en brazos a su amado, llevándoselo por los pasillos de aquella enorme residencia. Jamás pensó en estar en un lugar tan lujoso y llamativo. Incluso parecía un bonito museo con tantos cuadros y obras a la vista. Era genial.

Cuando cruzaron por una puerta de madera blanca, el castaño alzó la cabeza y miró a su alrededor. Era adorable y acogedor.

--- Así que esta es tu habitación--- observó todo con curiosidad, notando las docenas de premios y diplomas en las paredes o vitrinas. Todo perfectamente ordenado y en armonía--- pareces muy orgulloso de ti mismo.

Sugar, but not your baby (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora