II.I

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Los pasillos completamente oscuros y tenebrosos comenzaron a llenarse de luces de los policías que revisaban exhaustivamente aquel edificio supuestamente abandonado. Lo tenían rodeado por completo debido a una razón muy importante. Habían encontrado a Kim NamJoon.

--- Te tenemos atrapado como a un estúpido roedor del alcantarillado--- habló el azabache de cabello largo. Estaba tan enfadado que, aún si su voz no era del todo intimidante, bien podría asustarte con darle un simple vistazo. Las venas en su rostro enrojecido se remarcaban por la furia que lo llenaba como un vaso lleno a punto de derramarse.

Una risa burlona, se escuchó a lo lejos, como si alguien estuviera viéndolos desde las sombras.

--- Si te mato, supongo que valdrá la pena y tendré un muy buen final--- respondió aquella voz que tanto conocía. Era él, el que alguna vez su primo y su único amigo, el que estaba ahí para él en los momentos más difíciles en donde ya ni siquiera se sentía humano. De algún modo, ahora era alrevés. El de cabellos plateados ya no parecía un humano ante los ojos de todos, sin embargo, ahí estaba su primo, al cual llegó a sanar varias veces, al que acompañó seriamente preocupado y con miedo a algún día verlo rendirse.

Una luz violeta se encendió en una habitación que estaba a metros de ellos, revelando varios enormes botes oxidados reunidos justo al frente de donde miraban. Creyeron que era basura, pero después de tales palabras, todos se pusieron alertas. 

Nuevamente una luz se encendió, ahora era verde y estaba en la habitación contraria, creando así un interesante efecto. Seguro quería distraerlos.

--- Si me disparan, todos morirán--- se burló NamJoon mientras salía al pasillo, mirando a todos con burla. Llevaba puesto un abrigo que parecía de piel de oso, pero eso no era lo que llamaba la atención de los presentes, sino el hecho de que llevaba un conejo muerto entre sus manos--- hay una enorme concentración de gases y líquidos inflamables aquí.

A pesar de que todos los policías lo apuntaban, nadie se atrevía a disparar.

--- Llegaste hasta aquí, pero irónicamente no avanzaste nada--- habló un oficial que estaba al tanto de la situación--- entrégate pacíficamente o-

--- ¡Pero sí obtuve algo!--- les hizo saber con una interrupción, abriendo sus ojos lo más que podía mientras miraba a su primo--- ¡El agujero de su prometido!--- prontamente se echó a reír, riéndose de la cara del azabache que se acercó hasta él y le dió un puñetazo en el rostro--- No tengo la empresa, pero arruiné tu relación. Ya no eres ese hombre perfecto que todos tanto admiraron--- se burló, ignorando la herida sobre su propia ceja mientras tiraba el conejo muerto al suelo y lo pisoteaba.

Los policías no podían hacer más que quedarse en sus lugares, sin saber si interrumpir a la fuerza o dejarlos golpearse. Y es que, Kim ya no estaba bien y, si era el peor criminal, entonces realmente los enterraría a todos juntos en el mismo pozo. No sabían su finalidad, no sabían si seguiría o ya no. Era algo problemático.

El presidente observó los gestos del que alguna vez fue parte de su familia, ya no era él. Parecía otro.

--- Te voy a matar aquí mismo--- aseguró rencoroso el menor mientras posaba sus manos en el cuello ajeno y aplicaba fuerza sobre el área--- te voy a destruir, maldito.

NamJoon sonrió y una serie de explosiones comenzaron a desencadenarse a lo largo del edificio, provocando que polvo y escombros saltaran por todas partes.

--- Quisiste adelantarte cuando yo ya tenía planeado tu final--- mostró sus hoyuelos con una felicidad descomunal--- me llevaré todos estos lindos recuerdos conmigo...

Sugar, but not your baby (KookTae)Where stories live. Discover now