II.III (1)

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A pesar de la incómoda situación, JungKook decidió fingir que no había sucedido nada y tan solo entró en aquella colorida sala. Tan diferente a su oficina oscura y opaca.

El recepcionista se fue y el silencio no se hizo esperar.

TaeHyung parecía haberse quedado congelado en su sitio, mientras que BoGum no ocultaba la curiosidad que sentía por aquel invitado no deseado.

El tiempo pareció haberse detenido momentáneamente a su alrededor mientras el mundo seguía avanzando de manera normal.

Ambos parecían querer hablar sobre tantas cosas, pero ninguno se atrevía a decir algo que pudiera cambiar la situación en la que se encontraban. Algo bueno u algo malo. Todo parecía sentirse entre esa delgada línea que los separaba. Y es que, sus corazones simplemente seguían latiendo en la misma sintonía, pero era claro que uno estaba dolido por el pasado, mientras el otro deseaba reparar el daño a toda costa.

--- Bonito... Volviste--- fue lo primero que mencionó el mayor, hiriendo de sobremanera a su contrario, quién frunció ligeramente el ceño ante el apodo. A veces, evocar el mínimo recuerdo dolía.

--- No me llamo bonito--- aclaró enojado--- ¿Acaso eres estúpido? Aquí dice mi nombre. "Kim TaeHyung"--- señaló la placa sobre el escritorio, donde tenía con hangul lo que decía--- volví porque soy de este país. ¿Qué no es obvio?

¿Por qué lo atacaba de esa manera? JungKook quería llorar. Sabía que sería maltratado, pero no creyó que doliera tanto, como si trajera una daga enterrada en el fondo de su quebrantado corazón.

--- ¿Podría retirarse?--- inquirió BoGum con falsa amabilidad--- el Boss y yo estábamos en medio de algo.

El azabache estaba cabizbajo, pero no pudo evitar mirar al amor de su vida nuevamente. ¿Por qué era tan bello? Incluso su carácter era especial. Le agradaba fuera como fuera. No dejaría de verse precioso ni siquiera si escupiera veneno.

--- Él...--- sí. Le costaba incluso pensar en que era una posibilidad. Si ya no sentía lo mismo, no tendría sentido seguir buscándolo. Debía dejarlo ser libre y vivir su vida de la manera que deseaba. Que estuviera sano y todo fuera tranquilo a su alrededor, le parecía suficiente--- ¿Están juntos?

TaeHyung bufó. La ira dentro de él renaciendo, recordando todo lo que había sufrido alguna vez durante al viaje a Japón y lo que pasó después. Justo cuando creyó olvidarlo, todo comenzó a burbujear dentro de su cabeza.

--- Es mejor que un bastardo como tú. Él jamás dejaría que me violaran, ¿Sabes?--- escupió rencoroso.

Con eso le dió justo donde más le dolía. JungKook jamás había sido fuerte. Aún si su apariencia decía lo contrario, aún si la fuerza física era otra cosa. Él no era bueno lidiando con sentimientos.

El hecho de alguna vez haberse culpado por lo sucedido, realmente lo terminó afectando a largo plazo.

--- Lo siento--- apretó ambas manos en un puño y miró con odio al tipo al lado del peliazul antes de finalmente retirarse.

Cuando por fin se alejó de ambos, se recargó contra la pared del pasillo y cubrió su rostro, deslizándose lentamente hasta llegar al suelo. Había sido muy estúpido pensar que las cosas podrían haber sido diferentes. Esas fantasías ya ni venían al caso. Quedaba claro que lo odiaba y que NamJoon había dejado un hueco que jamás podría ser llenado nuevamente.

Llamó a su chofer y le pidió que lo recogiera. No se sentía capaz de manejar en ese estado.

TaeHyung apretó los labios en una línea recta y tan solo se quedó mirando hacia la puerta cerrada, donde minutos atrás había estado su primer y único amor. Se sentía jodidamente inquieto por lo que acababa de hacer. Incluso preocupado.

Sugar, but not your baby (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora