II.XI

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Ambos querían hablar sobre sus pequeñas diferencias, sin embargo, JungKook no quería arruinar el ambiente entre los dos. Es decir, él podría ser indiferente con cualquier otra persona, mas con su osito le era imposible. No quería herir sus sentimientos.

Estaban sentados el uno junto al otro en el jet, supuestamente, escuchando música. Pero aquellas canciones no eran del interés de TaeHyung, por lo que tan solo se besaba con su mayor para desaburrirse. Apenas llevaban dos horas de viaje y ya se había enfadado. Si hubieran puesto algún álbum de BaTz invaSion, quizás eso hubiera sido capaz de retener su atención durante todo el vuelo.

--- Amor, hoy te ves muy guapo--- el peliazul murmuró, deslizando su mano por el pecho del otro. Lo bueno era que la señora Jeon se había apropiado de la pequeña habitación de la aeronave, sino, no tendrían ni un poco de privacidad y sería algo molesto para el más joven.

JungKook soltó un suspiro. Ya sabía a dónde quería llegar su ex novio con tanto besuqueo. Ya le había parecido muy lindo de su parte tal comportamiento tan tranquilo.

--- Hey. No somos los únicos aquí. Además de que no podrás asearte adecuadamente, mi príncipe--- le mordió la mejilla y sonrió ampliamente al escucharlo quejarse.

--- ¿¡Por qué haces eso!?--- chilló adolorido, poniendo dos de sus manos sobre el lugar afectado--- Y no soy estúpido. Ya sé todo eso y más de lo que mencionas, señor Jeon. Deberías de saber que siempre tomo buenas decisiones. Hm--- puchereo y se acomodó en el sofá, observando a la chica que se acercó a ofrecerles algo de comer o beber--- Jugo de uva, por favor...

La joven rió. ¿Por qué le parecía que ese hombre era un mimado? Pensaba que era adorable, pero la mirada asesina del señor Jeon la intimidó de inmediato, provocando que se pusiera seria y nerviosa.

--- Lo... Lo siento. No tenemos jugo de uva--- murmuró, mirando en dirección hacia sus propios pies, meramente cabizbaja.

--- Son unos inútiles--- la regañó el presidente. Después de todo, él mismo les había encargado llevar jugo de uva. Había remarcado que era algo muy necesario, ¿Entonces porqué no habían escuchado su petición?--- Compénsalo con vino de buena calidad.

TaeHyung bufó. No le gustaba beber, pero si no había algo más, entonces se conformaría por el momento.

Cuando los dejaron solos nuevamente, el peliazul dió un saltito en su lugar al sentir unas grandes manos deslizarse entre sus muslos, masajeando el área delicadamente. Parecía que había sido buena idea llevar unos fabulosos leggins de látex para ese día. Además de que hacían juego con su chaqueta negra de detalles en plata y piedrecillas brillantes. Era su creación más costosa, así que valía la pena usarla para presumir su aspecto lujoso en el extranjero.

Los leggins eran jodidamente ajustados, así que JungKook no pudo evitar sentirse atraído hacia las piernas del diseñador. Incluso llegó a pensar que era una trampa por parte de su osillo para terminar teniendo sexo en el avión.

--- En realidad iba a ponerme unos shorts para ti, pero no pude combinarlos con nada--- se encogió de hombros y se recostó mejor en el sillón, abriendo ambas piernas mientras invitaba al pelinegro a acercarse con un movimiento de mano repetitivo--- ¿Soy bueno entendiendo lo que te gusta?--- inquirió travieso.

Jeon retuvo el aliento. Sabía que TaeHyung era inteligente, pero siempre le sorprendería de algún modo u otro. Parecía que de verdad recordaba cada una de sus palabras. Así como el hecho de haber mencionado que amaba su cuerpo, más precisamente, sus apetitosos muslos.

--- Muy bueno, mi amor...--- se arrodilló sobre el sofá y se trepó sobre su menor, acomodándose entre sus piernas hasta no dejar espacio alguno entre los dos--- Tienes un evento que atender. Es trabajo, de hecho--- besó su cuello y de inmediato lo sintió temblar--- ¿No importa?

Sugar, but not your baby (KookTae)Where stories live. Discover now