Sugar, but not your baby (KookTae)

XIX

Después de investigar un poco en internet, logró descubrir en dónde trabajaba el azabache. Antes no lo sabía, para ser sincero. Parecía muy útil el investigar. Debería de hacerlo más seguido.

--- Tonto JiMin, ahora me siento culpable y no he hecho nada malo--- se quejó, pensando en si había posibilidad de estrangularlo. Aunque en seguida negó. Él lo estaba ayudando, así que debía de ser agradecido.

Se acomodó la camiseta que llevaba y observó al hombre detrás del escritorio, quien le brindó su atención al instante en el que se acercó.

--- Buenas tardes. ¿Sucede algo, niño?--- preguntó sin medir mucho sus palabras, aunque lucía muy amable.

--- No soy un niño--- refunfuñó, harto de ser tratado como tal. ¡Solo por ser bajo no significaba que era un mocoso! Aunque seguro y en edad si le ganaba el otro. No lo culpaba.

--- ¿Necesitas ayuda entonces?, ¿Tus padres trabajan aquí?--- no lo había visto nunca, así que era lo más probable. Además, ¿Quién iría a StarLux solo porque sí? Ni que fuera un museo--- O si es una queja, por favor rellena el informe.

El castaño sonrió inmediatamente. Tenía una idea.

--- Quiero presentar una queja directamente con el señor Jeon. Es algo urgente--- fingió impaciencia, golpeando con uno de sus zapatos la alfombra una y otra vez--- O si no los demando.

El rubio ladeó la cabeza. No estaba seguro de qué sucedía, pero bueno.

--- No tenemos ningún inconveniente--- le pasó el formulario y una pluma negra también--- explique lo sucedido y pronto lo pondremos en contacto con el señor Jeon--- declaró el hombre despreocupadamente mientras lo esperaba.

--- ¿Cómo que un informe por no tener rampas?, ¿Es acaso una broma?--- le preguntó a la secretaria Lee, quien negó rápidamente--- ¿Qué? Entonces supongo que no cumplimos con las normas. Tendré que buscar a alguien para que nos ayude.

--- Descuide. Ahora mismo iré a preguntar--- hizo un reverencia.

--- Invita al cliente a pasar. Y nos traes un té antes de irte.

La mujer le dedicó una sonrisa fingida. ¿No veía que estaba muy ocupada? Si no se iba en ese preciso instante les pondrían una multa que podría costar mucho. Y claro, al final se desquitarían con ella.

--- Disculpe, pero, ¿No podría servirlo usted mismo? Yo me voy--- se despidió y salió para buscar a quién había puedo aquella queja.

El azabache miró de mala gana la tetera. Al menos entendía el punto de su asistente. Un té instantáneo no les haría daño. Además era de su marca.

Mientras vertía el agua hirviendo, tres golpes dieron a parar en su puerta.

--- Puede pasar--- avisó sin dejar su tarea.

--- ¡Logré pasar sin violencia!--- dijo victoriosa una dulce voz llena de diversión. De hecho, al terminar de decir aquello se echó a reír.

JungKook se giró a verlo con una ceja alzada. ¿Qué demonios?, ¿Qué hacía el osito ahí? Encima de todo, parecía que acababa de hacer una travesura exitosamente.

--- Podrán cuestionar mis métodos, pero no mis resultados--- murmuró mientras se acercaba a beber de la taza de té que reposaba en un mueble.

El tipo que había llevado a TaeHyung lo miró sorprendido, pero al no ver reacción negativa por parte de su jefe, mejor se retiró. Y rápido. Lidiar con JungKook de mal humor jamás era bueno.

--- ¿Necesitas algo?--- preguntó algo serio. Ahora era cuando TaeHyung se daba cuenta de que era verdad lo que decía JiMin. Don perfecto se había portado así incluso el primer día que lo conoció y, gracias a las historias que leía en internet, todos le tenían miedo. Ciertamente tenía comportamientos muy automáticos, casi robóticos.

Abultó sus labios. Igual esa respuesta a su juego no le había gustado. Aunque de ese modo fue que logró notar el cambio de expresión en el rostro ajeno. No, más bien su mirada se había ablandado. Parecía estar conteniendo una sonrisa.

--- Vengo a poner una queja. No tienes rampas en muchos lugares. Ni siquiera aquí--- le hizo saber cruzado de brazos--- si yo no pudiera caminar, me sentiría triste y enojado de que no pensaran en mí y las dificultades que me tomaría el subir la banqueta. Estando ya cansado y sin ganas de buscar otra rampa--- negó una y otra vez con movimientos de cabeza--- deberías de ser más inclusivo con tus clientes. ¿Sabías que mi abuela tiene problemas en la columna? Si ella viniera de visita, Seúl sería una pesadilla por tanta gente desconsiderada. Es muy doloroso.

El hombre joven solo lo escuchó atento. Sinceramente eso no lo sabía.

--- Lo lamento, no tenía ni idea--- admitió. JungKook siempre había sido así. No solía pensar en los demás como lo hacía TaeHyung--- vendrán a evaluar la acera del edificio y también adentro. Durante la semana enviaré expertos para que revisen las áreas cercanas a las cafeterías para implementar rampas seguras antiderrapantes--- aseguró.

Entonces el castaño lo miró sorprendido. ¿Acababa de pensar todo eso en tan solo un momento?

--- Bueno, misión cumplida entonces--- le sonrió y el otro desvió la mirada inmediatamente. Lo sabía. Seguro seguía estando raro por lo del otro día--- muchas gracias. Y lamento no haberte podido ayudar con tu proyecto. Yo realmente estaré ocupado lo que resta del mes y... Además creí que yo no era el adecuado para un trabajo tan importante. Me sentí presionado--- confesó, logrando llamar nuevamente la atención de su mayor, quien se acercó a paso lento.

--- No te preocupes. Reconsideré mi idea y la pospuse para verano por si cambiabas de opinión--- acomodó los cabellos cafés rebeldes del otro y los acarició con delicadeza, escondiendo algún que otro mechón detrás de sus orejas, aunque terminaban volviendo al frente debido al largo insuficiente de estos--- lo siento. No pensé que lo creerías demasiado para ti. Después de todo lo estaba haciendo porque eres casi el dueño de la bebida--- pellizcó suavemente su mejilla para no herirlo--- al menos aquí, conmigo.

Oh, Dios. Otra vez el pelinegro estaba hablando mucho. ¡Eso era un avance! Significaba que otra vez estaba siendo normal con él.

--- Si es un regalo sí quiero--- le guiñó el ojo. Un regalo sonaba mejor a un trabajo, sinceramente.

--- Entonces un regalo será. Espero que cumpla tus expectativas, bonito--- lo tomó de la mejilla y observó al más bajito recargarse en su mano, cerrando ligeramente los ojos. Ver su piel canela tan de cerca y sentir lo tersa que era, lo estaba volviendo loco. Otra vez su estúpido corazón latía de manera descontrolada.

La respiración de TaeHyung se aceleró ligeramente. Estaban tan cerca. Se sentía bien. Aquellas suaves caricias en su mejilla lo hacían sentir extraño, de manera positiva, claramente. Su rostro estaba ruborizado, pero no le importaba ser descubierto. Daba igual si solo estaban ellos dos sumergidos en esa atmósfera tan cálida y agradable.

--- Gracias por las flores--- añadió el castaño antes de robarle un corto beso en los labios.