XXIII (2)

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Cuando llegaron al hotel, JungKook pidió solo una habitación a petición de TaeHyung. Bueno, en realidad era una suite, así que estarían más cómodos de esa manera.

En cuanto entraron a la suite, el menor desapareció detrás de alguna otra puerta, decidiendo darse un baño rápido. Estaba avergonzado de ser el único que seguía en pijama.

Mientras lo esperaba, el azabache se dedicó a responder y revisar su correo. Bueno, más bien el de Dal: Luxury Coffee. Tenía que atender quejas o simplemente asuntos más formales. Normalmente tenía que leer correos que otras compañías le enviaban. Ciertas propuestas o contratos cortos. La verdad, la mayoría eran buenas ideas, pero, se preguntaba qué pensaría un universitario de algo así. Alguien inteligente y con un carácter fuerte.

--- ¿Estás trabajando? ¡No me jodas!--- chilló enfadado el castaño en cuanto lo vió--- es tu día libre y estás conmigo--- le recordó mientras se acercaba a él y se sentaba en su regazo, impidiéndole así continuar con lo que hacía previamente.

Acababa de salir de la ducha. Aún tenía el cabello húmedo y solo estaba en bata de baño, por eso fue que el presidente se puso tan nervioso.

--- TaeHyung--- lo llamó apurado, aunque al bajar la mirada lo único que consiguió fue verse atrapado entre unos bonitos y gruesos muslos. Oh, no. Eso no estaba bien. La bata se había alzado más de lo debido. Sus pensamientos viajaban a otra dirección de manera inevitable.

--- ¿Qué pasa, señor Jeon?--- preguntó divertido. Verlo alterado era algo nuevo--- ¿Quieres que me la quite?--- cuestionó pícaro, levantando un poco la tela para permitirle ver más allá, aunque no pudo elevarla hasta su zona íntima, puesto que unas fuertes manos se lo impidieron.

--- Detente y ve a vestirte--- ordenó, aunque fue ignorado y en su lugar, comenzó a ser besuqueado por aquel castaño travieso. Oh, no. Se aprovechaba de su debilidad. ¿Cómo podría quejarse si le gustaba degustar de aquellos delgados labios rosa? Simplemente no quería sentir que se "estaba pasando". Si era sincero, respetaba mucho a TaeHyung. Jamás lo tocaría de otra manera sin tener antes su permiso. No lo miraría sin ropa. No haría cosas que le parecían fuera de lugar o con otra clase de connotación sexual. Sobretodo, evitaría tener pensamientos de ese tipo.

O eso intentaba al menos.

El piel canela lo estaba empujando al límite.

--- JungKook--- jadeó contra sus labios, tomando estos nuevamente segundos después, deslizando sus manos por los brazos ajenos. Ah, qué ganas tenía el universitario de ser empotrado contra la pared hasta no poder más. Bien, jamás había tenido sexo con otra persona, pero sí que disfrutaba el darse placer a sí mismo, así que imaginarse lo que sería estar en el acto con el más alto, lo emocionaba.

Las manos del mayor, se dirigieron hasta la cintura ajena, únicamente sosteniéndolo para que no cayera y siguió respondiendo a cada uno de sus besos, sin darse cuenta cuando el nivel comenzó a subir, cuando la temperatura cambió.

TaeHyung se removió un poco en su lugar y abrió los ojos sorprendido.

--- Oh...--- se alejó de su boca y lo miró durante varios segundos antes de sonreír orgulloso.

El de cabellos carbón solamente bajó la mirada. Sabía que el chico se había dado cuenta. Ahora se sentía algo incómodo, puesto que su cuerpo simplemente había reaccionado a él, a la persona que le gustaba. ¿Era eso lo único que buscaba?

Suspiró y desvió la mirada hacia otro lado. No sabía qué esperaba su menor, sinceramente. Era algo que era probable que pasara.

--- ¿Qué sucede?--- le preguntó el intenso al verlo de ese modo. Don perfecto de repente se había puesto raro y eso no le gustaba--- Ummm... ¿Me dejas tocarte?--- cuestionó cuidadoso. No quería dejarlo con una erección evidentemente, pero tampoco creía que pudieran seguir y terminar haciendo otra cosa.

--- ¿Quieres tocarme?--- lo vió seriamente. Tampoco es que tuviera tanta experiencia en esas cosas. Solo se autosatisfacía de vez en cuando. Hace un tiempo que no intimaba con alguien.

Bueno, técnicamente no se estaba negando. ¿Verdad? Así que el de piel canela simplemente coló una de sus manos entre el pantalón ajeno y comenzó a masturbarlo con delicadeza.

--- Creo que no soy lo suficientemente obvio--- se quejó TaeHyung. Casi que quería pedirle que lo follara sin compasión. Pero no podía decirlo. Seguro y lo botaba por atrevido.

JungKook frunció el ceño y cerró los ojos con fuerza. No pensó que el más joven fuera capaz de hacer algo así. Se sentía tan tonto. Más pena le daba a él mismo.

--- Hey, tienes que mirarme--- habló suavemente mientras movía su mano mucho más lento que antes, logrando así captar su atención.

Cuando al fin tuvo la mirada del azabache sobre él, no pudo evitar morderse el labio inferior. ¿Cómo es que ese hombre tan sexy era tan tímido? No le molestaba hacer todo por cuenta propia. De hecho, se preguntaba si en algún momento podría suceder lo contrario.

Maldición, con una sola mano era difícil. El tamaño de su miembro le dificultaba la tarea.

--- Señor Jeon, me gusta ser dominante, pero soy muy curioso. Quiero que me sometas--- confesó contra sus labios, y a sabiendas de que no obtendría respuesta, simplemente siguió con su tarea, bombeando la virilidad del otro más rápido--- pero no ahora. Ayúdame--- exigió. Estaba tan excitado. Se sentía como un tonto puberto que con un beso tenía suficiente como para reaccionar.

Sin perder más tiempo se alzó la bata de baño y tomó la mano del contrario, para así dirigirla hasta su cavidad trasera.

--- Mételos.

Al contrario de lo que TaeHyung esperaba, el presidente deslizó dos dedos dentro de la estrechez del piel canela. Arqueó la espalda y lo miró sorprendido. Oh, Santa Mierda.

--- ¿Lo hice muy rápido? Lo siento. ¿Quieres que vaya a buscar lubricante?--- le preguntó muy preocupado, aunque el otro solo negó varias veces, sin soltarse el labio inferior.

--- Mmm... Espera... Muévelos--- pidió. Para alguien como él que se tocaba todas las noches, eso no era mucho. Lo increíble era que ahora lo estaba haciendo con otro hombre, el cual no era cualquier hombre, sino nada más y nada menos que el apuesto presidente de Dal-Lux Coffee. ¿Quién lo diría?.

Cuando comenzó a mover sus dígitos en aquella cálida cavidad, se dió cuenta de algo. Se sentía húmeda y algo pegajosa, pero sus dedos resbalaban muy bien. TaeHyung había usado lubricante hace no mucho al parecer.

El castaño notó su expresión curiosa, estremeciéndose ligeramente al sentirlo explorar su interior con los dedos.

--- Sí... Por eso me gusta meterme a bañar--- admitió travieso, jadeando bajo a la par que movía un poco sus caderas. ¿No era una razón genial incluso para un friki o algún otaku?--- hay mucha privacidad... Uh... En un baño--- se estremeció nuevamente y lo miró con un puchero. ¿Se estaba divirtiendo, no? Tendría que prestarle la misma atención.

Iba a levantarse, cuando el otro le arrancó un agudo gemido involuntario. Lo había sorprendido al encontrar su punto "dulce".

Se encorvó y dejó de masturbar al otro, pegándose a su pecho con la respiración agitada. Cielos. El azabache era genial.

Sugar, but not your baby (KookTae)Where stories live. Discover now