— Tienes que venir al club, es Halloween, es tu cumpleaños. Diviértete un poco. — dijo Graciela, la única persona que yo consideraba una amiga
Vivía en Miami también, su carrera de actriz se fue a la cima y ahora, tenía un contrato con Telemundo, haciendo novelas cursis que yo criticaba.
Ella siempre intentaba convencerme de salir a esas fiestas locas con sus amigos famosos y actores, pero la mayoría de las veces me negaba. Sin embargo, estar en ese mundo me ayudaba a hacer contratos importantes a mí también.
—Bien —respondí
Graciela se quedó en silencio como si no se creyese que le acaba de decir que sí.
— ¿En serio?
— Sí, en serio.
Ángel no me prestó ni la mínima atención en estos días, lo saludaba, me saludaba y luego caminaba en dirección contraria. De vez en cuando, cuando caminaba por el pasillo, sentía su mirada en mi pero cuando lo confrontaba, apartaba la suya y volvía a lo suyo.
Me estaba evitando.
Pensé que luego de nuestro almuerzo nuestra relación dio un paso, pero parecía que Ángel estaba reacio a mi presencia en su vida.
No me quedaría en mi cumpleaños, en casa, sola.
No era una persona que le gustase las fiestas grandes, ni tener muchos amigos o las celebraciones locas, pero de vez en cuando, mi socialimetro se reiniciaba y tenía energías y ganas de nuevo para salir y socializar.
— Nos vemos en la noche. No me dejes mal.
Sonreí y asentí aunque Graciela no podía verme
— Nos vemos en la noche —respondí
— ¡feliz cumpleaños, perra!
María estaba en la recepción, cuando me vio llegar sonrió, con una sonrisa falsa que yo sabía reconocer.
— Buenos días, señorita Del Junco.
No sonreí porque mi sonrisa falsa se la guardaba a otras personas.
— Días. —respondí, porque Buenos, todavía no lo sabía.
Su sonrisa se deshizo y me dio una mirada sarcástica.
María y yo no seríamos amigas.
No me disgustaban los cumpleaños, lo que me disgustaba era las personas hablándome, abrazándome y las llamadas de cada uno de mis familiares. No me gustaba hablar por teléfono.
Dudé de si de verdad mi socialimetro estaba en cero cuando noté a tres personas dentro de mi oficina, Carlos juntos a otros dos cuyos nombres no recordaba.
— ¡Feliz cumpleaños!
¿Y estos como sabían que era mi cumpleaños?
Carlos se acercó para darme un abrazo corto antes de alejarse.
— Gracias
El de lentes se acercó como si quisiese darme un abrazo, pero se alejó de nuevo.
Inteligente
— Como parte del equipo, nos gustaría invitarte a comer. —dijo el otro.
—Si, es tradición ir a comer cuando alguien cumple años —Carlos se sentó en la esquina de mi escritorio. — Vamos todos.
¿Ángel también? ¿Por qué no estaba aquí felicitándome?
—Bien. —accedí
Ángel no apareció por mi oficina en toda la mañana, tampoco lo vi.
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Perfecta Mentirosa✔️
Teen FictionElla era una Bad Girl Él era un Good Boy Ella era fría, arrogante y antipatica. Él era cálido, abierto y carismatico. Ella era una perfecta mentirosa Él era sincero hasta durmiendo Ella era una diabla y él era un santo. Ella era la bruja malvada y é...