Perfecta Mentirosa✔️

Capitulo 14: Amor y Amistad

"Rompiendo corazones te entretienes

y cuando das el tuyo es de papel"

La oscuridad me observaba directo a través de mis ojos hasta el centro de mi alma. El mundo exterior se desdibujaba, lo único que existía era él, las sábanas y yo.

Me acobijé en su pecho, escuchando el sonido de su corazón latiendo contra su piel

— ¿En qué piensas? —susurré luego de unos segundos. Alonso estaba demasiado silencioso, lo cual era extraño en él.

—Mi tío quiere dejarme a cargo de La Esquina —soltó seguido de un suspiro.

Me acordé de la conversación que había tenido con el Señor Villarroel unos días atrás 

— Esa es una buena noticia ¿no?

Él se removió debajo de mí, inquieto y despegué mi mejilla de su pecho, soportándome con mi barbilla para poder mirarlo.

—No sé si este preparado para tanta responsabilidad.

—Ya lo has hecho antes, cuando él se va de viaje tú eres el encargado.

—Si, pero es diferente. Son por períodos cortos, él quiere irse a Panamá por unos meses —pasó una mano por su rostro—. Meses enteros. Jamás he estado a cargo por tanto tiempo.

— Tu tío no es idiota, no te dejaría a cargo si no estuviese seguro de que lo harás bien.

Alonso hizo una mueca — De cualquier forma, no puedo evitar sentirme presionado. ¿Qué pasa si la cago? ¿Qué pasa si viene una inspección? Voy a tener que lidiar con ellos solo.

Hice una mueca también, eso no sería agradable. —No estarás solo. Alfredo estará ahí. —comenté. Refiriéndome a la mano derecha del Señor Villarroel.

Él agarró un mechón de mi cabello que caía sobre su pecho desnudo. — Supongo —murmuró distraído, unos instantes después sonrió— Viendo la parte positiva, el que mi tío se vaya a Panamá significa que próximamente tendré casa y trabajo en Panamá. Una vez me gradúe.

Eso llamó mi atención — ¿Quieres irte a vivir a Panamá?

—Sería un buen lugar para empezar antes de tomar mi propio camino.

Si mis cálculos no fallaban a él todavía le faltaban dos años para salir de la universidad. —¿Cuál sería ese camino?

Empezó a hacer una trenza con un pequeño mechón —No lo sé, solo sé que será lejos de aquí.

Me acordé de lo que mi profesora de historia diría al escuchar eso.

—Hablando del futuro, ¿ya sabes que es lo que vas a estudiar?

Suspiré, de pronto sintiendo fastidio y me alejé de él, recostando mi cabeza en la almohada de al lado, el intento de trenza que había estado haciendo se deshizo.

—No lo sé.

La verdad era que había estado pensando en ese tema, próximamente iba a tener que hacer las pruebas de aptitud. Diseño gráfico no sonaba tan mal en mi cabeza.

— Vamos Benatia, ¿qué es lo que más te gusta? —Preguntó— a parte de mí, por supuesto.

— Ese ego Alonso.

Una carcajada salió de su garganta y se acomodó en la cama, colocándose de costado para verme a la cara. — Ya, hablando en serio. ¿No hay nada que te llame la atención? —Me encogí de hombros— Los números quedan descartados. Podrías estudiar comunicación social pero no eres buena con la gente. —touche— Ya sé. Derecho, eso es lo tuyo.