Capitulo 17: Guardaespaldas

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"Un milagro que no merecía

La verdad de todas mis mentiras"


— Tenemos que empezar a recaudar fondos desde ahorita, después se nos acumulará todo. —Mariela se encontraba en el centro del semicírculo que habíamos formado a su alrededor— Hablé con mi mamá y disponemos de una cuenta donde podemos ir depositando la mensualidad ahí. Yo puedo hacerme cargo de la contabilidad —nadie refutó esa idea, ella era la persona más adecuada en el salón para hacerse cargo del dinero—.Por otra parte debemos hablar con la directora y que nos de permiso de hacer cantinazos o rifas aquí mismo en el colegio.

— Mi tía tiene un restaurante, puedo hablar con ella para que nos done comida o algo y así lo vendemos aquí —dijo alguien entre la gente

Mariela sonrió — Sí, habla con ella y avísanos que te dijo. Si alguien más tiene una idea de cosas que podamos hacer es bienvenido —nadie habló, sin embargo eso no la desanimó—. Sé que todavía faltan algunos meses para la graduación pero eso pasa en un abrir y cerrar de ojos. Por favor muchachos, tenemos que ponernos las pilas. Todos queremos que nuestra fiesta de graduación sea inolvidable ¿cierto?

Compartí una mirada con Santiago y Alberto, ellos se encogieron de hombros. En realidad nos daba igual cómo saliera esa fiesta, siempre y cuando hubiese comida, todo estaba bien.

— También me puse en contacto con una agencia de viajes de graduación para que me enviaran los costos y los paquetes que tienen para ofrecer. ¿Todos quieren ir a Margarita, no?

Me volví a mirar con mis amigos y sonreímos. Hemos estado esperando por años por ese viaje. Esa semana sí que sería inolvidable.

Todos empezaron a hablar al mismo tiempo, hablando de qué haríamos y a dónde iríamos una vez que estuviéramos en Margarita, la anticipación adueñándose de nosotros.

— ¿Eso si les llama la atención? —Mariela se rió al ver el alboroto formado por la sola mención del viaje.— Bueno, ellos quedaron en llamarme para organizar una reunión con nuestros representantes y así explicar cada detalle. Vayan informándoles a sus padres.

Tanto mis padres como los de Santiago y Alberto habían dicho que sí. Toda la promoción iría, ¿quién en su sano juicio se perdería el viaje de graduación?

La atención de Mariela de pronto se fijó en mí — Ángel por cierto, ¿podemos ir a hablar con el entrenador y preguntarle si nos dejaría ir con ustedes a los próximos partidos y montar un stand para vender cosas?

Me encogí de hombros e hice un gesto hacia Santiago

— Mejor ve con Santiago, él es el capitán. El entrenador lo quiere más que a mí.

Me pareció que la sonrisa de Mariela trastabilló un poco, pero se recompuso al instante.

Santiago me dirijo una mirada y luego asintió hacia Mariela — Yo voy contigo en el receso.

— Esta bien, ento... —sus palabras murieron en cuánto el profesor de Física entró al salón

— ¡Todos a sus asientos! Vamos, vamos —ordenó y despejamos el escritorio con rapidez. — ¿En qué quedamos la clase pasada?

— En el movimiento rectilíneo uniforme profesor —respondió Mariela al instante

— Les di las formu... —su voz fue interrumpida por la puerta que se abrió en ese momento. Benatia apareció por ella y no pude evitar sonreír.

— Buenos días profesor, ¿puedo pasar?

El profesor chasqueó los dientes — Llegando tarde de nuevo señorita Del Junco

Perfecta Mentirosa✔️Where stories live. Discover now