Capítulo 24: Montando el Circo

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"Esta es una Azalea que simboliza la alegría repentina e inexplicable.

Justo lo que siento cada vez que te veo."



Con el pasar de los días la producción de miel decaía, la reina parecía haber perdido su panel más importante y sola se hallaba en un reino sin oro. Destronada. Así la veía. Pero no lo suficiente, al menos no para mí.

La reina todavía no había aguijoneado, quería que sacara todas sus cartas, sus garras, que acabara con su reserva de miel.

Destruida y totalmente acabada.

—¿Entonces me vas a acompañar? —volvió a preguntar Ángel

Las ruinas de un reino se vislumbraban en el papel, mis dedos se hallaban sucios en un sin fin de colores

— ¿A dónde? —le había estado prestando más atención a mi dibujo que a él. Estaba mejorando con mis técnicas, había pasado de retratos a paisajes.

— A la fiesta gorda, van todos los del salón. ¿Vendrás conmigo está vez?

— No.

Me pregunté qué pensaría un psicólogo de mis dibujos, ¿no dicen que cualquier forma de arte es solo una exteriorización de nuestro interior? Y si era así, cuál sería el significado psicológico a mis pinturas. Ruinas. Eso había pintado, un palacio caído en la añoranza de lo que alguna vez había sido, de su grandeza olvidada por aquellos que sufren de memoria a corto plazo.

— Siempre me dices que no

— Si ya lo sabes no entiendo para qué sigues invitándome.

Tinieblas, a las ruinas le hacían falta tinieblas. ¿Dónde estaba el gris?

— No lo sé —se escuchó un suspiro a través de los altavoces— supongo que sigo esperando a que me digas que sí.

Busqué entre el montón de colores desplegados por mi escritorio, sabía que debía de quedarme un crayón gris por ahí. Era el color que más usaba.

— No me necesitas para ir a esas fiestas estúpidas Ángel, puedes ir sin mí.

— De poder puedo, de querer no quiero. Quiero verte

Diablos, me había quedado sin gris. ¿Cómo había sucedido eso?

— Nos vemos todos los días en el colegio.

— En el colegio —repitió— últimamente casi no nos hemos visto fuera de él.

— Eso no es precisamente por mi culpa —además ¿cuál era el propósito de verlo fuera del colegio si Mariela no nos estaría viendo?

Negro y blanco. Eso funcionaria

— Lo sé, no estoy diciendo que sea tu culpa. Los entrenamientos me han tenido agotado por eso hoy quiero estar contigo.

— No vayas a esa fiesta y podemos hacer cualquier otra cosa

— Sabes que no puedo faltar

Me encogí de hombros a pesar de que él no podía verme — Bueno.

La tiniebla siendo atravesada por un rayo de sol. Una nueva Reina que tomaría lugar en el reino olvidado.

— Ni siquiera entiendo cómo estas tan tranquila con que vaya a una fiesta sin ti.

Fue mi turno para suspirar — Se llama confianza Ángel. Confío en ti y en que no harás nada que comprometa esa confianza.

— Por supuesto que no gorda, sabes que jamás haría nada que te lastime —sonreí, eso era tierno— pero de todas formas, por lo general a las novias no le gusta que sus novios salgan sin ellas.

Perfecta Mentirosa✔️Where stories live. Discover now