Capitulo 8: El enigma

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"Eres experta para enamorar

y no te importa, cuántos caigan por error"

Si hace una semana alguien me hubiese dicho que estaría llevando a Benatia del Junco a su casa, me hubiese reído en su cara. Contra todo pronóstico y sin dejar de sorprenderme por las raras vueltas de la vida, ella estaba montada en mi carro, Benatia estaba sentada en el asiento del copiloto y yo la estaba llevando a su casa, suponía que esto nos hacía oficialmente amigos. O algo parecido.

Si es que Benatia en realidad tenía algún amigo

Esta mañana había estado demasiado ansioso, intrigado, acerca de cómo actuaría Benatia conmigo, el sábado habíamos pasado una tarde agradable, ella era... totalmente distinta a como me imaginaba que era. Benatia era divertida y simpática. Y una parte de mí que no estaba seguro de querer admitir había estado esperando al lunes para verla otra vez, para hablar con ella.

Benatia Del Junco coqueteó conmigo. Estuve demasiado impresionado para incluso lanzarle una respuesta adecuada, tampoco sabía si Benatia me interesaba de esa manera, a mí me gustaba Mariela, hasta hace algunos días estaba pensando en pedirle que fuera mi novia.... pero Benatia...

Probablemente estaba siendo un estúpido al pensar que Benatia tenía algún interés en mí. Sin embargo no negaré la amarga decepción que había sentido en la mañana cuando ella desvió la mirada al saludarla, ignorándome. Benatia había vuelto a ser la misma Benatia fría y distante que siempre fue y creí que la Benatia que había conocido el sábado, la Benatia que se reía conmigo, la Benatia tímida y agradable que parecía interesarse por lo que yo decía había sido solo producto de mi imaginación.

Menudo alivio sentí cuando unos minutos después me había sonreído, justo como quería que lo hiciera.

Desvié mi mirada hacia ella para verla recostada en el asiento, viendo a través de la ventana. Sus dedos tamborileaban contra su pierna siguiendo el ritmo de la canción.

Quise tocarla.

Aclaré mi garganta, estrujando por un tema de conversación en mi mente. — ¿Qué tal la clase de matemática? —pregunté lamentándome al instante.¿No tenía otra cosa de la cual hablar que no fuera sobre el colegio?

Qué clase de idiota eres Ángel.

De todas formas, no tenía la más mínima idea de qué le gustaba a Benatia.

Benatia alejó su vista de la calle y sus ojos avellana me observaron. — Horrible —una suave risa salió de su garganta y la mía se contrajo.

—¿En serio? Pensé que había hecho un buen trabajo como profesor —bromeé.

Benatia se volteó por completo en el asiento, quedando de frente a mi costado

— ¡Lo hiciste! —Se apresuró a admitir— Eres el mejor profesor que he tenido jamás —mi pecho se hinchó— Y el más guapo —añadió logrando que casi perdiera el control del auto.

¿Benatia pensaba que era guapo?

Mi er da

Me quedé mudo por un segundo repitiendo sus palabras en mi mente. Sus ojos avellana me miraban con intensidad, quitándome el aliento.

Ella era una chica que quitaba el aliento, la respiración y los pensamientos.

Respóndele, respóndele

—Tú eres la mejor alumna que he tenido también —respondí controlando mi voz— y la más guapa.

La sonrisa de Benatia se ensanchó y me sentí ganador.

Perfecta Mentirosa✔️Where stories live. Discover now