Capítulo 45: Desconciertos

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"Quiero que te sientas como yo me siento.

Quiero ser como tú, sin sentimientos"



Me aparté un paso de Alonso con brusquedad y giré mi rostro intentando disimuladamente limpiar mis lágrimas. Era una estúpida. Una completa estúpida. 

Pensé otra vez en su falta de vestimenta, en su actitud sorprendida y tiesa...

—Umh... ¿Quién es ella? —la voz de la mujer fue exageradamente dulce y aunque no la veía, sentía sus ojos detallando cada mínimo detalle en mi aspecto.

Él estaba con otra  y yo había llegado en el momento más inoportuno.

—Ella... —Alonso empezó a hablar pero lo corté, alzando mi barbilla lo encaré.

—Nadie. Ya me estaba yendo.

Di media vuelta dispuesta a atravesar el umbral de la puerta que seguía abierta y de inmediato, sin darme cuenta, choqué contra un señor que estaba entrando. Alonso fue rápido en sostenerme por detrás antes de que mi trasero golpeara contra la cerámica del suelo.

— Disculpa. Disculpa, no te vi. —el señor habló apresuradamente con pena mientras recuperaba el equilibrio y me apartaba del contacto de Alonso, observé a la persona delante de mi pensando que se me hacía conocido de algún lado, su cabello estaba mezclado entre colores negros y blancos por las canas, unos anteojos colgaban de su nariz, debía rondar en los cincuenta y tantos.

—No importa yo estaba...

—Benatia —Alonso tomó mi codo, llamando mi atención —Él es mi papá. Y ella, —señaló con su cabeza hacia la mujer que seguía parada ahí observándome— es mi madre.

Sí. Yo era una completa estúpida.

— Oh —fue lo único que pude decir. Alonso rodó sus ojos sabiendo el pensamiento que había cruzado en mi cerebro.

La mamá de Alonso, la cual, ahora que la veía con claridad y calma, tenía leves arrugas que cubrían su hermoso rostro, sin la ceguera conferida por las lágrimas y mi entumecimiento fui capaz de notar el enorme parecido que tenía con su hijo, en la postura, en la línea en su nariz, ella era hermosa y elegante y a pesar de sus lineas de expresión, se veía increíblemente joven.

—¿Ella es Benatia? —su mamá preguntó, su expresión cauta había cambiado a una mucho más amable y afable.

—Sí mamá, ella es Benatia.

—Oh —los ojos de ella se abrieron y una gran sonrisa fue dirigida a mí—. Mucho gusto Benatia, es un placer conocerte. Soy Mercedes.

Ella me estaba tratando como si tuviera una idea de quién era yo y no podía asegurar que eso me hacía sentir cómoda. No sobretodo sabiendo que tenía parte de su ADN dentro de mí.

—¿No deberías estar en el colegio? —el papá de Alonso preguntó observando la camisa marrón perteneciente al uniforme escolar y mis mejillas se sonrojaron con vergüenza.

Miré hacia mis pies, nerviosa —Hoy había una actividad y...

—Y ella volverá al colegio después —Alonso terminó por mí tajantemente, librándome de tener que dar explicaciones.

Su mamá le lanzó una mirada de advertencia a su esposo, quien tenía un escaso parecido a Arturo.

—Nosotros en realidad somos lo que ya estamos yéndonos.

El señor frunció su ceño confundido pero no objetó nada

—Acabo de revisar el carro de Arturo, tienes que llevarlo a que le hagan un cambio de aceite y revisa los cauchos traseros, creo que les falta aire. Haz eso hoy.

Perfecta Mentirosa✔️Where stories live. Discover now