Capitulo 9: Fifa

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"Fuiste una mentira
En esta realidad"

Estaba empezando a perder la paciencia con este insoportable enano inmundo. No me gustaban los niños, eran insoportables, ruidosos, impertinentes y salvajes. No sabía cómo tratar con los niños ni con sus preguntas y comentarios extraños. Me hacían sentir incómoda. Y el hermano de Ángel se estaba ganando el puesto número uno a la lista de los hermanos insoportables.

Agradecía ser hija única.

La única clase de niños que me gustaban eran los que no se movían, ni hablaban, ni se quejaban, ni hacían alguna clase de ruidos. Estaba segura de que esa clase estaba en extinción.

No me veía teniendo hijos en un futuro lejano. Quizá adoptara uno, crecido. Grande. Y que no tuviera que criar. Mis papas estarían decepcionados al saber que no planeaba darles nietos.

Suspiré y miré hacia las escaleras, ¿que tanto se tardaba Ángel con su mamá? Al menos, la madre de Ángel era agradable solo que demasiado... Efusiva. No me sentía cómoda con gente extraña abrazándome o tocándome. Para el caso.

—Entonces, aprietas A y pasas el balón. En B le quitas el balón al equipo contrario, en X centras y en Y sacas al portero ¿entiendes? —La voz sin desarrollar de Miguel chilló en mi oído— es sencillo.

Miré el control del Xbox en mi mano, odiaba los videojuegos.

Se agradable Benatia me recordé.

Sin embargo había querido lanzarle mi comida al niñito en cuanto soltó que le había enseñado a jugar a Mariela. Como si por el hecho de que ella jugara con él yo también debería hacerlo.

Venenosa Mariela,hasta donde llegaban sus derroches de miel que era capaz de usar a un tonto niño de diez años para conquistar a su hermano. A pesar de eso debía admitir que era una jugada inteligente de su parte.

Mariela no tenía un pelo de estúpida pero todos de hipócrita, pretendiendo que se interesaba por estos tontos juegos para ganarse al hermano menor. Una carta bien jugada, todo el mundo sabía que para conquistar a tu presa también debes de conquistar a su familia. Aún más a los hermanos.

— ¿Cuál es tu equipo favorito? —preguntó

— ¿Ah? —no le había estado prestando atención a sus últimas palabras. Este niño hablaba como un loro. Era irritante

—¿Qué equipo es tu favorito? —preguntó lentamente como si yo fuera estúpida.

Mi agarre en el control se apretó. Este niño no quería probarme, no cuando aún no había obtenido mi dosis de sueño.

Por un segundo me arrepentí de haber fingido no encontrar mis llaves para que Ángel me invitara a su casa. En este momento estaría durmiendo plácidamente en mi hermosa y cálida y cómoda cama pero tenía un plan que poner en marcha y rápido. Aun cuando la tarde del sábado se encontraba caliente en su memoria. No podía permitir que las cosas se enfriaran, ni siquiera yo entendí como se me había ocurrido tan magnífica idea, incluso la actuación con lágrimas y temblores me había quedado perfecto. Ángel se había tragado todo por completo

Quizá le diría a mi papá que quería estudiar actuación. Quien quita, estaba desempeñando este papel de maravilla.

—La Juventus —dije sin prestarle demasiada atención, ese era el equipo de Alonso y el único que se me vino a la mente

Miguel hizo una mueca de asco —¿La Juventus? ¿En serio? Tú y yo no nos vamos a llevar bien.

Él me quitó el control de las manos, sacudiendo la cabeza.

Perfecta Mentirosa✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora