Contrato

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15 de septiembre 2023
Bangkok, Tailandia

Freen había regresado la noche anterior de Ao Kio, una playa en la isla Koh Samed, siguiendo las recomendaciones de la doctora Turnet. La arena blanca y el mar turquesa la habían reconfortado un poco, pero debía volver por tres motivos. El primero y más importante Rebecca había regresado y Freen ya no podía aguantar más tiempo sin verla, segundo una revista había pagado una exclusiva para ser la primera en tener una entrevista de las dos después de todo lo que había sucedido y tercero tenía cita con el ortopedista para que le retiraran el yeso.

Después de que le hicieran algunas radiografías para comprobar que era conveniente retirarlo y cuando lo comprobaron lo hicieron. La piel que apareció estaba pálida, seca y tenía signos de descamación. La actriz apretó los dientes ante la sensación de picor que apareció apenas vi su brazo. Una enfermera se acercó para lavarlo.

—Mueve los dedos—. Pidió el Ortopedista—. flexiona el brazo y para terminar álzalo verticalmente sobre tu cabeza.

La pelinegra movió los dedos de la mano lentamente, estaban entumidos, como si fueran piedras pero no había dolor aunque la mano temblaba en cada movimiento. Flexionó y trató de alzar el brazo pero un dolor como si de mil agujas se trataran lo impidió por lo que alzarlo incluso para dejarlo horizontalmente fue imposible el peso del mismo le resultaba agotador.

—No tendrás ninguna marca visible en la piel—. Dijo el Dr. Pierce—. El equipo de cirugía plástica y reconstructiva del hospital se aseguró de eso.

—Ahora tengo un brazo biónico—. Freen bromeó sin sonreír— ¿Podré cargar un camión con el?

—No lo recomiendo—. El médico bromeó mostrando una ligera sonrisa—. Te transferiré al área de fisioterapia donde continuarás con tu tratamiento para recuperar la mayor movilidad posible.

El doctor se quitó los guantes de látex que había utilizado para valorar el estado de la piel y las ligeras cicatrices que no eran notorias a menos que supieras exactamente donde se encontraban.

Hoy vería a Rebecca después de lo que parecía una eternidad, la actriz sabía que aunque probablemente la había visto antes de que viajara esos recuerdos no estaban claros en su cabeza, era como si tuviera tres años de no ver a Rebecca.

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Ashley Ritz estaba sentada a lado de Freen en el sofá mientras que la actriz no podía dejar de mirar a la puerta. El equipo de la reportera acomodaba las cosas en el recibidor, mientras el pie de Freen chocaba ininterrumpidamente contra el piso tratando de controlar su estado de excitación y nerviosismo que recorría cada parte de su cuerpo.

—Pensé que vivían juntas—. Habló Sun Khing que era la mujer que les haría la entrevista el día de hoy sacándola de sus pensamientos y haciendo que la actriz dejara de ver a la puerta para mirarla a ella. La reportera sintió como sus mejillas se tornaban en un tono carmesí cuando los ojos miel se detuvieron en ella.

—Vivimos juntas—. Dijo —. Pero como estuve unos días fuera ella se quedó en el condominio de sus papás cuando llegó a Bangkok—. Freen repetía lo que había dicho Ashley—. A ella no le gusta quedarse sola le tiene miedo a los fantasmas.

Apenas terminó de hablar la puerta del penthouse se abrió, Sun hizo un movimiento de manos indicándole al camarógrafo que comenzara a grabar.

La boca de Freen se abrió ligeramente mientras veía a una Rebecca pelirroja entrar al penthouse. Vestía un pantalón de mezclilla azul claro que se ajustaba a sus piernas con una playera de tirantes negra que dejaba ver una parte de su abdomen.

Breaking the distance. //FREENBECKY//Where stories live. Discover now