Sentencia

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POV FREEN

Me sentía ansiosa, mis manos sudaban y mi corazón latía desbocado, las fotos de las que Nam había hablado debían de ser las mismas que había en aquel folder, en ellas la imagen era clara.

Rebecca usaba un vestido negro con corte en los laterales que dejaban al descubierto parte de su cintura, sonreía a la cámara con el dedo medio e índice levantados en una seña.Tenía el cabello rubio y detrás de ella una pared con letras neón "CRU BAR". Las siguientes fotos eran del mismo día y lugar porque Rebecca llevaba la misma ropa, eran una secuencia que te contaba una historia muy bien detallada. En la mesa que ocupaba había una botella de champagne y al menos 5 copas aunque no había nadie más a lado de ella. La tercera foto era Rebecca de espaldas a la cámara mientras una mano la sujetaba de la cintura aunque no se apreciaba a quien pertenecía la mano. La siguiente foto era Rebecca sentada en las piernas de un hombre de aproximadamente 25 años mientras él la sostenía con ambas manos una en su cintura y la otra por las rodillas apretando debajo de ellas, Rebecca estaba recargada contra él y su cabeza quedaba en el cuello del hombre y él sonreía. No reconocía al hombre nunca lo había visto en mi vida, tenía el cabello negro corto, no se distinguía pero aprecia que tenía los ojos azules, y un tatuaje en el antebrazo. Cuando pasé de esa foto la otra era de ambos besándose. Y la secuencia terminaba con una foto de él y Rebecca en la misma cama, dormían y una sábana los cubría pero se interpretaba que estaban desnudos.

Miraba una y otra vez las fotos, me detenía en cada detalle, como si pudiera encontrar algo que me dijera que eran falsas o que habían sido editadas, algo que me dijera que Rebecca había sido forzada pero eran tan reales, tan auténticas.

Tomé la botella de whisky que había tomado del bar y mientras golpeaba el escritorio bebí directo de la botella.

—Señorita Sarocha—. Darla abrió la puerta de la biblioteca y yo me limpié con la mano las lágrimas que salían de mis ojos—. La buscan.

—Que pase, Darla—. Dije sin preguntar quien era porque solo esperaba a una persona.

Volteé las fotos boca abajo escondiendo su contenido en la superficie del escritorio. Deseando nunca haberlas visto, miles de escenarios se creaban como enredaderas dentro de mi, cada una con una teoría diferente, más grotesca más visceral. Me dolía y me imaginé a mi misma tiempo atrás viéndolas por primera vez, quería matarlo, quería matarlos a ambos. Actualmente no tenía una relación con Rebecca pero el pensar que ella me engañó y por eso terminamos era solo una idea en el aire pero ahora las fotos lo confirmaban, maldije a Rebecca, me maldije a mi por añorar tenerla de vuelta.

—¿Querías verme?—. La puerta se abrió y se cerró. Alcé la vista y me limpié nuevamente las lágrimas que brotaban inconscientemente—. ¿Qué pasa? Tengo mucho trabajo y me estás quitando tiempo valioso solo con hacerme venir hasta aquí.

—Siéntate—. Pedí tratando de controlar mi voz para que no se quebrará a penas emitir algún sonido.

—Sarocha—. Dijo cruzándose de brazos—. No tengo tiempo para esto, dime ¿qué quieres?

Mi giré en la silla tratando de encontrar la fuerza para continuar hablando y escuchando, el aire entraba a mis pulmones pero no obtenía lo necesario para sentir que respiraba, mis ojos estaban rojos y aguados por las lágrimas que nacían a trompicones dentro de ellos. Mis manos temblaba y enterré en mi cuello las uñas como si eso pudiera hacerme despertar de la pesadilla, pero esto no era un sueño, esta era mi realidad.

Saqué el aire que contenía, alboroté mi cabello y me giré en la silla para quedar nuevamente de frente a quien me miraba con una ceja levantada, expectante, impaciente, esperando.

Breaking the distance. //FREENBECKY//Where stories live. Discover now