Already Gone

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Bangkok, Tailandia.
13 de Diciembre, 2024

John Lennon dijo una vez que "la vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes", como si no hubiese límite de tiempo, nos olvidamos que todo tiene fecha de caducidad.

Rebecca Patricia Armstrong entendió aquella frase cuando fue diagnosticada con cáncer de estómago, sintió que el mundo acababa de desmoronarse con ella, que la vida era tan efímera y que ella había desaprovechado tanto tiempo en lugar de vivir. Para los ojos del exterior lo tenía todo, fama, dinero, amor, éxito, pero ella pensaba que no había nadie en el mundo que pudiera sentirse más sola de lo que ella se sentía.

Se prometió que si no moría viviría al límite, haría lo que sintiera y no volvería a dejarse manipular por nadie, lo hizo.

—Todo estará bien—. La joven actriz castaña de a penas 22 años repetía aquella frase como si fuera un mantra mientras su mano temblorosa recorría su barriga, el hijo que esperaba pateaba con fuerza como si pudiera sentir la ansiedad de su madre—. Tranquilo, Henrick. Todo está bien.

—Rebecca—. Darla regresó después de hablar con Tania—. Ya hablé con Tania al parecer Freen aterrizó cerca de las 6 de la mañana.

—Darla—. Rebecca se llevó una mano a la sien—. Eso ya lo sé, ella me avisó, lo que quiero saber es en dónde está en este momento.

—Tania dijo que se encargaría de contactar a la marca, regresará la llamada en unos minutos. Tienes que tomarlo con calma... al bebé le hace daño, no puedes estresarte.

—¡¿Cómo quieres que esté si no sé nada de mi esposa?!—. Rebecca presionaba con fuerza su sien mientras sus ojos se humedecían, su respiración se difultaba y mantenía la boca abierta para llevar la mayor cantidad de aire a sus pulmones—. Ya debió haber llegado al hotel.

Darla se arrodilló frente a Rebecca y sujeto sus muñecas con fuerza evitando que se lastimara.

—Escúchame, ella está bien—. Darla aseguró con fuerza—. Si algo hubiera pasado ya lo hubiéramos sabido—. Rebecca cerró los ojos y negó mientras las lágrimas brotaban—. ¡Rebecca, escúchame! Freen está bien, cuando vuelva te ayudaré a torturarla por desaparecer pero tienes que calmarte.

—Siento que algo malo va a pasar, Darla—. Rebecca sollozaba alto—. Lo siento.

—Nada malo va a suceder ¿me escuchas? Son solo las voces de tu cabeza, eres fuerte, Rebecca. Tienes que tranquilizarte, por favor.

Darla se puso de pie y abrazó a la actriz que intentaba controlar sus emociones sin mucho éxito, sobaba su brazo con delicadeza y frenaba sus propias lágrimas.

—Te preparé una infusión de toronjil para que te tranquilices un poco—. Darla paso su mano por el perfil izquierdo de Rebecca mientras la legaba a su abdomen—. Tus padres no han de tardar, piensa en Henrick, por favor.

Henrick, su hijo, su bebé. Rebecca pensaba en él todo el tiempo, como podría no hacerlo, como podría Darla pensar que no lo hacía.

La castaña sentía un nudo en la garganta y estaba perdiendo la paciencia a medida que su ansiedad incrementaba, el talón de su pie derecho se movía de arriba hacia abajo con rapidez, la ansiedad buscaba una manera de salir del cuerpo de Rebecca.

Breaking the distance. //FREENBECKY//Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora