Breaking the distance. //FREENBECKY//

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POV BECKY

Estaba de pie frente al espejo de cuerpo completo de mi closet, había optado por un blazer gris largo que me llegaba por arriba de las rodillas, una playera de cuello en U blanca y una jeans entallados con unos zapatos deportivos en blanco, recogí mi cabello en una coleta, que me importaba no llevar vestido de cóctel o parecer que me había vestido en 10 minutos.

—Estás hermosa—mire a Jannine a través del espejo con las cejas levantadas, ella sonrió y se encogí de hombros—. Es la verdad.

—No quiero verme hermosa—. Dije colocando ambas manos a cada lado de la cintura—. Quiero verme como que me importa una mierda la cena.

—Entonces no vayas— dijo rodeándome la cintura con su brazos, mientras posaba su cabeza en mi hombro derecho, mirando y sonriendo a través del espejo—. Nada dice mas "me importa una mierda esta cena" que no aparecer.

—¿En serio?—. Dije acariciando sus brazos con mis manos—. No lo había pensado—. Dije sarcásticamente.

—Estoy bromeando—. Dijo besando mi cuello con una sonrisa en su rostro—. Aunque si quieres puedo secuestrate y atarte a la cama.

—Eso suena mejor—. Dije girando en sus brazos y abrazándola desde su cuello—. Pero tendrás que hacerlo después del masaje que prometiste.

—Tendrás que darme algo para que pueda sobrevivir tantas horas—. Me incline para besarla, ella subió su acariciando mi espalda con su mano, mientras profundizábamos en beso, su mano volvió a bajar y flexionó las rodillas mientras me sujetaba por debajo de mi trasero para levantarme.

—Tienes que esperar—. Dije sujetando sus brazos—. Ahora llévame a BBCO para acabar con esto  lo más rápido—. Deposité un beso casto en sus labios para caminar hacía la planta baja.

—¡No es justo!—. La escuché gritar tras de mi, volteé  sin dejar de caminar y le mostré mi lengua—. Qué traviesa.

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BBCO era un restaurante de comida italiana, nada extravagante pero muy elegante, cuando la hoster me vio llegar con zapatillas deportivas no pudo evitar abrir la boca pero yo era Becky Armstrong, no le niegas la entrada a Becky Armstrong. Así que sin decir nada me llevó hasta una mesa situada a lado de la ventana de piso a techo. Me quedé observando como el cielo nocturno contrastaba con las luces de Bangkok.

—Hola—. Me giré para ver a Sarocha que se mantuvo de pie a un lado de la mesa, usaba un blazer negro de un botón y un pantalón a juego, una blusa blanca y zapatillas deportivas blancas. ¿Esto es una broma? ¿De verdad? Rodé los ojos—. Mi nombre es Freen Sarocha Chankimha—. Dijo y extendió su mano hacia mi.

De acuerdo, ella realmente perdió la cabeza.

—¿Qué?—. Pregunté arrugando la nariz y frunciendo el ceño—. ¿Me estás bromeando?

—No, en verdad ese es mi nombre—. Dijo sujetando mi mano y agitándola como si nos estuvieras saludado—. ¿Cuál es el tuyo?—. Preguntó y yo miré por encima de mi hombro buscando alguna cámara.

—Cállate y siéntate—. Dije jalando mi mano y poniéndola sobre mi regazo—. ¿Chocaste tu auto de nuevo?—. Pregunté.

—No tengo licencia—. Dijo encogiéndose de hombros—. Pero sí, choqué—. Dijo mientras se sentaba—. Con tu mirada, me golpeó tan fuerte que quedé tonta.

Gracias a dios soy actriz porque realmente no era graciosa pero quería reírme, contuve la respiración para controlar los gestos.

—Bien, ¿Qué me vas invitar?—. Preguntó alzando una ceja—. Tengo que advertirte qué como mucho.