New York

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Dos meses después

POV FREEN

El agua caliente recorría mi cuerpo, tenía la cabeza mirando hacia arriba dejando que las gotas golpearan de frente en mi rostro, después de un día largo y cansado prefería relajarme en la tina pero Rebecca me esperaba en la habitación así que decidí no perder tiempo.

Abrí la mampara de puerta corrediza una vez que me sentí más relajada, tomé una toalla blanca para secar mi cuerpo, me quedé mirando mi reflejo mientras me colocaba la bata de baño de color negro, sequé mi cabello y lo cepillé, después de hacer toda la rutina de higiene.

Sonreía mostrando los dientes al saber que estaba en el lugar que tantas veces pensé tan lejano, si cuando me enteré de que Rebecca se casaría con Torfan me hubieran dicho que unos meses después nos estaríamos escapando a Londres para casarnos en secreto aunque fuera mi sueño lo hubiera creído imposible.

Mis ojos brillaban y podía verlos más claros de los que alguna vez noté, al final me daba cuenta de que los finales felices también sucedían en la vida real, Rebecca Patricia Armstrong era mi paz en cualquier lugar en el que estuviera, podíamos hablar de todo sin vergüenza, pasábamos horas riendo de niñerías, despertar a su lado era como si fuera navidad todos los días, hacíamos el amor sin tocarnos cada día pero cuando dejábamos que nuestro lado irracional se materializara era ir al cielo, sentía que mi corazón se incendiaba más cada mañana porque lo que sentía por ella aunque pareciera imposible, no dejaba de crecer, quizás un día mi cuerpo terminaría reventando por la presión que mi corazón ejercía contra todos mis órganos, no había manera de que alguien en el mundo pudiera amar a otra persona de la misma manera en que yo amaba a Rebecca. Y quizás solo quizás ella era la única capaz de acercarse mínimamente a amarme de la misma manera en que yo lo hacía.

Podía dar mi vida por ella sin dudar ni un segundo, sus ojos... el mismo cielo, su piel un lienzo en el que me encantaba plasmar obras de arte por medio de mis besos y mis manos, su sonrisa le daba un brillo permanente a mi mundo. Deseaba que todas las personas alguna vez pudieran llegar a ser capaces de conocer esas sensaciones... esa plenitud y felicidad que ser y estar puede generar.

Caminé hacia la puerta que conectaba el baño con el vestidor, opté por uno de los sweatpants negros qué Rebecca utilizaba para ejercitarse y una hoodie con capucha del mismo tono, no hacía frío pero a Rebecca le gustaba bajar la temperatura del termostato por lo que prefería estar preparada que despertarme a mitad de la madrugada por el frío.

—Darla llamó—. Dijo cuando regresé a la habitación después de bañarme, sujetaba mi cabello ahora rubio con ambas manos mientras mis manos se movían para colocar una liga, alcé las cejas para que continuara hablando—. Tus padres no dejan de llamar—. Fruncí el ceño y dejé mi lengua fuera de mi boca entre mis labios—. Deberías llamarlos quizás pasó algo importante.

Rebecca estaba sentada con las piernas cruzadas en medio de la cama mientras abrazaba una almohada, usaba un short negro holgado y un top para dormir. Su cabello ahora castaño nuevamente estaba recogido en una coleta descuidada, estiró los brazos y se encogió de hombros ante mi silencio.

—No creo que sea importante—. Contesté subiendo de rodillas a la cama, mis manos buscaron como por instinto la piel de sus pantorrillas, acariciando lentamente.

—Freen, deberías llamarlos—. Repitió sujetando mis manos haciendo que se rompiera el contacto, la miré e hice un puchero y sabía que Becky quería reír porque apretaba con fuerza sus labios mientras me miraba reprendiéndome —. Desde Diciembre no hablas con ellos quizás se preocupan por ti o quieren verte.

—No es importante— repetí empujando mi lengua contra el interior de mi mejilla, los ojos marrones de Rebecca me exigían respuestas, suspiré antes de contestarlas—. Desde que venimos a New York hace un mes cancelé las transferencias mensuales a sus cuentas bancarias—. Alcé mis hombros restándole importancia aunque dolía darme cuenta de que me habían buscado solo porque no recibían mi dinero, no se habían preocupado por mi en ningún momento, incluso cuando estuve a nada de morir ellos simplemente no aparecieron y ahora solo cuando vieron cesar su ingreso económico me buscaban, ¿era realmente tan malo que su hija amara a otra mujer?

Breaking the distance. //FREENBECKY//Where stories live. Discover now