Sathorn

4.8K 427 68
                                    

POV FREEN

Tania se fue porque tenía trabajo que hacer pero antes de marcharse me pidió casi suplicando que no le contara nada a Rebecca, todo lo había hecho a espaldas de ella. Dijo que aunque Rebecca estuviera con Jannine yo había sido el amor de su vida, las circunstancias y la ambición de algunos nos había separado pero quizás aún estábamos a tiempo de ser felices.

Sus palabras solo hicieron que mi inquietud se incrementara, quería ir a Sathorn, quería hablar con Rebecca, quería decirle que la amaba y que nunca había dejado de hacerlo, que nunca podría hacerlo.

Quería pedirle perdón por haberla tratado tan mal, por no haberla escuchado, por no estar con ella cuando más me necesitaba. Eran casi las dos de la mañana y yo daba vueltas en mi habitación debatiéndome en lo que sería mejor, creando escenarios ficticios de todas las posibilidades habidas y por haber. Me recosté mirando el techo mientras mi estómago subía a mi garganta.

Esperaría, solo unas horas hasta que amaneciera para ir a Sathorn. No dejaría pasar más tiempo. No podía, no me lo perdonaría.

Cuando amaneció tomé un baño para aclarar mis pensamientos pero nada parecía funcionar, me vestí con lo primero que tomé de mi closet y baje en el ascensor.

—¿A dónde vas?—. Preguntó Darla recargada en la pared del corredor que daba a la cocina—. Desde que se fue Terán ayer estás muy ansiosa.

—Necesito ir a hacer unas cosas —. Dije alborotando mi cabello—. Volveré más tarde.

—Freen—. Era la primera vez que no me decía "señorita, Sarocha". La miré y ella se cruzó de brazos—. No sé que es lo que está pasando por tu cabeza pero llevas meses limpia, no necesitas volver a lo mismo. Lo estás haciendo bien.

Entrecerré los ojos y parpadeé hasta entender de que hablaba Darla. Ella estaba aquí para contenerme no para fingir ser mi ama de llaves.

—Yo no voy a hacer lo que estás pensando—. Dije y ella alzó las cejas—. Tengo que hablar con Rebecca, iré a Sathorn.

—Tienes prohibido ir a Sathorn—. Dijo y la miré confundida—. El condominio de Rebecca es su lugar, sé que ahora se llevan mejor pero Forks te prohibió acercarte a Rebecca si no era para temas laborales o si ella no estaba en el penthouse.

—Es importante, Darla—. Dije limpiando el sudor de mis manos en mi pantalón—. ¿Tú la cuidas no?—. Pregunté y ella suspiró para luego asentir—. Entonces acompáñame, solo necesito hablar con ella.

—Forks dijo que...

—Darla de verdad es muy importante. Tú lo dijiste estoy limpia desde hace meses, nos llevamos mejor solo necesito hablar un minuto con ella y volveré, Fork no tiene que saberlo.

—Te acompañaré pero si noto algo raro te juro que no me va a importar nada—. La miré frunciendo el ceño, Darla era rara.

Al final Darla resultó ser de ayuda, ella me llevó en su auto y en 20 minutos estábamos afuera del edifico.

—Buenos días—. Habló Darla cuando el guardia nos detuvo en la caseta—. Venimos a ver a Rebecca Armstrong—. Dijo haciendo que el guarda nos mirara detenidamente.

—Sus nombres e identificaciones —. Dijo recargándose en la ventanilla del piloto cuando le dimos lo que pedía camino a la caseta y descolgó el intercomunicador —. Tiene visitas, señorita. Si Darla Glop y Sarocha Chankimha—. El guardia miró en dirección a nosotras pero sentí que me miraba fijamente solo a mi—. No, está bien.

—Pueden pasar—. Dijo abriendo las puertas automáticas—. segundo piso del estacionamiento lugar 45, condominio 14.

Darla estacionó en el lugar asignado, le rogué que me dejara subir sola pero se negó, así que me siguió de cerca. No podía dejar de golpear mi pie contra el piso del ascensor mientras subíamos hasta el piso 28. Cuando las puertas del ascensor se abrieron me paralice, Darla tuvo que golpear suavemente mi espalda para que saliera del ascensor.

Breaking the distance. //FREENBECKY//Where stories live. Discover now