Ponderar

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POV BECKY

Desperté y lo primero que vi fue el semblante relajado de Freen, su brazo descansaba al rededor de mi cintura como si quisiera asegurarse de que yo no fuera a ir a ningún lado.

Me quedé algunos minutos sin hacer ningún movimiento solo podía delinear con mi mirada cada fracción del rostro de Freen. Sus labios, su nariz, su frente que se arrugaba ligeramente haciéndome sonreír. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que yo había podido despertar de aquella manera. Mucho tiempo desde que no sentía esto dentro de mi.

Presioné mi lengua contra el interior de mi mejilla para después suspirar, no me arrepentía no podía hacerlo. Había deseado tanto que ella me hiciera el amor y fue la mejor sensación del mundo, mi memoria no era tan buena al parecer porque no recordaba todo lo que ella me hacía sentir. Freen siempre me hacía llegar a límites insospechados, Freen siempre había sido tan pasional y estaba segura de que ella habría continuado toda la noche pero yo estaba tan cansada y me rendí al sueño aunque yo también quería continuar.

Me permití besar sus labios suavemente antes de levantarme sigilosa de la cama. Contuve mis lágrimas cuando la vi dormida, cuando Freen recordara todo las cosas volverían a hacer como antes, yo había cedido a mis instintos primarios y eso me costaría mucho sufrimiento en el futuro.

Tomé una muda de ropa del closet y vi la ropa de Freen a lado de la mía como cuando estábamos bien, tenía que sacar esos pensamientos de mi mente porque no debía permitirme hacerme ideas esperanzadoras del futuro cuando nuestro pasado pisaba de cerca. Cuando en cualquier momento la venda que cubría los ojos de Freen podría caer y tener que lidiar nuevamente con su desprecio y repulsión me dejarían abatida.

Caminé hasta el baño y dejé que el agua caliente de la regadera calmara mi mente pero en su lugar cada gota que golpeaba y recorría mi cuerpo me hacía recordar las caricias ardientes de la pelinegra que dormía plácidamente desnuda en la cama.

Me tomé el tiempo para secar mi cabello y para mirarme en el espejo recorriendo con la yema de mis dedos cada lugar que había sido venerado la noche anterior. Me vestí y cepille prolijamente mi cabello sin poder apartar mi vista de mi propio reflejo.

Mi cabeza era un caos y si tuviera que describirlo diría que uno muy complejo. Un ruido seco me hizo salir de mi mundo y contemplé la puerta del baño hasta que los ruidos se hicieron más prominentes y torpes. Abrí la puerta y vi a Freen de pie entre la ventana y la cama, se subía los pantalones de chándal dando brinquitos y ya se había puesto el sostén, cuando me vio abrió la boca tanto como los ojos y yo solo alcé las cejas.

—¿Te has convertido en un canguro?—. Pregunté aún con las cejas levantadas—. ¿A dónde vas tan temprano?—. Benditos dotes actorales, mi corazón latía desbocado y mis piernas flaqueaban pero mi voz no reflejaba nada de eso.

—¿Dónde estabas?—. Preguntó y yo fruncí el ceño como si me acabara de preguntar la tabla periódica de los elementos.

—¿En... el baño?—. Contesté mientras apuntaba con mi pulgar la puerta detrás de mi.

El rostro contraído de Freen se relajó mientras se alborotaba el cabello, caminó hacia mi y me abrazó por la cintura con tanta fuerza como si no me hubiera visto en años, tragué saliva pero mis brazos rodearon su cuerpo abrazándola, acariciaba su espalda semidesnuda lentamente.

—Pensé que te habías ido—. Dijo con la voz quebrada y yo solo pude abrazarla más.

—Tenemos llamado más tarde —. Dije con mi tono falso de inocencia que sabía hacía desesperar a Freen—. ¿Por qué me iría tan temprano?

Ella me soltó ligeramente pero aún con sus manos en mi cintura para poder verme a la cara y yo mantuve una expresión seria mientras ella me miraba con los ojos entrecerrados.

Breaking the distance. //FREENBECKY//Where stories live. Discover now