Capítulo 67

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Cory sintió que su corazón se aceleraba y sus ojos se iluminaban al ver a ese niño intrépido y poderoso que la había defendido de los matones de la escuela.

Él la había protegido. Era como un héroe de leyenda y ella la damisela en apuros.

—Eh, tú—la voz del niño la sacó de su ensueño—. ¿Vas a quedarte ahí plantada? Muévete, feucha.

Cory se sintió como si le hubieran echado un cubo de agua fría. Su imagen idealizada del niño se desvaneció en un instante.

—¿Qué? ¿Qué me has llamado?

Por lo menos hablaba el mismo idioma que ella y no el francés.

Evan se cruzó de brazos—. No me gusta que una niña rara y desaliñada me estorbe el paso—levantó la barbilla para mirarla con desdén—. Te acosan porque eres débil y no te aceptas a ti misma. Eres una víctima que se deja arrastrar y torturar por los demás. Eres fea, por dentro y por fuera.

Las palabras de Evan le hirieron como cuchillos. Cory cogió un puñado de arena del suelo, donde aún estaba sentada, y lo apretó con rabia.

—No te las des de superior—Cory empezó a temblar—. No tienes ni idea de quién soy. ¡Ojalá nunca hubiera venido a este país estúpido!—se sumergió en sus recuerdos dolorosos—. Pero me obligaron a venir—murmuró—. Mis padres siempre están trabajando y no me hacen caso. Me siento tan sola. No tengo a nadie que me reciba en casa o que me espere—se abrazó las rodillas y bajó la cabeza—. Ya no puedo más. ¡Quiero desaparecer!—lloró—. No merece la pena vivir en este mundo cruel…

Evan frunció el ceño—. Está bien. Te daré lo que quieres.

—¿Qué?—Cory alzó la cabeza sin comprender lo que el niño de ojos verdes quería decir. Lo vio señalarla con el dedo índice en la cara.

—¡Cuando seas mayor, yo, Evan Jones, te elegiré como mi compañera!

Cory se frotó los ojos, aturdida, mientras limpiaba las gafas manchadas con su camiseta.

—Deberías estar agradecida de que te ayude en el trabajo. Levanta, vamos—Evan le ofreció la mano—. Si te convierto en mi socia, nadie te volverá a molestar, ¿captas?

Cory sintió que su corazón saltaba y sus ojos chispeaban al ver a Evan. No tenía opción. Las palabras de Evan le infundieron valor para seguir adelante, él tenía esa mirada que desafiaba al mundo.

Fue la primera vez que se enamoró y que sintió admiración.

—¡Claro!—agarró la mano de Evan para incorporarse—. ¡Lo capto!

Pero, al día siguiente, cuando fue a buscarlo, Evan ya no estaba en la escuela. Se enteró de que se había ido a Canadá desde un principio por el trabajo de sus padres. Así que solo lo veía en la tele, en reuniones o conferencias de prensa.

Las cosas que Evan hacía eran más duras que las de Cory y él no se quejaba ni un poco. Por eso, desde entonces, lo siguió obsesivamente, sin hacer caso a los que la criticaban por ser aplicada y disciplinada.

Estudió mucho y durmió poco, para ser la mejor en todo. Incluso para entrar en la universidad. Cory soñaba con el día en que se reencontraría con Evan.

Pero, cuando volvió a su país natal…vio en las noticias internacionales que él ya se había entregado a otra mujer. Una mujer rubia y menuda.

FIN DEL FLASHBACK

—Pero… —Cory se mordió el labio hasta hacerlo sangrar—. Si Evan ya había encontrado el amor de su vida, yo solo quería alegrarme por él y desearle lo mejor. Pero tú… —apretó la foto con furia, se acercó a Abbey como una fiera y le asestó una bofetada que la hizo tambalearse—. ¡Jamás pensé que la mujer que Evan escogió fuera tan despreciable!

Abbey sintió el sabor metálico de la sangre en su boca. Cory le había partido el labio.

—¡Lo estás confundiendo con tus estúpidos sentimientos! —Cory gritó sin control—. ¡Y cuando las cosas se ponen difíciles, te largas! ¡Eres una egoísta! —hubo un silencio tenso mientras ambas jadeaban—. Abbey… el otro día, cuando Evan se quedó dormido en la oficina… lo besé.

Abbey se quedó sin aliento, en shock. ¿Cory besó a su prometido?

Cory se volvió de espaldas—. Ahora que lo pienso, fui una injusta y una cobarde, porque él no estaba consciente.

Abbey no hallaba qué decir ni cómo reaccionar ante esa revelación.

—Aunque intenté olvidar lo que sentí al besarle, porque supe que estaba mal —la miró con desafío por sobre el hombro mientras se alejaba—. No dudaré ni un instante en arrebatarte a Evan y llevármelo lejos de ti si sigues escapando así.

Y se marchó, Cory se marchó, dejando el mundo y el corazón de Abbey hechos pedazos.

Abbey se tocó la mejilla ardiente mientras las lágrimas le empapaban el rostro.

—Evan… mi Evan… —susurró con voz quebrada.

No podía creer lo que acababa de ocurrir. ¿Cómo era posible que Cory, le hubiera traicionado de esa manera? ¿Cómo podía sentir algo por Evan, el hombre con el que iba a casarse? ¿Y cómo podía haberle besado, aprovechándose de su sueño?

Se sintió abrumada por el dolor, la rabia y la culpa. ¿Acaso ella había hecho algo mal? ¿Acaso no había sido una buena novia para Evan? ¿Acaso no le había demostrado su amor lo suficiente?

Se preguntó si Evan sabía lo que había pasado. Si él también sentía algo por Cory. Si él también la había engañado.

Se preguntó si debía llamarlo, contarle todo, pedirle explicaciones. O si debía dejarlo ir, aceptar que no era para ella, que no la merecía.

Se preguntó si alguna vez volvería a ser feliz.

(...)

—¡Ya te lo dije! —Mont Jones estrelló su celular contra el escritorio con rabia, mientras con la otra mano se sujetaba la sien para luego volver a subir el celular a su oreja—. ¡No hay nada más que hablar, es inútil! ¡No tengo tiempo para tus tonterías! ¡Déjame en paz!

Mont cortó la llamada antes de que la voz del otro lado pudiera replicar. Dejó el celular tirado sobre el escritorio y se hundió en su silla. Se frotó los ojos con las manos, intentando aliviar el dolor de cabeza que le atormentaba.

—Tengo que darme prisa —se mordió el labio con ansiedad, sin darse cuenta de lo que hacía—. Se me acaba el tiempo…




Recuerden que la versión que tiene el lobo no es la de Caperucita👻

PD: disfruten las actus tan seguidas💞

Su escritora favorita 💅

RZ 😍 💅💞🫂

El Contrato #2Where stories live. Discover now