Capítulo 72

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—¿Qué dices? ¿Ir a Canadá en tres días?—bramó y golpeó la mesa con furia, sin medir las consecuencias—. ¡Estás loco, eso es imposible!

—¿Qué pasa? ¿No te gusta la idea?—Mont Jones se recostó en su sillón—. Canadá es la tierra de las oportunidades, donde tus sueños se harán realidad. Piénsalo bien.

El joven CEO no podía articular palabra. Parecía un pez fuera del agua, abriendo y cerrando la boca. Su tío tenía razón. Canadá era el país donde podría alcanzar el éxito y seguir sus sueños con pasión. Pero sintió un nudo en la garganta, y miró de reojo a su futura esposa, que estaba de pie a su lado, escuchando atentamente la conversación.

Lo que no esperaba era el tremendo puñetazo que Abbey le propinó en el hombro, haciéndolo caer al suelo.

—¡Ay! ¿Qué te pasa?—se quejó, masajeándose la espalda adolorida.

El tío alzó las cejas, divertido por el espectáculo de la pareja.

—¡Qué maravilla, amor!—Abbey saltó de alegría—. ¡Es una gran oportunidad para cumplir tus sueños! ¡No la dejes escapar, lucha por ellos!

Evan parpadeó, desconcertado.

—¡Te felicito por este logro!—Abbey lo tomó de las manos con cariño—. ¡Vamos, ve y demuestra lo que vales!

El joven CEO sonrió, conmovido por el apoyo de su prometida, que le daba más amor del que jamás había soñado.

—Ah—Mont Jones frunció el ceño. Así que ella respalda a su sobrino, ¿eh?—. ¡Qué bien! ¡Pues entonces, manos a la obra, que mañana llega rapidísimo! ¡Y la fiesta no se organiza sola!

—¿Qué hay que hacer? ¿Qué fiesta hay mañana?

Mont hizo un ademán con las manos.

—Pues es evidente, la fiesta para celebrar tu ascenso como CEO y la Navidad.

—¿Qué?—tanto Abbey como Evan se quedaron boquiabiertos.

(...)

—¡Felicidades por asumir oficialmente el cargo de CEO! ¡Y feliz navidad!

Evan salió de un pasillo y se encontró con cinco personas que traían papelitos cortados y se lo tiraron en la cabeza, festejando.

Mercy, Ryan, Roan, Alastor y Darleen, todos sonriendo y vestidos elegantemente, de etiqueta.

El joven CEO los miró a todos con horror e irritación. Tenía toda la cabeza llena de confeti.

—¡Felicidades CamCam!—Darleen lo abrazó—. ¡Como se esperaba de mi ex esposo!

Tanto Roan, Mercy y Ryan fueron a la mesa donde se encontraba el buffet. La fiesta era a tenedor libre. No le prestaron más atención a él.

—¿Por qué están aquí?—fue lo primero que Evan preguntó.

—A ver si me aprecias mejor, niño rico—Alastor se pasó una mano por el cabello en su típico gesto de Rockstar—. Tomé un poco de tiempo en mi apretada agenda para venir aquí, sabes.

—¡Vete!—el joven CEO no dudó en responder.

Darleen se rió de la típica reacción de su ex prometido y luego fue a ver el buffet junto a Mercy y los gemelos.

Solo quedaron Alastor y Evan.

—Bueno, es extraña tanta diversión—Alastor se rascó la nuca, incómodo. Siempre es incómodo hablar con el tipo que enamoró primero a la que le gustaba—. Te vas mañana, ¿Verdad? ¿Qué hay de “ella”?

Evan observó sin emociones a Alastor para luego contestar con voz trémula: —. Abbey…ella…

Alastor ya cerró los ojos, escuchando como la chica que le gustaba probablemente ya estaría llorando por qué el chico que le gusta a ella, se va a ir del país. Sin embargo, casi cae de espaldas al escuchar lo que Evan dijo.

—Ella ya conquistó toda la comida que se encuentra en el menú de la fiesta—y apuntó a su prometida, que se estaba atacando de comida en una mesa, al costado del buffet. Tenía tanta comida que en un solo plato no cabían todos, y ni hablar de su rostro y sus cachetes abultados de tanta comida. Parecía una ardilla hambrienta.

Abbey los vió, mirándola. Se limpio la boca y comenzó a saludar desde lejos.

—¡Alator, Evan, vengan, la comida está deliciosa!

Alastor hizo una mueca de diversión.

—Vaya, Abbey sigue siendo igual de enérgica que antes.

En ese momento Abbey se acerca a ellos y también otra persona, una persona que se veía bastante guapo en traje elegante.

—Sigues igual de hermosa, A. Espero que no dañes tu estómago.

Todas las invitadas empezaron a cuchichear y a preguntar por el joven apuesto, alto y bronceado que acaba de llegar.

—¿Eh? ¿Sam?

Evan chasqueó la lengua, ahora sí, totalmente irritado.

—¿Y tú? ¿Qué se supone que haces aquí, bastardo?

Sam soltó una carcajada y estrechó la mano de Evan, formalmente.

—Ese mayordomo genial y mayor que tienes, me invitó, sabes. Es muy agradable, ¡También me prestó un traje!—mientras le estrechaba la mano, le dió el regalo que trajo consigo—. Toma, es mi regalo de felicitaciones para ti.

Evan casi estalló. Era un pescado de la isla, envuelto en un lazo de regalo. Eso no fue la gota que colmó el vaso, sino lo que escuchó de Sam.

—¡A! ¡En serio estás preciosa! ¡Me enamoré de ti, otra vez!

—¡No me trates como una niña, Sam!—Abbey rió y trató de apartar la mano de Sam de su cabeza.

Evan chasqueó los dedos e hizo que un sirviente se llevara el pescado para guardar. Abbey y Sam fueron al buffet, a elegir mejores comidas. No supo cuando Mercy se acercó, pero lo escuchó a un lado, mientras tomaba una copa de champán le sonrió, alegre como siempre.

—Abbey es muy alegre, ¿Eh?

El joven CEO lo miró de soslayo mientras se limpiaba las manos a causa de pescado.

—Cuando escuché que te ibas a Canadá, estaba un poco preocupado por ella, pero…

En ese momento, Abbey sacó un muslo de pollo empanizado y se lo mostró a todo el mundo alrededor, como si hubiese descubierto un tesoro perdido.

—¡Prueben esto! ¡Les va a encantar!

Alastor bufó y los demás sonrieron.

—¡Bueno, no importa!—Alastor atrajo hacia sus brazos a Abbey mientras que Ryan, Roan, Mercy, Darleen, Sam también se unían al abrazo posesivo —. ¡Puedes dejarnos a Abbey a nosotros! ¡La cuidaremos bien! ¡Ten suerte en tu viaje!

Todas las venas del cuello de Evan saltaron y la indignación recorrió su espina dorsal cuando sintió su ojo derecho temblar por sí solo. Todo su cuerpo se reinició de fábrica de solo escuchar esa posibilidad.

—¡No me vengan con esa mierda! ¡No toquen a mi novia!

—¿Qué? ¿Miedo, Jones?

Evan estuvo por estallar.

—Mira maldito hijo de…

—Jajaja, no me vas a atrapar!!

En ese momento llegó Cory.

—Señor Evan, ya es hora de su discurso.




Todo está bien, verdad? ¿O no?😈😈😈

Jajajaja, así es, formen fila para ahorcarme.

Que tengan un buen resto de jornada.

Su escritora favorita ✨

RZ 🌞

El Contrato #2Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum