Capítulo 18 "Buen intento"

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 Olivia Lagno suele de las pocas personas que toma horas extras, y una de las últimas en abandonar su puesto de trabajo, lo que bien podría deberse al hecho de que se le han otorgado muchas tareas dentro de la empresa, pero que también se justifica por su excesivo perfeccionismo, por lo que no se permite dar un trabajo por terminado sin hacer de él lo más útil, lo más eficaz, lo mejor posible. El reloj principal —que abarca toda la pared, funcional y decorativo— todavía no ha marcado las once de la noche, según puede ver al mirar por encima de los cubículos, muchos de los cuales están ya oscuros y vacíos. El suyo está a punto de ser uno de ellos, pero antes, como le es costumbre, se asegura de revisar que todo esté en orden; que todos los archivos estén guardados en su lugar, que sobre el escritorio no queden lapiceras desparramadas, que debajo de su lapicero no haya notas sin leer. Ella comprende la discreción por la que Pablo decide esconderlas, en lugar de colgarlas en la lámina de corchos que tiene a sus espaldas, y es que incluso aunque se esfuerza al intentar que los mensajes parezcan crípticos, sus verdaderas intenciones se pueden leer sobre el papel; "En mi oficina, a las 11" no puede significar menos que lo evidentemente entendible para ambos.

Las luces están apagadas, señal de completa ausencia. Sus pasos son apenas audibles, mientras se desplaza entre los cubículos, ocultándose detrás de las sombras que las cámaras de seguridad no podrán captar. Su bolsillo se siente pesado, por razones además de objetos, las que repite a modo de instrucciones al abrir la puerta y adentrarse en la oficina. Faltan, medidos con una precisión exacta, un minuto y trece segundos para iniciar la maniobra. Su corazón late cada uno de ellos.

—Usted nunca decepciona —Pablo comenta al verla llegar.
 Olivia es una de las empleadas más eficientes que la financiera tiene el placer de poseer, lo que resulta ser no sólo por su distinguida inteligencia, sino que, además, ha demostrado ser capaz de realizar muchas y diversas tareas. Su conocimiento en informática avanzada es una de las más recientes habilidades que Pablo ha descubierto en ella, y debe admitir que no hubo momento más óptimo para enterarse de ello que tras la ausencia —que para entonces él llamaría fuga o desaparición—, de Fernando, siendo que, al haber transcurrido varios días sin señales de él, ya estaba haciendo sus averiguaciones sobre posibles investigadores que pudieran rastrearlo. Si confidencialidad y calidad eran los requisitos que estaba buscando, Olivia era la candidata más indicada para cumplir con ellos, y tras acercarse con disimulo a preguntarle si, por casualidad, podía conseguirle información sobre la ubicación de Fernando, lo que consiguió fue informe detallado de los últimos peajes por los que se vio a su auto pasar. El rastro se fue disipando a medida que se alejó de la ciudad, al igual que la señal de su celular, de la que se perdió todo registro y posibilidad de localizar en un punto estratégico de intersección. A partir de allí, Fernando podría haber ido a parar a cualquier parte de la provincia, incluso del país, sin ser detectado, pero Pablo se atrevería a asegurar que no se ha ido demasiado lejos. Ha dejado muchos cabos sueltos en su camino, muchas cuestiones que le quedan todavía por resolver. A pesar de que no querría siquiera pensar en ello, se encuentra preguntándose inconscientemente si su hija no es uno de ellos.

—Me gusta cumplir con mi trabajo —ella contesta, con una sonrisa que afirma que, a pesar de que el dinero es su mayor incentivo, le alaga saber lo mucho que él lo aprecia.

 Pablo le cede su ostentosa silla, en la que ella toma asiento, y tras conectar un pendrive en su computadora, se le pide un permiso de ejecución, a través la contraseña del usuario. Alcanza a leer la pista, creyendo que podría resolverla, pero es él quien escribe la clave, deslizando sus dedos sobre algunas pocas teclas que dan como resultado una contraseña correcta. Ella frunce el ceño, siendo que al leer: "El orden de mis hijas", no pensó que se refería sólo a algunas letras de sus nombres, pero logra encontrarle la justificación a un recordatorio ambiguo. ¿Cuál sería el sentido de escribir una pista totalmente deducible? 

Para quien quiera abrir los ojosTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon