Capítulo 43 "Por las noches, se llama Libertad"

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 Una biblia en la mesa de luz, siempre hubo y siempre estuvo. Irónicamente, marca la misma página, un versículo que aprendió a recitar de memoria y nunca pudo quitar de su mente. Al lado, un candelabro de mera decoración que alguien olvidó levantar del suelo, y debajo, un secreto. Basta con solo mover el libro de páginas doradas para ver el discreto botón que, a pesar de que se confunde con la madera, es identificable al ojo conocedor. Lo acciona, solo para corroborar que aún funciona, por que ya no es necesario que el espejo se despegue de la pared para poder pasar a través de él, y es una lástima, una melancolía que se proyecta en los pedazos que cuelgan de vidrio al reflejar su mirada gris. Los son también las cajas, el polvo, el descuido y el olvido, que invaden una habitación que siempre cargó energías ambiguas, que quiso, pero nunca pudo ser.

 Un par de ojos le devuelven la mirada, examinan en sus pupilas como si tuvieran la capacidad de ver más adentro, de remover sus tristezas y reavivar sus emociones, a pesar de que es sólo una estática fotografía. No es la única que conserva, no es la única que todavía observa cuando siente su imagen perdida y necesita volver a verlo. No hace que el peso en su pecho sea más ligero, no logra que la angustia sea más fácil de pasar por su garganta, no le libera de ninguna culpa, aunque haya tratado de convencerse de que no hay voluntad en este mundo que podría haberle salvado la vida. En el fondo, sabe que no es cierto. En el fondo, nunca se lo va a perdonar.

 Levanta el cuadro, como si no cargará en él el peso de consciencia, y lo hace a un lado. Para su desconcierto, la pared detrás está vacía, firme, sólida, sin nada que ocultar. Sin embargo, de no haberlo movido jamás se habría dado cuenta de algo que resulta crucial; el simple vaivén hace que algo, dentro, como si el papel pudiese albergarlo en su interior, también se mueva. Le da un par de sacudidas, más bruscas, hasta que se convence por completo de lo que, en principio, creyó que sólo podía ser obra de su imaginación.

 Hay una razón, no agresiva, no delictiva, que podría justificar como defensa personal, por la que siempre lleva una navaja en el bolsillo. La realidad es que nunca sabe cuándo podría serle útil, cuándo podría suplir una necesidad inmediata y urgente. Quizás es el caso, quizás, si no tuviera un reloj contando el tiempo en la otra mano lo pensaría dos veces antes de clavar el cuchillo, rasgando el papel hasta que el rostro que en él estaba dibujado se deforma hasta hacerse irreconocible, hasta que sólo puede ver el fondo de madera, dejando un espacio reducido para un escondite que parece intencional. 

 La punta de la cuchilla se hunde demasiado profundo en el centro, donde llegó a alcanzar la esquina de un sobre; marrón, grande y alargado, que tiene una inscripción desprolija hecha en marcador, y con el corazón en la garganta, lo reconoce al instante. Pese al corte, el sobre continúa perfectamente cerrado, y no lo abrirá, porque sabe que no le corresponde, porque incluso se siente incorrecto sostenerlo bajo sus uñas pintadas de rojo, porque sabe que ahí dentro hay un examen de ADN, con una alta compatibilidad, que prueba una paternidad de la que sólo saben tres personas vivas; y no tiene idea de qué se supone que debería hacer con ello.

 Pero no es todo, en el fondo, puede ver un brillo que se asoma, un sobre dorado que adentro tiene una credencial VIP, de acceso exclusivo y sin fecha de expiración, el nombre del lugar resaltado en letras cursivas. Sensation viene a su memoria con luces intermitentes, con imágenes que se repiten y desaparecen, con el recuerdo de una noche en que lo tuvo todo, y luego lo pierde. Con ritmos intensos zumbando en sus oídos, con atenuación de sus sentidos; con los labios manchados, los dedos mojados, los ojos cerrados. Los pies en el suelo, el alma en el cielo. El corazón en algún lugar.

 Su cuerpo tiembla cuando lee el papel que entre sus manos sostiene;

"Cuando la mente vuela,

Para quien quiera abrir los ojosWhere stories live. Discover now