Celeste es una chica que desde los 15 años tuvo que aprender a defenderse sola, ella ha tenido una vida dura, es hermosa, inteligente y fuerte, vive sola y tiene una mejor amiga que ha estado en todo con ella, ayudándola y apoyándola. Su nombre repr...
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Día mediocre
Permanezco sentada en la cocina tomando mi chocolate caliente, mientras mi cuerpo está arropado con una cobija de mi habitación.
April tiene más de una hora explicándome el porqué debo salir de mi casa, pero yo permanezco en silencio sin decir una palabra a nada de lo que ella argumenta.
—¡Por favor! —pide— Solo te pido que vayamos, nos inscribimos y volvemos ¡Porfis!
—¿Y para qué quieres que me matricule? —pregunto— además, no tengo dinero para pagar toda la carrera.
Me mira mal y se cruza de brazos.
—-Sabes perfectamente que el dinero no es un problema —reprocha indignada—no sigas con excusas.
—Hoy no puedo salir, debo limpiar el apartamento —le informo sin dejar de tomar mi chocolate caliente.
—Limpiaste ayer, y el día anterior, y el anterior a ese —me afirma— por un día que pases sin limpiar no morirás.
—No me siento de ánimos para salir, creo que pescaré un resfriado, y afuera hay mucho frío —miento.
—Solo dices excusas absurdas, pero no me creo nada de lo que dices —se acerca y toma mis manos— ¡Por favor Less! tienes un año aquí encerrada, no quieres salir a ningún lado, no quisiste festejar tu cumpleaños, ya es tiempo de que retomes tu vida.
—April, entiende que no quiero entrar a una universidad mediocre, con carreras mediocres, con personas mediocres —respondo haciendo mi tasa a un lado— y si pudiera suicidarme lo haría.
—No vuelvas a hablar de quitarte la vida —me señala amenazante— solo quiero que retomes tu vida Less, que salgas, conozcas personas nuevas, socialices, no puedo pedirte que seas la misma de antes porque seria demasiado en éste momento, pero al menos que hagas un intento por vivir tu vida, tienes veinte años, eres hermosa y muy inteligente.
—De ser inteligente jamás me hubiera pasado lo que me paso —respondo cortante.
—¡Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor! —ruega una y otra vez.
—¿Y si vamos mañana? —pregunto.
—Sabes que las inscripciones son hasta hoy —replica— ¡Por favor Less! ¿Si? —hace puchero mientras me mira a los ojos.
—Está bien... —ni siquiera he terminado de hablar cuando comienza a dar saltos en su lugar y a gritar— pero me vestiré como yo quiera.
—¡Si quieres puedes ir con una sabana enrollada al cuerpo! —chilla— ¡Pero rápido, falta una hora para que cierren las inscripciones!
Me bajo de la silla entrando a mi habitación de mala gana, me coloco lo primero que encuentro, que es un jean blanco y una camisa holgada verde, me recojo el cabello en un moño y uso unos deportivos sencillos. Me miro al espejo y sinceramente me veo muy masculina.
