CAPÍTULO 59

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Verdades

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Verdades

—¡Que yo gané! —grita por quinta vez, y lo miro entre cerrando mis ojos.

—Santiago, te agradecería que no me grites, si no quieres que te mate a golpes —amenazo.

—¿Tú? No eres capaz de matar ni a una mosca —se burla.

—Pruebame, averigua si soy capaz o no, maldito infante —bocifero.

—¡Adrién! —escucho que me llaman, y volteo, para ver a mi hermana, bajando las escaleras— ¿Sabes cómo está Caín? Ayer se veía muy mal.

—No Lili, no lo sé —le respondo.

—Deberias irlo a ver.

—No soy su niñera.

—Pues pareciera —se entromete Santiago— cada que algo le pasa, lo traes aquí, y con ese carácter que tiene, me provoca ahogarlo con una almohada.

—Ese, sinceramente, no es tu problema, Santiago —respondo— Concentrate en pasar los exámenes finales, a ver si haces algo por tu vida.

—Tengo 18 años, Adrién, no necesito que me digas que hacer —dice, rodando los ojos.

—Pues mira que si, porque mientras mamá y papá no estén, tú y esa chica de haya —señalo a Lili— son mi responsabilidad, así que te aguantas, y me obedecen.

—Buscate una novia, y deja de jodernos —se queja, levantándose del sillón, y tirando el control remoto.

—Tengo muchas, con una no me basta —sonrío con picardía.

—Todos los hombres son unos perros —habla mi hermana— se acuestan con alguien. Y no les importan sus sentimientos.

—¿Cómo sabes tu eso? —pregunto, frunciendo el ceño— Liliana, tienes 16 años.

Ella palidece, y va dando pasos hacia atrás, hasta salir corriendo escaleras arriba. Me levanto de un salto, y la sigo, alcanzándola justo cuando está a punto de encerrarse en su habitación. La empujo, y la lanzo a la cama, comenzando a hacerle cosquillas, mientras ella ríe a carcajadas.

—¡Ya, por favor para! —grita, soltando algunas lágrimas.

—¿Tú como sabes que los hombres se acuestan con las mujeres, y luego las dejan tiradas? —pregunto, dejándola quieta.

—Porque Camila, mi amiga, perdió la virginidad con un chico mayor que ella, y sólo la usó.

—Bueno, aprende, los hombres son malos, aunque no todos —aconsejo.

—¿Cómo tu y Caín? —pregunta.

—¿A qué te refieres?

—Caín, Eirene me contó que juega con una chica, creo que se llama... Celeste, pero que en realidad la ama a ella —mi cara es de total asombro.

RESERVADA~TMD: 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora